
Nuestro vecino del sur tiene muchos encantos conocidos: Marrakech, Casablanca, Tánger, Rabat... todos en el occidente del país.
Sin embargo, también hay un Marruecos por descubrir hacia el oriente, en la frontera con Argelia: el que representa Nador. Explorar Nador, uno de los puertos más importante de Marruecos, es una experiencia que mezcla la tranquilidad de sus playas, la riqueza natural de sus reservas y la vibrante cultura rifeña. En dos días, puedes sumergirte en la esencia de esta ciudad costera, disfrutando de su entorno natural y su exquisita gastronomía. Aquí te presentamos una propuesta para descubrirla en 48 horas.
Día 1:
10:00
Lo primero, las playas. Para aclimatar el cuerpo y la mente hay que sumergirse en el Mediterráneo. La playa de Boucana tiene arena fina y agua cristalina, mucho sol, mucho mar. Una playa larga donde pasear sin límite, o tumbarse a merced de la brisa. También se pueden practicar deportes acuáticos como el snorquel y el paddle surf. Otra opción, un poco más lejos, es la playa de Charrana, recogida y más pequeña, en una bahía donde los barquitos pesqueros puntillean la vida local.
Panorámica de Nador y Mar Chica desde el monte Gurugú
13:00
Visita al lago Mar Chica, uno de los más grandes del norte de África. A solo unos minutos del centro de Nador, se encuentra Mar Chica. Este lago salino, separado del Mediterráneo por un estrecho banco de arena, es uno de los más grandes de África del Norte. Puedes pasear por sus orillas, observar aves migratorias o, los más aventureros, alquilar un kayak y explorar sus aguas tranquilas. La biodiversidad de Mar Chica es abundante, con flamencos y otras aves acuáticas que añaden un color vibrante al paisaje.
17:00
El epicentro del comercio y la vida: el zoco local. Después de disfrutar, navegar, pasear por el lago, dirígete al zoco de Nador para experimentar el bullicio de los mercados locales. Aquí encontrarás de todo, desde especias y productos frescos hasta artesanías y textiles. El recorrido debería incluir probar las aceitunas locales, comprar algunos recuerdos y conversar con los jóvenes y adultos que atienden los puestos. En el zoco se aprende el ritmo de una ciudad. Aprovecha también esta visita para descubrir la Iglesia de Santiago el Mayor, resto del pasado cristiano de la ciudad.
Zoco en el centro de Nador
20:00
Hora de cenar: gastronomía rifeña. Para terminar el primer día, recuperar brío y energías, disfruta de una cena en uno de los muchos restaurantes locales que sirven cocina rifeña en el centro de la ciudad. Prueba platos típicos como el tajine de cordero, el cuscús con verduras y el pescado fresco del Mediterráneo. Además, no te olvides de degustar el tradicional té de menta marroquí y de paladear los muchos dulces que lo acompañan: una experiencia culinaria completa.
Día 2:
09:00
Descubre la Reserva Natural de Kariat Arkmane. Comienza tu segundo día con un buen paseo en la Reserva Natural de Kariat Arkmane, ubicada a unos 25 kilómetros al sur de Nador. Este santuario natural es hogar de una gran variedad de aves y ofrece rutas de senderismo para todos los niveles: prepara tu cámara de fotos y llévate recuerdos de la fauna y flora local: garzas, tortugas, estorninos y monos de Berbería, (también conocidos como 'macacos de Berbería' o 'monos de Gibraltar') rodeados de adelfas, higueras y palmas datileras.
12:00
Visita (y almuerzo) a Ras el Ma. Más allá de la Reserva Natural de Kariat Arkmane, en la misma dirección, aparece Ras el Ma: un pequeño pueblo pesquero cercano a Nador, conocido por sus impresionantes vistas del mar y sus playas tranquilas. Es el lugar perfecto para disfrutar de una atmósfera relajada. Hay muchos restaurantes y establecimientos frente al mar. Es un pueblo con muy poco turismo, por lo que la experiencia será completamente local. Los mariscos frescos son la especialidad: gambas y camarones, así como pulpo, mejillones y calamares. Después del festín se puede caminar hasta el histórico faro de Ras el Ma, que ofrece vistas panorámicas del Mediterráneo, este mar nuestro que separa y une dos continentes.
Tajine de verduras
16:00
Arquitectura y mezquitas fascinantes. Después de un breve paso por el hotel es el momento de conocer las joyas de Nador: sus mezquitas. En la zona de la medina, donde las calles estrechas se arremolinan y forman hermosos laberintos, la arquitectura tradicional desborda las miradas de los visitantes. Las mezquitas son ejemplo de sentido estético y espiritual: caligrafía árabe en las paredes, muchos patrones geométricos y tejidos colgantes de difícil manufactura. La mezquita
principal, la Grande Mosqueé, es una de las más grandes de Marruecos y tiene un minarete de 60 metros: apunta al cielo, marca el rumbo de la fe. También tiene visita obligada la de Haj Mustafa,
cuyo minarete rivaliza con la anterior. Entrar en una mezquita es una experiencia hermosa, encontrarás un lugar de reflexión y contemplación.
19:00
Atardecer en el paseo marítimo. A medida que el sol duerme, el paseo marítimo despierta. La Corniche es el nombre del nuevo malecón, reformado, de varios kilómetros de largo. Es ideal para paseos relajados con vistas al mar. Hay jardines y parques infantiles, y en algunos puntos encontrarás cafés y restaurantes. La gente local viene a bañarse aquí durante el atardecer. Incluso, si tienes suerte, puedes encontrar una demostración de música y danza rifeña que muestra la rica
herencia cultural de esta región. Es la hora de despedirse de Nador, y de celebrar lo visto y aprendido con una última taza de té verde y hierbabuena fresca. Dulce, calentito y familiar. Nador deja el mismo sabor que una buena taza de té.
Playa de Charrana
Melilla
Descubre la ciudad de las siete colinas
La Ciudad Autónoma de Melilla, puerto de los ferries de Baleària, es otra de las puertas de entrada al norte de África. Sus murallas renacentistas, mercados y gastronomía reflejan la convivencia entre Europa y África. En la también conocida como ciudad de las siete colinas se entrelazan culturas (fenicios, romanos, vándalos, bizantinos y árabes han pasado por allí) y estilos arquitéctónicos diversos, con sus más de 900 edificios modernistas y art déco.