La isla de Mallorca es un lugar estupendo para perderse y disfrutar de unas merecidas vacaciones. Pero este destino no es solo playa, también tiene distintos parajes naturales que son como un oasis y no son tan visitados como otras zonas de la isla en estos meses de temporada alta. ¿Quieres conocerlos? ¡Hoy te los descubro!
Albufera de Alcúdia
La Albufera de Alcúdia, situada entre los municipios de Muro y Sa Pobla, es una de las áreas húmedas más destacadas y extensas de las Baleares, abarcando una superficie de 2,036.23 hectáreas.
Parte de los humedales se formaron en la era terciaria, aunque la zona húmeda actual se desarrolló hace menos de 100,000 años. Por otro lado, las dunas litorales son más recientes, con aproximadamente 10.000 años de antigüedad. La Albufera de Alcúdia ofrece la oportunidad de realizar rutas a pie y en bicicleta, lo que la convierte en un destino ideal para ir en familia y disfrutar de un día diferente en la isla. Durante estas rutas, se puede explorar la belleza natural de los humedales, observar aves y sumergirse en un entorno tranquilo.
Cuevas del Drach
Las Cuevas del Drach están consideradas como las cuevas más espectaculares de Mallorca y se encuentran en la costa este de la isla, en la localidad de Porto Cristo. Esta belleza natural está compuesta por cuatro cuevas interconectadas: la Negra, la Blanca, la de Luis Salvador y la de los Franceses. Con una profundidad de 25 metros y una longitud de 2,4 km, estas cuevas se formaron hace 11 y 5,3 millones de años.
El punto destacado de las Cuevas del Drach es el lago Martel, uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo. Con 170 metros de largo, 30 metros de ancho y una profundidad de 4 a 12 metros. Durante la visita, se puede disfrutar de un concierto de música clásica en el anfiteatro, donde las luces se apagan y los músicos aparecen en barcas iluminadas, creando una experiencia mágica. Al finalizar el concierto, se puede cruzar el lago en una pequeña embarcación, añadiendo un toque especial a la visita.
Parque natural de Es Trenc-Salobrar
El Parque Natural de Es Trenc-Salobrar de Campos protege un área total de 3,768 hectáreas. Esta zona se caracteriza por sus dunas y vegetación, así como por la arena blanca y aguas cristalinas de las playas del Marqués, Es Trenc y Ses Covetes. Es un lugar imprescindible para visitar en Mallorca en verano y disfrutar de un buen chapuzón en playas vírgenes.
Parque natural de Mondragó
El Parque Natural de Mondragó fue declarado reserva natural en 1992 y abarca un conjunto de calas y barrancos situados entre Portopetro y Cala Figuera. En Mondragó, desembocan dos torrentes, el torrente de S'Amarador y el de ses Coves del Rei, lo que crea las zonas húmedas de S'Amarador y Font de n'Àlis (conocida como cala Mondragó). Además de las dos calas principales, en el parque natural se pueden encontrar el caló d'en Borgit, el caló d'en Perdiu y el des Sabinar.
El parque destaca por sus paredes de piedra en seco, las barracas ‘de roter’ utilizadas por los agricultores para guardar el ganado, así como los hornos de cal y las carboneras.
Un entorno idílico donde desconectar y disfrutar de la pura esencia mediterránea.
Reserva natural de Sa Trapa
La Reserva Natural de Sa Trapa es una joya natural que ofrece unas vistas espectaculares de Sa Dragonera y cala en Basset desde el mirador del monasterio de Sa Trapa, hogar de los antiguos monjes trapenses (de ahí la denominación de Sa Trapa).
Se puede realizar una preciosa excursión a pie desde el Coll de Sa Gramola (3 horas y 30 minutos, no circular) o desde Sant Elm (2 horas circular) para llegar hasta el monasterio y mirador. Este lugar es perfecto para conectarse con la naturaleza y disfrutar de la belleza escénica que Mallorca tiene para ofrecer.