La festividad de San Juan marca el inicio de la época estival. Así viven algunos de los #DestinosBaleària la bienvenida al verano.
Málaga
Coge papel y lápiz. Escribe tus deseos y, en la medianoche del 23 al 24 de junio, quémalos en una hoguera en la playa. Dice la tradición que se cumplirán. Por eso miles de malagueños siguen manteniendo esta costumbre que se une a la de saltar a través de las llamas para purificarse. También la de quemar ‘júas’. Se trata de muñecos realizados con deshechos, telas en desuso o trapos que son consumidos también en el fuego para simbolizar que algo negativo desaparece.
Las fiestas de San Juan son una de las citas más esperadas del verano malagueño y se celebran a lo largo de toda la Costa del Sol con conciertos, veladas y fiestas junto al Mediterráneo. En muchas playas, además, está permitida la celebración de ‘moragas’, que son como barbacoas, pero en plena playa y donde nunca podrán faltar las sardinas. ¡Buen provecho!
Menorca
Difícil imaginar un entorno mejor que el de Ciutadella, en Menorca, para celebrar Sant Joan. Las fiestas suponen uno de esos eventos que hay que vivir en primera persona alguna vez en la vida. Porque no hay nada como ver a los verdaderos protagonistas: caballos engalanados dirigidos por sus jinetes que alzan sobre sus patas traseras para mostrar poderío y nobleza.
Además, durante la festividad de Sant Joan en Ciutadella hay una romería y una singular guerra de avellanas, además de numerosos juegos medievales ecuestres mientras cae el sol. Tampoco hay que perderse el castillo de fuegos artificiales que habitualmente ilumina la noche del 24 de junio. Siempre merece la pena escaparse en algún momento a descansar y disfrutar de algunas de las playas y pequeñas calas que esta isla ofrece.
Alicante
Les Fogueres de Alicante son parte de la historia de la ciudad. Es una tradición que se remonta al siglo XIX. Los primeros días son los perfectos para conocer las singulares esculturas efímeras hechas de madera, cartón y corcho que arderán en la noche más larga del año. Pero hasta el lunes desarrollarán un amplio programa festivo que se extiende a todos los barrios. Cada distrito despierta con pólvora y petardos por las mañanas, siempre pendiente del jurado que evalúa los ninots y con ganas de sorprender a los miles de turistas que se acercan cada año a Alicante.
Las jornadas incluyen espectáculos pirotécnicos, música, desfiles, pasacalles, trajes típicos y ofrendas florales a la Virgen del Remedio. Todo ello hasta el momento más importante, la quema de Les Fogueres, denominada ‘Cremà’, que tiene lugar en la medianoche del día 24.
Tarragona
El fuego, la música y los ‘castells’ son la base de la fiesta de Sant Joan en Tarragona. Hay baile de diablos, espectáculos, agrupaciones de ‘xiquets’, hogueras y, por supuesto, ganas de diversión. Los principales actos se realizan en el barrio marinero del Serrallo, donde se realiza la llegada de la llama del Canigó. Y, también, ‘cremà’ para la quema de cada ninot. También hay agrupaciones de bailes y pasacalles en la Rambla Nova.
Tenerife
En la isla de Tenerife hay dos lugares en los que se celebra esta festividad de manera especial. Uno es Puerto de la Cruz, donde se engalanan las fuentes públicas del municipio, se encienden hogueras en la arena e incluso se hace el llamado ‘baño de las cabras’ en el muelle pesquero la ciudad. Esta tradición procede de los guanches, quienes la ejecutaban en el solsticio de verano y de la que se puede disfrutar a primera hora del día 24.
Otro punto de especial interés es Punta del Hidalgo. Allí la festividad se conoce popularmente como ‘San Juanito’. La tarde del 23 se celebra el XXIV paseo romero y la del 24 la llamada procesión en la playa. En ella, jóvenes del pueblo toman la imagen del santo y la llevan a hombros hasta el mar acompañados de rondallas lugareñas. Allí, el patrón se convierte en testigo del encendido de hogueras junto al mar, en las que se queman los recuerdos de los que cada uno quiere despedirse.
Ignacio Sánchez | Periodista