Rodalquilar, en el corazón de Cabo de Gata


La minúscula y tranquila localidad almeriense de Rodalquilar se convierte en un excelente punto de partida para explorar las calas de la zona y disfrutar de los más exquisitos productos locales. Los sabores definen a Cabo de Gata, en la provincia de Almería, de la misma forma que lo hacen sus playas cristalinas, sus tierras blancas, sus calas o sus áridos paisajes, que en conjunto le valen para ser declarado como Reserva de la Biosfera por la Unesco. Las rosadas y pequeñas quisquillas son, quizás, el mejor ejemplo por su excepcionalidad y sabor, pero valen también los mejillones, el pulpo, el lenguado, la gamba blanca de Motril, los salmonetes o cualquier pescado de roca. Uno de los mejores lugares para adentrarse en la idiosincrasia de este Parque Natural es Rodalquilar, una pequeña localidad dependiente del municipio de Níjar, con menos de 200 habitantes censados. Un pequeño paraíso en el corazón del paraje, tranquilo incluso en pleno verano y con uno de los establecimientos con más carisma de la zona: La Despensa. [gallery size="full" link="none" columns="2" ids="1533,1534"] Rodalquilar cuenta como suya una de las mejores playas del cabo: El Playazo. Amplia, cristalina, accesible para toda la familia y con un sector para practicar el nudismo. Eso sí, también quedan muy cerca de allí, a apenas unos minutos, una serie de calas –algunas muy difíciles de encontrar, para lo bueno y lo malo- hasta la Isleta del Moro, al sur, donde volvemos a encontrar largas playas, al igual que en San José y su amplia costa (Los Genoveses, El Mónsul, Barronal…). Pero es el paseo hacia el norte el que más sorpresas depara. La primera parada obligatoria es en Las Negras, una pequeña localidad más abierta al turismo y con un mini paseo marítimo de apenas unos metros desde el que disfrutar a lo grande de las puestas de sol junto a La Bodeguiya, un bar con tanto encanto como poco espacio. Su playa, así como la cercana Cala de San Pedro, es, como todas las de la zona en general, un gustazo para disfrutar del submarinismo, ya sea con bombonas o a modo más amateur con snorkel. [caption id="attachment_1531" align="aligncenter" width="1000"] Cala de los Muertos[/caption] La carretera continúa después más hacia el norte y es buena idea desviarse hacia Agua Amarga, localidad ya más abierta al turismo. Desde allí está a tiro de piedra la Cala de los Muertos, una de las playas más famosas de la zona, bastante ajetreada y ya en el municipio de Carboneras, pero a la que merece la pena llegar aunque suponga un paseo de 20 minutos por un pequeño sendero. Ignacio Sánchez  | Periodista

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