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02/05/2019

El ‘ferry Abel Matutes’ de Baleària ya cuenta con los tanques de GNL

Los trabajos de remotorización en el ferry Abel Matutes de Baleària han alcanzado, una de las fases claves del proceso: la incorporación de dos tanques de 178 metros cúbicos de gas natural licuado para que el buque pueda navegar con esta energía limpia. La maniobra de izado e instalación, que se llevó a cabo el pasado fin de semana, duró aproximadamente siete horas.

La reconversión a gas del ferry, realizada a flote en Valencia, consiste en cambiar sus dos motores principales actuales MAK 9M 43 C a motores duales MAK 9M 46 DF, por lo que podrá usar, además de los combustibles convencionales, el gas. Está previsto que los trabajos de remotorización acaben a finales de junio.

El ferry Abel Matutes, siguiendo con el plan de la naviera de modernizar su flota para que en el 2021 nueve de sus barcos naveguen a gas, es el segundo buque que se somete a este proceso de remotorización. El primero fue el ferry Nápoles y le seguirán los ferries Martín i Soler, Bahama Mama, Sicilia y Hedy Lamarr.

La apuesta por el gas natural licuado

Baleària ha apostado por incorporar el gas natural licuado en sus buques, una iniciativa que comenzó hace ocho años y que responde a criterios de responsabilidad social y rentabilidad económica, adelantándose a las exigentes normativas en materia de gases contaminantes. A finales del 2021, la naviera contará con nueve buques navegando con esta energía limpia, de los cuales 3 serán de nueva construcción (uno de ellos ya está navegando en el Mediterráneo) y seis serán fruto de los trabajos de remotorización que está realizando en su flota y que cuentan con la subvención de un 20% de la Unión Europea. Cabe remarcar que, en 2019, Baleària ha sido la primera compañía en navegar con smart ships propulsados a gas natural tanto en el Mediterráneo como en las conexiones con Canarias.

El gas natural licuado es un combustible limpio y respetuoso con el medio ambiente, y supera ampliamente las normativas actuales y futuras sobre contaminación. Su uso implica la reducción de las emisiones de CO2 hasta en un 35%, del NOx en un 85% y del azufre y partículas en un 100% lo que tiene un efecto inmediato en la mejora de la calidad del aire y la reducción del efecto invernadero.