Los imprescindibles de Formentera

Por Mi familia viajera


formentera entre olas

Formentera es sinónimo de bienestar y de turismo sostenible. Desde el primer instante en el que el visitante se sube al ferry, sabe que va a un lugar especial en el que el tiempo parece haberse detenido, en el que las prisas y el estrés se relegan para dejarse enamorar de la calma y el sosiego que transmite la isla balear.

 

Desembarcar en Formentera es sumergirse en un ecosistema natural de aguas turquesas, playas vírgenes, acantilados coronados por faros y gastronomía deliciosa. Dicho con otras palabras, es dejarse seducir por la belleza hipnotizadora de la pequeña isla del archipiélago balear que no deja indiferente a nadie.

 

Formentera, la isla que hipnotiza con su belleza

Comenzamos por una de las playas más bonitas e idílicas de la isla, Ses Illetes. Sus aguas cristalinas, gracias a las praderas de posidonia que habitan el Parque Natural de Ses Salines, y sus arenas blancas, hacen de este arenal sea uno de los más hermosos del mundo. Muy cerca de Ses Illetes, en la parte más septentrional de la península de Es Trucadors, encontramos la interesante isla de S’Espalmador. Un islote al que solo se puede llegar en barco y en el que todo lo que hay que hacer es disfrutar del sol, la arena y de las agradables vistas del Mediterráneo que tendremos desde la bahía en forma de concha de S’Alga.

 


Pero no solo en el norte de la isla hay playas maravillosas. Encontraréis calas de norte a sur y de este a oeste. No debéis perderos la encantadora cala d’Es Mort escondida entre los 5 kilómetros de costa que tiene la playa de Migjorn. Ni pasar de largo sin acercaros a cala Saona desde la que tendremos algunas de las mejores puestas de sol de la isla y desde la que podremos alquilar un kayak y acercarnos a los acantilados de Punta Rasa y Punta des Bou. Y justo al otro lado de Formentea, se encuentra la animada playa de Es Pujols y la coqueta Es Caló, desde la que un agradable sendero nos acerca hasta el pequeño grupo de calas de arena de Ses Platgetes.

 

Y, si buscamos paisajes donde disfrutar con calma del ritmo pausado de la isla, no debemos dudar en recorrer las 32 rutas verdes que tiene Formentera de las cuales 28 son ciclables, alquilar un kayak para buscar en los acantilados cuevas submarinas o sumergirnos en la claridad de sus aguas para descubrir la gran vida marina que alberga la isla pitiusa.  Sin olvidar, las panorámicas de ensueño que nos brindan los acantilados y promontorios sobre los que están ubicados los Faros del Cap de Barbaria y La Mola.

 

Es Cap de Barbaria

 

Pero, no podemos abandonar la isla sin probar la rica y magnífica gastronomía de Formentera basada en productos mediterráneos y pescados. Una larga lista de especialidades locales hará las delicias de los más exigentes gourmets como el peix sec (pescado seco que se consume durante todo el año), la ensalada payesa, el frit de polp (frito de pulpo), los calamares en su tinta o el bullit de peix (guiso de pescado con patatas).

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