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Cova Tallada en Dénia, una catedral en el mar


Una asombrosa combinación entre la acción de la naturaleza y la del hombre ha dado como resultado la Cova Tallada, una gruta de gran belleza situada a orillas del Mediterráneo bajo los acantilados del Montgó y a la que se puede llegar tanto por tierra como por mar. Pocos privilegios existen en el litoral mediterráneo como el de contemplar un atardecer desde la Cova Tallada, una gruta a ras de mar enclavada en plena reserva marítima del cabo de Sant Antoni, en el litoral del Montgó, y que marca el límite geográfico entre Dénia y Xàbia. Aunque la cueva se formó por causas naturales, fue ampliada por el hombre, que –al menos desde época medieval– la excavó para obtener piedra tosca  para la construcción de edificios que era tallada en bloques y transportada en barcazas hasta los puertos de ambas ciudades. El resultado, una auténtica catedral de agua y piedra que mereció incluso la visita de un rey –Felipe III practicó allí la pesca cuando estuvo en Dénia de viaje de bodas– y cuyas caprichosas formas rocosas se asemejan efectivamente a los arcos, columnas y contrafuertes de un templo gótico. Pasadizos de rocas permiten alcanzar a pie las estancias más remotas de la gruta, que también dispone de depósitos o marmitas con el agua dulce que el Montgó ha ido filtrando desde tiempos inmemoriales. Por tierra, a la cueva se puede acceder desde dos sendas procedentes de Xàbia y Dénia. Esta última es la más sencilla para el caminante y permite contemplar antes la Torre del Gerro, alzada en la cima de la montaña en tiempos de Carlos I con el fin de vigilar el merodeo de piratas berberiscos por estas costas. También es posible alcanzar la cueva desde el mar, en kayaks o motos de agua. Sus aguas cristalinas son idóneas para la práctica del buceo o del snorkel y cobijan con mimo un impresionante ecosistema marino de flora y fauna. La gruta está formada por diferentes salas y galerías, la más grande de las cuales tiene unos 75 metros de ancho y 10 de altura. Dispone de cinco bocas o entradas por las que el mar penetra en la cavidad hasta conformar lagunas de agua salada que van cambiando de tonalidad según el reflejo de la luz. Arturo Ruiz | Periodista 
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Talento femenino que marca el rumbo
Historias del mar

Talento femenino que marca el rumbo

  Durante años el mar ha sido territorio de hombres, y ahora cada vez son más las mujeres que desarrollan su carrera profesional en puestos de marinería y de puente en los barcos.   Ya es una realidad, las mujeres están tomando el mando de los buques. Y eso se nota al embarcar en cualquiera de los barcos de Baleària, en los que cada vez es más común ver a mujeres con uniforme dirigiendo la operativa de embarque o con mono de trabajo, herramienta en mano, listas para desempeñar su trabajo a bordo. Las carambolas del destino y de la distribución de las tripulaciones han hecho que el ferry Abel Matutes hay contado con un puente de mando y una sala de máquinas representados mayoritariamente por mujeres.   Pero los inicios de las mujeres en los puestos de Puente y Máquinas (también llamado 'Deck and Engine') no fueron fáciles. «No era usual ver mujeres en el barco. Durante mucho tiempo fui la única», nos cuenta Marga Rodríguez, jefa de máquinas y una de las pioneras en su profesión en nuestro país allá por los inicios de los 90.     Marga Rodríguez, jefa de máquinas: «Me encanta que todas las máquinas vayan al conjunto, que vayan bien y ser parte de ello» Gracias a mujeres como Marga, que han ido marcando el rumbo, las nuevas generaciones lo han tenido más fácil y muchas de ellas encuentran referentes dentro de su círculo familiar. «Mi tío es jefe de máquinas de Baleària y fue él el que me llevó a un barco. Desde que pisé el puente por primera vez supe que quería ser capitana», afirma Laura Román, capitana del ferry Abel  Matutes. Son mujeres decididas, valientes y con ganas de ir cumpliendo metas pero que, además, disfrutan con los desafíos que les presenta su día a día a bordo. «Lo que más me gusta de mi trabajo son las operativas rápidas porque suponen un gran reto en el que hay que estar muy atenta para que todo salga bien», explica Maria José Martínez, la 2ª oficial.     María José Martínez, 2ª oficial «Mi reto es seguir navegando y llegar a ser 1º oficial» Y todas estas mujeres si tienen algo en común, a parte de su pasión por el mar, es la de amar su profesión. «La mayor parte de la vida la pasa uno en el trabajo y aquí me pasa el tiempo volando porque disfruto con lo que hago», asegura Laura Abad, marinera de máquinas. Además todas coinciden en destacar la gran familia que se forma a bordo con toda la tripulación, lo que hace más llevadero sus días embarcadas. Estas cuatro mujeres representan el cambio que está viviendo el sector marítimo y en el que Baleària quiere contribuir. Con determinación, pasión y compromiso, han roto barreras y navegan con firmeza hacia un futuro donde el talento no entiende de género.     Laura Abad, marinera de máquinas: «Incluso cuando estoy desembarcada, aprovecho para salir a navegar porque el mar es mi pasión»


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Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry
Planeta sostenible

Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry

Navegar por el Estrecho es un espectáculo para los sentidos. Sonoro, por las olas del mar que hacen bailar al buque a su son; olfativo, por el olor a brisa marina; pero, sobre todo, visual.   El paisaje que presenta la travesía ve incrementada su belleza por las especies marítimas que se pueden descubrir con tan solo pasar un rato mirando el horizonte desde cubierta. Delfines comunes y listados, rocuales comunes, cachalotes… son compañeros habituales de las rutas que realizan los buques de Baleària por el estrecho de Gibraltar. Un entorno que investigadores aprovechan como plataforma científica para realizar censos de especies marítimas a bordo.     Observadora avistando     Los ferries, medio para estudiar los cetáceos Gracias al acuerdo alcanzado en 2018 entre la Fundación Baleària, investigadores de la Universidad de Cádiz y la Asociación Ecolocaliza-TE, se han realizado ya 142 avistamientos de más de 3.000 cetáceos entre delfines y ballenas. Estos estudios se enmarcan dentro del proyecto común denominado 'Los ferries, medio para estudiar los cetáceos' y está coordinado por la bióloga marina Alessia Scuderi. «Es importante realizar este tipo de investigaciones ya que aumenta nuestros conocimientos sobre estas especies protegidas permitiendo un monitoreo a largo plazo que cubre todas las temporadas, llevándolo a cabo de forma sostenible a través de los ferries de Baleària», afirma.     Cría de un mes de delfín mular     Una vez finalizada la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Asociación Ecolocaliza-TE ha reanudado los censos de monitoreo en el que participan voluntarios y voluntarias a bordo del Passió per Formentera o el Poeta López Anglada. «Queremos agradecer la implicación de los tripulantes de los buques involucrados, por la increíble acogida y el interés que demuestran cada vez que nos embarcamos», comenta Scuderi.     Delfín común


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