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A Menorca en familia #MeVoySeguro

Por TURISME PETIT


Es innegable que son tiempos difíciles y que teniendo hijos debemos extremar las precauciones. Desde Turisme Petit hemos querido realizar este pequeño viaje post confinamiento para comprobar de primera mano que se puede viajar de forma segura si estamos atentos a las medidas de seguridad que aconsejan desde los diferentes organismos sanitarios. 

Una forma de aportar a nuestra economía es viajar a destinos cercanos, y pensamos que Menorca era un lugar perfecto para empezar. Estamos muy satisfechos con nuestra decisión.  

¿Cómo llegar a Menorca? 

Para nosotros era clara la elección. Necesitábamos un transporte que nos permitiera ir con nuestro coche ya que somos una familia de cuatro. Desde el principio Baleària fue nuestra opción,  ya que con ellos hemos viajado varias veces a Ibiza y a la península, siendo siempre nuestra experiencia positiva.  

Viaje a Menorca con Baleària. Fuente: Turisme Petit

Al ser nuestro primer viaje tras la cuarentena, teníamos algunas dudas sobre como debíamos proceder para realizar el embarque. Decidimos preguntarles antes de hacer la reserva y nos respondieron que podíamos estar tranquilos, que se habían tomado todas las precauciones necesarias para viajar de forma segura. De hecho, habían puesto en marcha la campaña #MeVoySeguro, un juego de palabras divertido, para animar a la gente a coger sus barcos. Asimismo, nos informaron de los protocolos que habían puesto en marcha para garantizar la seguridad de todos. 

Llegado el día pusimos rumbo a Menorca e hicimos la ruta Alcúdia – Ciutadella, teniendo la tranquilidad de que el ferry era uno de los medios más seguros para viajar con coche a la Isla y en familia. 

En primera persona comprobamos que se aplicaban los diferentes protocolos establecidos: habíamos podido sacar las tarjetas online para no bajar del coche, nos tomaron la temperatura antes de subir a bordo, todo el personal llevaba mascarilla y había gel hidroalcohólico en diferentes puntos estratégicos del barco.  

Lo mejor sin duda fue la puntualidad para salir y que tardamos poco más de una hora en desembarcar. El hecho de poder llegar en tan poco tiempo pensamos que es una ventaja para aprovechar bien los días. 

Viaje a Menorca con Baleària. Fuente: Turisme Petit

En este corto intervalo de tiempo estuvimos cómodamente sentados. Además, habían puesto letreros reservando espacios para grupos de cuatro, lo cual se agradece. El bar estaba abierto y había líneas indicando el lugar que debíamos ocupar en la cola. Y anécdota a parte, si alguien no iba con mascarilla o no la tenía correctamente colocada, un miembro de la tripulación amablemente indicaba que era su uso obligatorio. 

Para el regreso el protocolo era similar, pero al hacer tanta calor en la zona de embarque de coches, prefirieron que hiciéramos el embarque a pie excepto el conductor. Cosa que agradecimos. 

Qué ver en Menorca con niños 

Pero, ¿qué podemos hacer durante un fin de semana largo en Menorca? Aquí os dejamos algunos sitios que pueden ser de especial interés para hacer con niños. Lo primero que debemos saber es que todo está relativamente cerca. Si nos organizamos bien, podemos ver muchas cosas. El sur de la Isla es diferente al norte y eso le da un valor añadido. Los aventureros pueden elegir la zona norte con playas más vírgenes y menos transitadas. Los que prefieran más ambiente familiar pueden elegir el sur. 

Aquí os dejamos nuestras recomendaciones: 

Tres playas de Menorca: 

Playa de Son Bou: al sur de Menorca, es una amplia playa de arena, la más grande de este tipo y muy familiar. Tiene servicios básicos como duchas, baños y chiringuitos. No hay sombra y la particularidad es que se tarda en hacer fondo dentro del agua, siendo perfecta para niños pequeños. 

