La semana que València no duerme

Por Jorge Fontestad


Las Fallas son un compendio de música y color, pólvora y ruido, arte y crítica, donde se celebra el cambio de estación, y se reducen a cenizas las miserias humanas representadas en los ninots, simbólico ritual que se escenifica en la cremà. [caption id="attachment_423" align="aligncenter" width="400"] Ninot faller Ninot faller[/caption] En la edad media, los carpinteros tenían la costumbre gremial de quemar los restos de todo el año en una hoguera, honrando a su patrón, San José. Festejaban la llegada de la primavera. A principios del siglo XVII, los vecinos se sumaron a esta tradición aportando trastos y ropa vieja; con ella "vestían" los candiles de los carpinteros, caricaturizando a vecinos, representando chismes o sucesos grotescos ocurridos en el barrio, en tono divertido y jocoso. Con los siglos, esta costumbre se fue afianzando, extendiendo la crítica al sector burgués y al clero, hasta que en el primer tercio del siglo XX las Fallas adquirieron la importancia de la que gozan actualmente. [caption id="attachment_421" align="aligncenter" width="600"] Falleras Vestidos tradicionales de las Falleras[/caption] Durante la semana fallera, del 14 al 19 de marzo, las calles valencianas se engalanan con luces y banderolas, las comisiones plantan sus monumentos –cerca de sus casales falleros, donde se reúnen día y noche–, y los niños se divierten tirando petardos a todas horas. Los actos falleros son numerosos: la mascletà en la Plaza del Ayuntamiento, la plantà de las fallas la noche del 15, la despertà con unos petardos sin mecha llamados tro de bac, la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, los castillos de fuegos artificiales, la recogida de premios a las mejores fallas, la cabalgata del fuego, y la cremà, último acto donde se queman los monumentos y que concluye la fiesta. [caption id="attachment_422" align="aligncenter" width="600"] Petardos a punto para la 'despertá' Petardos a punto para la 'despertá'[/caption] Entre tanto, las comisiones organizan en sus calles conciertos, charangas, concursos de paellas, cucañas, danzas populares, juegos infantiles, que se entrelazan a las comidas y cenas en los casales, donde lo último que se piensa es en irse a dormir. Las Fallas de València, han sido declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2016, reciben más de un millón de visitantes cada año, y numerosas guías del mundo las sitúan en los primeros puestos del ranking de fiestas de todo el planeta. Autor | Jorge Fontestad

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