Tiempo de nieve

Por Pilar Boix | Periodista


El Pirineo catalán ofrece al esquiador una gran variedad de estaciones de esquí con diferentes actividades sociales y culturales que complementan la práctica de este deporte y contribuyen a hacer una estancia más placentera.

En pleno invierno, el deporte que reina en esta época del año es sin duda el esquí. Por ese motivo, miles de personas se desplazan al Pirineo para poder disfrutar de la nieve. En Cataluña son numerosas las opciones que tiene el visitante: un total de 17 estaciones de esquí. Entre las diferentes modalidades de esquí, el alpino continúa ganando terreno. Podemos encontrar desde estaciones de grandes dimensiones como Baqueira Beret (Val d’Aran) con más de 100 km de zona esquiable o estaciones con ambientes más familiares como Vall de Núria (Ripollès), Boí Taüll (Alta Ribagorça) o Espot Esquí (Pallars Sobirà).

Por lo que se refiere al esquí nórdico, seis de las siete estaciones que hay en el Pirineo catalán se encuentran en la provincia de Lleida. En el caso de Aransa y Lles (Cerdaña), la mayor parte de sus pistas marcadas transcurren entre bosques de pino negro y parajes de gran valor paisajístico. Para los amantes del senderismo, la estación de esquí nórdico de Tuixén La Vansa dispone de circuitos señalizados para andar con raquetas de nieve con vistas al Pedraforca y a la sierra del Cadí.

Para los que practican el snow, la estación de La Molina (Cerdaña) es una buena alternativa. En los últimos años, una de las modalidades de esquí que está teniendo cada vez más adeptos es el telemark. En las estaciones de Boí Taüll, Port del Comte y la Masella puede practicar esta técnica, que se remonta al 1825. El nombre proviene de una región de Noruega llamada Telemark, donde se inventó esta forma de hacer giros sobre las tablas de esquiar.

Para los esquiadores con experiencia y con ganas de nuevas sensaciones fuera de las pistas se puede practicar esquí de montaña e incluso heliesquí, una práctica que puede probar en la estación de Baqueira-Beret y que consiste en realizar el ascenso a la montaña a través de un helicóptero y descender por palas totalmente vírgenes y fuera de las pistas marcadas por la propia estación. Cada vez se organizan más actividades alrededor de la nieve para todas las personas que no se animan a ponerse unos esquís. Se pueden encontrar desde excursiones en moto de nieve o con raquetas en estaciones como Port Ainé o Vallter 2000 (Ripollès) a rutas de trineos con perros en Espot y La Molina.

Todas las estaciones de esquí cuentan con una escuela de monitores y prácticamente todas también disponen de un parque infantil para los más pequeños de la familia. Actualmente, los visitantes son más curiosos y quieren aprovechar la salida a la nieve para combinar la práctica del deporte con la cultura, la gastronomía o el relax. Por eso, a lrededor de muchas estaciones de esquí catalanas se ha incrementado la oferta de après-esquí. Podemos encontrar rutas para hacer en coche o en quads, circuitos BTT, a pie o a caballo y visitas a lugares de valor patrimonial e histórico entre otros.

Además, en los últimos tiempos se ha relanzado el turismo termal como complemento a la jornada de esquí. Disfrutar de las comarcas del Pirineo es mucho más que esquiar y la prueba está en que los visitantes cada vez buscan más probar la gastronomía de la zona, ampliar conocimientos y disfrutar de la amplia oferta cultural de que disponen.

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