Cala de la Olla en Binisafua: al sur y muy cerca de Binibeca. Las famosas Ollas de Binisafua son piscinas naturales que se forman entre rocas. El agua siempre está tranquila y limpia, pero lo mejor es que está repleta de peces que nadan alrededor de la gente. Es de rocas y se recomienda llevar careta, tubo y zapatos de agua para hacer esnórquel.  

Cala de la Olla. Fuente: Turisme Petit

Playa de Cavalleria: está situada al norte, antes de llegar al famoso faro. Es 100% virgen, solo está la playa y a penas hay sombra. Tienen zona de aparcamiento y únicamente hay que caminar unos 15 minutos. Suele estar concurrida pero si avanzamos un poquito por la costa, encontraremos una zona tranquila.  

Los 5 faros más bonitos de Menorca 

No podemos irnos de Menorca sin al menos visitar algunos de sus 5 faros. 

Posiblemente uno de los más bonitos es el Faro de Cavalleria, en la parte central-norte de la Isla. Además, dentro de las playas recomendadas os hemos comentado la cercanía de la Playa de Cavalleria. Por la noche es un lugar muy frecuentado para ver una de las mejores puestas de sol que podemos ver en las Baleares.

Faro de Cavalleria. Fuente: Turisme Petit

Los otros 4 faros que también recomendaríamos ver son:  

  • Faro de Artrux: situado en el extremo suroccidente de la isla, en el cabo del mismo nombre. 
  • Faro de Punta Nati: está a poco más de 6 km de Ciutadella, en el extremo noroeste de la Isla. Esta a 42 mts del nivel del mar. 
  • Faro de Favàritx: este está a 17 km de Mahón, en el extremo noreste. Le caracteriza su torre de 28 metros de color blanco y una banda negra en espiral.
  • Faro de la Isla del aire: se encuentra situado en la Isla del Aire, frente a la costa sudeste de Menorca​, frente a la urbanización de Punta Prima, perteneciente al municipio de San Luis.

TEXTO Y FOTOS: TURISME PETIT

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Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry
Planeta sostenible

Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry

Navegar por el Estrecho es un espectáculo para los sentidos. Sonoro, por las olas del mar que hacen bailar al buque a su son; olfativo, por el olor a brisa marina; pero, sobre todo, visual.   El paisaje que presenta la travesía ve incrementada su belleza por las especies marítimas que se pueden descubrir con tan solo pasar un rato mirando el horizonte desde cubierta. Delfines comunes y listados, rocuales comunes, cachalotes… son compañeros habituales de las rutas que realizan los buques de Baleària por el estrecho de Gibraltar. Un entorno que investigadores aprovechan como plataforma científica para realizar censos de especies marítimas a bordo.     Observadora avistando     Los ferries, medio para estudiar los cetáceos Gracias al acuerdo alcanzado en 2018 entre la Fundación Baleària, investigadores de la Universidad de Cádiz y la Asociación Ecolocaliza-TE, se han realizado ya 142 avistamientos de más de 3.000 cetáceos entre delfines y ballenas. Estos estudios se enmarcan dentro del proyecto común denominado 'Los ferries, medio para estudiar los cetáceos' y está coordinado por la bióloga marina Alessia Scuderi. «Es importante realizar este tipo de investigaciones ya que aumenta nuestros conocimientos sobre estas especies protegidas permitiendo un monitoreo a largo plazo que cubre todas las temporadas, llevándolo a cabo de forma sostenible a través de los ferries de Baleària», afirma.     Cría de un mes de delfín mular     Una vez finalizada la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Asociación Ecolocaliza-TE ha reanudado los censos de monitoreo en el que participan voluntarios y voluntarias a bordo del Passió per Formentera o el Poeta López Anglada. «Queremos agradecer la implicación de los tripulantes de los buques involucrados, por la increíble acogida y el interés que demuestran cada vez que nos embarcamos», comenta Scuderi.     Delfín común


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Avistamientos de fauna marina en familia
Planeta sostenible

