Dirigir un hotel sobre el mar


Un hotel flotante sobre el mar Mediterráneo, capacidad para un millar de pasajeros y la misión de atenderlos y acomodarlos mientras navegan por las aguas que conectan Barcelona, Alcúdia (Palma de Mallorca) y Ciutadella (Menorca). En la recepción, a los mandos, una mujer: Leticia Henriquez, la directora de Hotel del ferri Martín y Soler de la naviera Baleària. Ella es la responsable de que todos los servicios –camarotes, comidas, limpieza- estén a punto para ofrecer la mejor experiencia de viaje. Una trabajo de enorme responsabilidad donde, como explica “la vocación de ayudar a los pasajeros es imprescindible”. Nacida en Caracas (Venezuela) y canaria de adopción, Leticia Henriquez tiene una larga experiencia en la compañía, a pesar de su edad (35 años). Mientras estudiaba en el instituto se enroló en el mundo de la hostelería a bordo y desde entonces su carrera se ha forjado en el mar. Acumula más de 2.600 días navegando con Baleària. P. ¿Cuándo embarcaste en Baleària? R. Empecé a principios de 2006 en el buque Isla de Botafoc, que unía Barcelona con Eivissa y Menorca. Desde entonces he pasado por diferentes buques de la compañía, algunos que ya no están en la flota –como el Trex, Meloodia, el Bahía de Málaga o el Lorca–, y otros que aún operan, como el Passió per Formentera, el Nixe, el Visemar y el Abel Matutes. P. ¿Cómo nació tu pasión por el mundo de la navegación? R. Creciendo en una isla, nuestra forma de vida está relacionada directamente con el mar y nos movemos entorno a él. Además, mi familia ha estado muy ligada al sector: mi abuelo era apoderado de una naviera, mi tío jefe de máquinas y mi hermano capitán. Yo inicié mi carrera profesional cuando aún iba al instituto, embarcando los fines de semana en la tripulación de hostelería de una naviera. La experiencia me gustó tanto, que desde entonces he seguido mi andadura por el mundo marítimo. P. ¿Cuáles son tus tareas como Directora de Hotel? R. Mi trabajo consiste en gestionar todo lo relacionado con los servicios a bordo del buque: bares y restaurantes, atención a los pasajeros, tienda, limpieza, aprovisionamiento del buque y gestión de embarques. El objetivo de todo el equipo es conseguir un servicio de excelencia desde que el pasajero embarca en su puerto de origen hasta que desembarca en su destino. P. ¿Cuáles crees que son las principales cualidades para coordinar la atención al pasaje en un buque como el Martín i Soler, con una capacidad para más de 1.000 pasajeros? R. La mayor cualidad, aunque sin duda no la única, es la capacidad de aprendizaje. La experiencia adquirida en cada uno de mis trabajos y responsabilidades anteriores me ha capacitado para aprender rápido y poder valorar, como responsable, el trabajo que debo asignar y supervisar.  

“La vocación de ayudar a los pasajeros es imprescindible”

  P. Cuando se tiene que dar un servicio las 24h el buen trabajo en equipo es indispensable, ¿cómo se consigue? R. Es complicado porque un mismo equipo pasa jornadas muy intensas en un espacio limitado como es el barco y durante un tiempo muy prologando. Por mi parte creo que se ha conseguido porque intento que se respeten los espacios de cada uno, que se valoren a sí mismos antes de opinar sobre el compañero y que se cree empatía conociendo cada uno el trabajo del otro. P. ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? R. La posibilidad de movilidad geográfica, ya que no me gusta estar quieta, y el trato con la gente. Cuando trabajas atendiendo a personas es indispensable que te guste tratar con ellas y tener vocación de ayudarlas en todo lo que precisen. P. ¿Cómo te gusta desconectar? R. El poco tiempo libre que me queda cuando estoy a bordo lo dedico a descansar y a relajarme en mi camarote, viendo una película o leyendo. Cuando desembarco por vacaciones me gusta estar con mi familia y mi pareja y aprovecho para viajar. —  

VIAJERA

Leticia es una viajera apasionada. De entre sus viajes destaca Estambul, donde pudo festejar un final de Ramadán; la ciudad de Praga, que define como “dulce y romántica”, y Honduras, un país que visita a menudo ya que su pareja es de allí. “Un lugar que, pese a su aparente inseguridad, tiene lugares maravillosos y gente encantadora”, concluye.        
Melilla: modernista, española y divina
Melilla: Sabor a mil culturas

Tu aventura en las Islas comienza con Baleària

¡Descarga tu guía!

LOGO_TRAVELGUAU_WEB
El puerto de Sóller, el gran refugio de la Tramuntana
El Lago Martel (Cuevas del Drach): Descubriendo las entrañas de Mallorca
Drones acuáticos, los nuevos exploradores submarinos