Los hoteles en Ibiza, un mundo de fantasía y relajación

En la isla Pitiusa los hoteles son destinos. Lugares donde descansar entre sábanas de algodón de cientos de hilos, zambullirse en piscinas que son un mar de fantasía y sentarse a la mesa de los mejores chefs del mundo, enamorados de Ibiza desde hace años

Los hay rurales, agroturismos en los que alejarte de todo y de todos, y otros más sofisticados, donde compartirás habitación con un interiorismo tan cuidado que no sabrás si estás en un hotel de diseño urbano o en uno donde la brisa marina entra por los ventanales

El Mediterráneo siempre estará cerca de tu cama, porque en Ibiza todo es blanco, pero también azul, como el color del mar

BLESS Hotel Ibiza, un irremplazable de las Baleares

Sofisticadas y actuales son las habitaciones de este cinco estrellas –ubicado en Cala Nova– que cuenta con el sello de la colección The Leading Hotels of the World. No en vano, para crear su elegante interiorismo, los estudios Urcoisa y Concept Design se han inspirado en los diseños de Coco Chanel, quien una vez dijo "el único modo de ser irremplazable es ser siempre diferente”. Quizás por ello han huido en BLESS Hotel Ibiza de los clichés baleares, apostando por el mármol, los muebles de diseño y las texturas lujosas de materiales como el terciopelo. Aunque es cierto que el blanco, tan característico de la isla, lo inunda todo y es el hilo conductor decorativo, las molduras y los cabeceros en color negro rompen con lo tradicional para traer los espacios a la contemporaneidad del siglo XXI

Sus grandes atractivos son su spa, sus piscinas –una circular y otra infinita en primera línea de mar–, y su restaurante gastronómico Etxeko Ibiza de Martín Berasategui, quien revisita sus platos icónicos, como la ensalada Lasarte o las milhojas caramelizado de foie, anguila ahumada y manzana verde, y se atreve a explorar nuevos sabores locales como el gazpacho de tomate ibicenco y melocotón de viña con infusión de frutos del mar al Txakoli K5 y el canelón de pollo payés, papada de cerdo negro ibicenco y una ligera bechamel de setas con fondo rustido

De la granja a La Granja

Muchos se han llenado la boca (literal y metafóricamente) hablando de la slow food y su comida buena, limpia, justa y sana, pero no todos han sabido comprender e interiorizar que esta filosofía ‘de la granja a la mesa’ más que una moda presente se trata de un estilo de vida del pasado en el que los rituales agrícolas son más importantes de lo que parece: cultivos en terrazas escalonadas, compostaje, cosechar en función de los ciclos lunares…

Sí lo ha sabido hacer el experto en agricultura biodinámica y lacto-fermentación Andy Szymanowicz en La Granja Ibiza, una casa de campo –preservada y transformada por el estudio de diseño Dreimeta– en la que el huésped llega para empaparse de esa energía ibicenca de la que tanto se habla

Talleres, clases y proyectos comunitarios sobre agricultura completan una experiencia en la que el lujo, más allá de dormir en alguna de sus cuatro habitaciones o en su casa de huéspedes independiente, consiste en sentarse en la mesa comunal para compartir, además de una conversación trascendental, los platos preparados por el chef José Catrimán. ¿Qué cuáles son esos platos? Los que dicte la granja, donde todo empieza… ¡Y acaba! (gracias al menú estacional y sostenible prácticamente no se generan desperdicios y, si los hay, se convierten en abono o sirven para alimentar a los pollos).

Nobu Hotel Ibiza, espíritu balear con alma japonesa

Despedir al sol en Ibiza es una experiencia mágica e inolvidable, y hacerlo desde la piscina del Nobu Hotel Ibiza Bay le aporta ese punto de sofisticación (y envidia) que tan bien le sienta a la foto: el cielo rosa empolvado se funde con el azul turquesa del Mediterráneo mientras tú haces lo propio con un cóctel botánico de inspiración ibicenca recostado sobre una cama balinesa (que has de reservar con antelación)

Los colores neutros de las habitaciones y suites de este miembro de Small Luxury Hotels of the World, donde la madera, la cerámica artesanal y las fibras naturales se entrelazan con naturalidad y armonía, aportan al ambiente la serenidad deseada tras una larga jornada estival cargada de emociones. Porque para eso está el Experience Team del hotel, para organizar excursiones en función de tus gustos y tu estado de ánimo: desde descubrirte la solitaria playa de Niu de s’Aguila hasta llevarte en barco hasta la vecina isla de Formentera

Mención especial merece su cocina (el desenfadado Chambao y sus recetas baleares o los platos saludables de su Bay Café), ya que el hotel es un destino gastronómico en sí mismo. Destacando sobre manera (también sobre el resto de locales de la isla) el restaurante Nobu, de Nobu Matsuhisa, uno de los grandes maestros de la cocina fusión japonesa. Irás por su tartar de toro con caviar y su hamachi con jalapeño y te sorprenderás con su bacalao negro con miso.

Pure House Ibiza, tan cerca y tan lejos de todo

Cinco años lleva Caroline, la propietaria de este agroturismo de paredes encaladas y materiales naturales, atendiendo de manera cercana y exquisita al viajero que llega en busca de la cara más rural y amable de la isla (por más que esté a poco más de tres kilómetros de la bulliciosa ciudad de Ibiza y a diez de la playa de Las Salinas)

Lo que hace que Pure House Ibiza se sienta como un lugar remoto, alejado de la muchedumbre, es su entorno –en una finca del siglo XIX cargada de frutales, palmeras e higueras y rodeada de bosques de pinos y olivares–, pero también su exclusividad, tan solo cuenta con tres habitaciones, todas con terraza privada y decoración ecofriendly: atrapasueños, tapices de macramé, lámparas de fibra… ¡Ah! Y productos de Hierbas de Ibiza en el baño

Las zonas comunes que rodean a su piscina de agua salda invitan a la relajación –con sus camas balinesas, sus hamacas colgantes de mimbre y sus sillones bajo la sombra de los porches de madera y paja– y también al hedonismo: puedes pedir desde un cóctel o una ensalada a base de productos frescos de cercanía hasta un tratamiento de bienestar al aire libre

Can Jaume, una agroturismo para familias con estilo

¿Quién dijo que a Ibiza no se puede viajar con niños? En una isla plagada de senderos por los que pedalear sin rumbo fijo y con tantas actividades acuáticas como estés dispuesto a disfrutar (kayak, esnórquel padel surf, rutas en barco…), existen opciones familiares con las que aplacar la energía infantil sin perder un ápice del estilo ibicenco que tanto gusta a los adultos.

Este es el caso del agroturismo Can Jaume, situado en el recoleto pueblo de Puig d’en Valls, a escasos dos kilómetros de la capital. Dispone de 15 habitaciones (la suite y la gran suite cuentan con salón independiente) y de nueve maravillosas villas encaladas (de hasta cuatro personas) que se convertirán en ‘tu casa’ en Ibiza durante el tiempo que dure tu estancia. La piscina es espectacular y la cocina, de cercanía