
El año pasado Baleària invirtió más de 3 millones de euros en la renovación de diversos salones de algunos de sus buques para mejorar la comodidad, con unos diseños modernos y acogedores. Un trabajo que lleva a cabo el equipo de Habilitación de la naviera, formado por 18 personas.
Dependiendo de los buques, se rediseñaron espacios comunes (como la recepción o el restaurante self-service), se incluyeron estaciones de carga eléctrica y se reemplazaron otros elementos, como mesas, suelos o tapicerías. Además, se instalaron más de 1.600 nuevas butacas, con unos modelos que mejoraron la comodidad de los pasajeros. Uno de los cambios más relevantes fue la conversión de una cubierta de garaje del ferry Nápoles en un nuevo salón con 600 butacas para pasajeros.
«El equipo de Habilitación se formó en 2009; en aquel momento eran dos operarios que realizaban las tareas básicas de mantenimiento de los barcos de la flota», explica Mª José Lorenzo, responsable de Habilitación, quien señala que «el departamento ha crecido tanto en número como en versatilidad y flexibilidad» de acuerdo con las necesidades que han ido afrontando. Se trata de un equipo polivalente y dinámico, que se ha formado en técnicas y métodos de trabajo y que es capaz de realizar rehabilitaciones completas de los interiores de los barcos. En los últimos años ha mejorado sus procesos trabajando juntamente con el departamento de Innovación.
Equipo de Habilitación en el fast ferry Cecilia Payne