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Mallorca: los secretos del bosque de Bellver
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Mallorca: los secretos del bosque de Bellver

Por Joan Carles Palos Nadal


Mallorcab

 

El bosque de Bellver se considera Parque Histórico Natural, y es de titularidad municipal desde 1931.

 

Ocupa una superficie de 126 hectáreas y es el espacio de dominio y uso público más extenso de Palma. Se encuentra a tan solo 3 kilómetros del centro de la ciudad y se puede acceder en transporte público.

 

Sa Pujada

El camino original al Castillo de Bellver parte de la plaza Gomila. Por la calle de Bellver, entre modernas construcciones de los años 70 y bellos edificios modernistas de principios del siglo XX, llegamos al acceso principal y más antiguo del interior del bosque que viste la montaña conocida como El puig de la Mesquita (topónimo recogido en época medieval). Esta vía fue construida en 1859, sobre el viejo trazado original, con motivo de la visita de la reina Isabel II a Palma. La escalinata, larga y empinada, que tenemos justo enfrente es la que se conoce popularmente como Sa pujada y constituye un paseo muy concurrido por deportistas y visitantes.

 

 


Capilla de San Alonso Rodríguez

Se encuentra a medio camino, entre el portal del bosque de Bellver y el castillo, a mano derecha de Sa pujada. La capilla de San Alonso Rodríguez fue construida entre 1883 y 1885 en el lugar donde, según una tradición local, la Virgen María se le apareció al santo portero de Monte Sión (conocida iglesia y convento de los jesuitas en el centro histórico de Palma desde el siglo XVI), hacia el año 1572, para secarle el sudor y aliviarle de un súbito malestar que a punto estuvo de acabar con su vida.

 

 

 

El Castillo de Bellver

Concebido como residencia real, el Castillo de Bellver se halla situado sobre un montículo a 112,6 metros de altura sobre el nivel del mar, dominando la bahía y gran parte de la isla de Mallorca. Su construcción se inició en 1300 por orden de Jaime II, rey de Mallorca. Los trabajos de la mole duraron nueve años y los de ornamentación se terminaron más tardíamente.

 

 

Las Cuevas de Bellver

Todo el material necesario para la construcción del castillo -miles de sillares de marés (arenisca)- se extrajo de unas canteras situadas en el interior mismo de la montaña, a unos 35 y 70 metros por debajo del patio de armas. Ocupan una superficie de 30.000 m2 y sus accesos se encuentran próximos a las instalaciones de la sección montada de la Policía Local de Palma (acceso a pie por la esplanada del aparcamiento superior). Durante la Guerra Civil (1936-1939) se habilitaron como almacén militar de combustible y munición. Actualmente no se pueden visitar porque no reúnen las condiciones de seguridad necesarias para grandes grupos de personas.

 

 

 

Un polvorín del siglo XVII

Des de la esplanada de juegos infantiles podemos salir al barrio del Terreno -conocido así por haber sido edificado a mediados del siglo XIX sobre un terreno del Real Patrimonio del Estado- y regresar a la plaza Gomila por la calle Polvorín, topónimo que nos remite a la posible existencia de un almacén de munición en el siglo XVII (1686) en el interior del bosque de Bellver. Durante este breve recorrido podemos identificar las casas que ocuparon en tiempos pasados importantes escritores y artistas de la talla de Santiago Rusiñol, Gertrude Stein o el nobel español Camilo José Cela Trulock.

 

 

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