En Obesmar (Observación y Estudio del Mar) sabemos que todos estamos en relación de dependencia con el entorno, y que es necesaria la concienciación ciudadana para participar en su protección.
Por eso, y con la ayuda de la Fundació Baleària, estamos embarcados en la campaña Un Mar sin plomos, encaminada a la recogida del plomo que va acumulándose en nuestro litoral Mediterráneo, procedente sobre todo de la pesca deportiva.
El plomo es un elemento altamente contaminante que se encuentra presente en muchas zonas litorales como consecuencia de su pérdida por pescadores de caña, y que supone una amenaza para los ecosistemas marinos y, en consecuencia, para la salud humana.
Los plomos de pesca van a parar al fondo marino y allí permanecen durante décadas, liberándose lentamente en el agua y afectando negativamente a las poblaciones y a toda la cadena alimentaria. Así, se produce una contaminación del hábitat marino que afecta a los organismos que viven en él.
Los peces, mamíferos marinos, aves y otros organismos pueden ingerir accidentalmente estos plomos. Además, a medida que estos organismos son consumidos por otros más grandes, el plomo se concentra en los niveles superiores de la cadena alimentaria, lo que aumenta el riesgo de exposición de este metal para los consumidores humanos.
Ancla de plomo romana
En nuestras contínuas incursiones marinas hemos observado muchísimas veces piezas de pequeños plomos de los que usan los pescadores. Estos son nuestro objetivo, no otros objetos de relevancia arqueológica como los cepos que antiguamente formaban parte de las anclas de navíos y que, en caso de encontrarnos con ellos, lo que tenemos que hacer no es sacarlos, sino dar cuenta a las instituciones arqueológicas para que sean ellos los que procedan a su extracción.
La retirada de los plomos de pesca es una acción que contribuye a la integridad de nuestros fondos marinos y a la salud del mar y la vida marina. Cualquier bañista pero, sobre todo los practicantes del snorkel y buceadores, están invitados a participar retirando aquellos plomos que encuentren, y depositarlos en los contenedores que desde Obesmar hemos colocado en distintas entidades colaboradoras.
Además, hemos pensado darle una segunda vida a ese plomo retirado: se realizará una escultura con la intención de llamar la atención sobre la importancia de evitar la presencia de plomo en nuestro mar.
Para la realización de este proyecto hemos contado con la colaboración de la Fundació Baleària, la Fundación Salom Sabar, el puerto Marina de Dénia y centros y clubes de buceo, así como de todas aquellas entidades que quieran adherirse a esta iniciativa de regeneración de nuestro litoral.
Solo a través de un esfuerzo conjunto podremos proteger nuestros mares de los peligros del plomo y preservar la salud de los ecosistemas marinos y de las comunidades que dependen de ellos, y contribuir así a que entre todos logremos un planeta más sostenible.