Dénia: Ciudad Creativa de la Gastronomía


Disfrutar de rutas en plena naturaleza, descubrir su centro histórico, pasear por sus impresionantes calas y extensas playas de arena o saborear platos con prestigio internacional. Son solo algunas de las propuestas que Dénia tiene para este invierno.

Día 1:

07:00

Senderismo por el Montgó. El invierno, lejos del calor del verano, es el mejor momento para realizar una ruta de senderismo por el Parque Natural del Montgó. El imponente macizo de 753 metros de altura ofrece espectaculares vistas del mar, ya que se halla junto a la costa, y se pueden hacer rutas de diferentes dificultades. Este día, la ruta será corta.

11:00

Almuerzo en el Mercat Municipal. Tras la caminata matutina, regresaremos al centro de Dénia para ir al mercado municipal. Un mercado como los de antes, conocido por los locales como la plaça. Con una amplia oferta de puestos de venta de alimentos frescos (verdura, pescado, carne, además de panaderías y pastelerías, entre otros), tiene cuatro bares que
son de visita indispensable. La especialidad: el bocata de sepia o el de figatells (una mini hamburquesa de cerdo con especias), un suculento bocado para comprobar de primera mano el significado del almuerzo valenciano.

La ciudad de Dénia vista desde el Montgó.​

12:00

Paseo por el casco antiguo. Son varias las opciones que hay para disfrutar del casco histórico de Dénia. Puesto que no es muy grande, se puede ir caminando a todos los sitios. El castillo es el principal atractivo, con huellas de diferentes épocas, el museo arqueológico y unas bonitas vistas. Es una de las mejores opciones, pero también se puede optar por otros lugares, como el barrio marinero o el barrio de Les Roques, al pie de la fortaleza.

14:30

Comer en Les Rotes. Entre los platos más tradicionales de Dénia se halla la
gamba roja, una amplia variedad de arroces (entre el que destaca el arròs a banda), mariscos y pescados, las cocas de la Marina –saladas y dulces–, el pulpo seco y otras delicias. No en vano es Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO. Su amplia oferta de restaurantes (unos 400), así lo demuestra. En esta ocasión cogeremos el coche para probar
alguno de los que se sitúan en Les Rotes, al borde del mar, en la zona más rocosa del litoral dianense.

Una de las últimas calas de la playa de Les Rotes.​​

 
17:00

Reserva marina. Tras disfrutar de la comida y de la sobremesa, podemos realizar una bonita caminata para estirar las piernas por la costa. Aprovechando el paseo marítimo de unos cuatro kilómetros que hay a lo largo de toda la playa de Les Rotes, se puede observar como el mar golpea las rocas mientras se disfruta de uno de los lugares más llamativos de Dénia. Esta zona del litoral está protegida por la gran variedad de fauna y flora que habita en ella. Es la Reserva Marina del Cap de Sant Antoni.

Día 2:

10:00

Les Marines. Los 20 kilómetros de playa de arena que tiene el norte del litoral dianense invitan a dar un paseo matutino. Aunque el agua esté fría, vale la pena quitarse los zapatos y los calcetines para disfrutar del tacto de la arena en los pies.

12:00

Cultura e historia. Muchos destinos turísticos permiten al visitante enriquecerse culturalmente, y Dénia no iba a ser menos. La ciudad cuenta con varios museos, pero la visita en esta ocasión se centra en los más cercanos al puerto: el Museo del Joguet y el Museu de la Mar, situado en la antigua lonja de pescado y que muestra la parte más marinera de la ciudad y su larga historia como puerto de comercio y pesca.

La capital de la Marina Alta cuenta con numerosos museos.​​​

 

14:30

‘Arròs a banda’. Este arroz lo elaboraban tradicionalmente los marineros en sus barcas y se llama a banda porque antiguamente se servía el pescado por un lado y el arroz por el otro. Actualmente se sirve todo junto, en la paella en la que se ha cocinado. Es, sin duda, uno de los platos más históricos de Dénia y se puede disfrutar de él en gran parte de los restaurantes de la ciudad.

16:40

Mercat del Riurau. Como punto final al viaje, se puede coger el coche y desplazarse hasta Jesús Pobre, un pequeño pueblo dependiente administrativamente de Dénia, situado a unos 10 kilómetros. Allí,
todos los domingos se organiza un mercado que en los últimos años ha adquirido fama entre visitantes de diversos puntos del territorio valenciano: el Mercat del Riurau. Allí se puede comprar verdura y
fruta de agricultura ecológica y sobre todo se pueden degustar manjares típicos de la zona y que servirán para endulzar el paladar como la coca maria o los pastissets de moniato. Es una buena forma de poner la guinda a un fin de semana gastronómico en Dénia.

ENTORNO NATURAL

LA VÍA VERDE

Una buena opción para pasear o realizar cicloturismo es la vía verde, que recorre el trazado del ferrocarril que circuló entre Dénia-Gandia y formó parte de la línea Dénia-Carcaixent, el ferrocarril de vía estrecha más antiguo de la península, que estuvo 90 años en funcionamiento. Su primer tramo, que va de Dénia a El Verger, tiene 6,5 kilómetros de longitud, dificultad baja y transcurre por un paisaje principalmente agrícola, envuelto por campos de naranjos, almendros y hortalizas y flanqueado por las siluetas de dos montañas emblemáticas de la Marina Alta: el Parque Natural del Montgó y la Sierra Segaria.

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