Avistamientos de fauna marina en familia

  Aprender a observar el mar Mediterráneo, conocer a través de la experiencia personal las diferentes especies de fauna marina que en él habitan.   Un grupo de empleados de Baleària, junto con familiares y amigos, recientemente pudieron comprobar de primera mano en qué consisten las tareas de observación y conservación del medio marino a bordo del ferry Nápoles. Para muchos jóvenes grumetes también era su primer viaje en barco, por lo que «la experiencia fue doblemente emocionante», comenta Laia Bort, responsable de Consignaciones de Barcelona.   Esta experiencia es fruto del convenio de colaboración entre la Fundació Baleària y la Generalitat de Catalunya, de tal forma que la naviera pone a disposición de dicha entidad su flota que opera desde Barcelona a Baleares para el estudio de la biodiversidad marina. Cada mes realizan un viaje de avistamiento de media. A continuación te contamos la experiencia que compartieron con empleados de la naviera.     Viaje de ida: rumbo a Ibiza La expedición partía un viernes por la noche, desde el Port de Barcelona hacia Ibiza. Los participantes fueron recibidos por el personal de a bordo y se les acomodó en diferentes camarotes. Pasaron la noche navegando y por la mañana tuvieron tiempo de almorzar en Ibiza y descubrir los encantos de Dalt Vila, el casco antiguo de la ciudad, antes de embarcar de nuevo, y aprovechar el viaje de vuelta del mismo buque para realizar la observación durante el día.     Ricard Gutiérrez, durante la charla divulgativa previa al avistamiento     Viaje de vuelta: Aprender a observar el mar Repartidos en dos turnos, los 20 participantes de este avistamiento recibieron primeramente una charla instructiva sobre la labor que realiza la Generalitat en el estudio y control del número de especies que habitan en el Mediterráneo. Además, se les explicó las diferentes características de las que comprenden el ecosistema marino autóctono. Una vez adquiridas las nociones básicas, visitaron el puente de mando del Nápoles para realizar la observación. Gracias al buen estado del mar, las medusas, peces luna, delfines rayados y aves marinas se dejaron ver fácilmente provocando el asombro de los asistentes. Pero, además, tuvieron la suerte de poder ver ejemplares que por sus características causan más admiración. Sin duda, las estrellas de la jornada fueron una tintorera (tiburón azul),  que avistó muy cerca del ferry una joven visitante, y dos ejemplares de rorcuales comunes, la segunda ballena más grande del mundo, que se dejaron ver a 30 millas náuticas de la llegada al puerto barcelonés.     Fumareles comunes migratorios fotografiados durante el avistamiento (foto: Ricard Gutiérrez)     Durante la jornada, y contando con las sesiones de los dos grupos, se observaron 4 especies de tiburones y túnidos (tintorera, marrajo, pez espada y atunes), 4 de cetáceos (2 rorcuales, 9 calderones grises, un delfín mular y 117 delfines listados), 7 especies de aves marinas (gaviota patiamarilla, pardela balear, fumarel común, gaviota enana, paíño mediterráneo, frailecillo y pardela mediterránea) y 2 aves terrestres migratorias (bisbita arbóreo y golondrina común). «El record anual. No solo por ‘la mar llana’, como se suele decir en términos marítimos, que hubo ese día, sino también por la precisión de los observadores marinos que demostraron tener conocimientos de los habitantes del Mare Nostrum», afirma Ricard Gutiérrez, técnico de fauna litoral y marina de la Xarxa de Rescat de Fauna Marina de la Generalitat.     Delfines avistados durante la jornada (foto: Ricard Gutiérrez)   Laura Sánchez, Comercial de la zona de Catalunya, quien repetía por segunda vez la expedición en familia, califica la experiencia de «muy gratificante porque ayuda a observar el mar con detenimiento y a conocer las diferentes especies a través de la experiencia vivida». Además, todos los participantes coincidieron en que es una actividad que permite relacionarse con compañeros de trabajo fuera del ámbito laboral.     Durante la jornada se avistaron un total de 115 especies


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