Las aguas turquesas de blanca arena atraen cada año a miles de visitantes a Ibiza y Formentera. Estas dos islas, además, presentan un entorno paisajístico singular debido a sus características ambientales: islotes, sistemas dunares o acantilados con extremas dificultades de habitabilidad por su alto grado de insolación, salinidad y poca disponibilidad de agua. Este entorno tan propio provoca que se desarrollen  diferentes formas de vida que son únicas en el mundo, lo que en biología se entiende  como endemismos. Estas especies endémicas tienen un gran valor natural, ya que enriquecen la biodiversidad, pues son parte esencial de la naturaleza del entorno y además, muchas de ellas pueden tener valores aplicados, como es el caso de las 662 especies que se utilizan en Baleares con fines medicinales, de las caules 26 son endémicas. Por otra parte, la intrusión de especies introducidas que compiten por su nicho ecológico: depredadores, plagas, destrucción del hábitat... hacen peligrar el delicado equilibrio de los ecosistemas insulares y sus preciados endemismos. En las Pitiusas encontramos numerosos ejemplos que enriquecen la biodiversidad y merecen toda la atención a la hora de ser conservados y estudiados, tanto a nivel de fauna, como de flora.   ‘Sargantana pitiusa’ Quizás la más conocida de estas especies sea la lagartija (en catalán ‘sargantana’) de las Pitiusas ( Podarcis pitysensis); se trata de una especie endémica con diferentes subespecies en los islotes adaptadas a las características concretas de su entorno, y que muestran una completísima gama de colores desde el verde azulado, casi turquesa, hasta coloraciones marrones oscuras. [caption id="attachment_2577" align="aligncenter" width="1000"] Ejemplar de lagartija de Formentera Podarcis Pityusensis[/caption]   La curruca balear La curruca balear ( Sylvia balearica) tiene su hábitat en el Parc Natural de Ses Salines. Esta ave es principalmente insectívora y no abandona el archipiélago balear en invierno. Gineta La gineta ( Genetta genetta), es un animal originario de África e importado para su uso en la práctica de la caza, que habita en los bosques de Ibiza. Se adaptó a este medio dando una nueva especie, de menor tamaño que la original y se caracteriza por sus saltos y brincos de un árbol a otro.   Rata de cola blanca Mucho menos conocida es la rata de cola blanca ( Eliomys quercinus) de Formentera, con coloración blanca, marrón y negra, que le da una apariencia muy peculiar.   La Posidonia oceanica Esta planta acuática es endémica de todo el mar Mediterráneo, pero sin duda, alcanza su máximo esplendor en el mar pitiuso y es la responsable de sus aguas turquesas cristalinas. En peligro de extinción en la actualidad, las praderas existentes entre Ibiza y Formentera fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999. [caption id="attachment_2578" align="aligncenter" width="1000"] Foto: Manu Sanfélix.[/caption]   Flora autóctona singular En los parajes más inhóspitos es donde mayor número de plantas singulares podemos encontrar. En los sistemas dunares, en márgenes de humedales, fisuras húmedas y ombrías de acantilados o en zonas de torrentes son numerosos los ejemplos: la Diplotaxis ibicensis, que presenta flores amarillas y puede alcanzar el medio metro de altura; la Silene hifacensis, con pequeñas flores de pétalos rosados agrupadas; o la Delphinium pentagynum, un endemismo exclusivo de Formentera reconocible por sus grandes flores violáceas. Para disfrutar de todas estas especies endémicas y conocer su entorno y peculiaridades, basta con pasear por la zona de Es Amunts o del Parque Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera, así como visitar sus centros de interpretación o los islotes que rodean las Pitiusas, siempre con excursiones programadas, ya que están protegidos. Marga Serra | Bióloga marina   https://www.instagram.com/p/BQkzeUShl5e/?tagged=diplotaxisibicensis