Arturo Escartí (1992, Algemesí, València) se incorporó a Baleària en 2015 como controler financiero, una experiencia que le permitió "interiorizar la necesidad creciente de aplicación del análisis de datos". Actualmente es el responsable de Innovación y Tecnología, y lidera los proyectos vinculados a smart maritime. "Aprovechar el tiempo al máximo" es uno de los lemas de Arturo, que dedica parte de su ocio al deporte, por ejemplo, el pádel, "como forma de eliminar la tensión y disfrutar de amigos también deportistas". Y es que compartir momentos con familia y amigos es tan imprescindible para Arturo como "las experiencias y aventuras" que le ofrece viajar”.
P. ¿Cuáles son las principales líneas de innovación en las que trabaja Baleària?
R. Nuestro principal proyecto es lo que llamamos smart maritime, o navegación inteligente, basado en dos pilares: los buques y las terminales inteligentes. La unión de ambos nos permite ser más eficientes en el transporte de personas y de mercancías. El objetivo es ofrecer un servicio ecoeficiente e inteligente que abarque la experiencia global del cliente. Baleària está apostando principalmente por el uso de gas natural como combustible y por la digitalización. Estos dos elementos confluyen en nuevas construcciones, como el Hypatia de Alejandría y el Marie Curie, pero también en buques que ya tenemos en la flota, que se van a remotorizar para funcionar a GNL y van a convertirse también en smart ships.A estos buques inteligentes se suma el proyecto a medio plazo de construcción de terminales inteligentes (smart terminals), que serían el engranaje final.
P. ¿A qué nos referimos con smart ships?
R. Se trata de ofrecer al cliente una experiencia tecnológica completa, que abarca servicios e innovaciones antes, durante y después del viaje. Desde el proceso de venta, pasando por el embarque y la experiencia a bordo. Hablamos, por ejemplo, de información al usuario en tiempo real, o de una amplia gama de servicios de entretenimiento y ocio digital, de cobertura wifi gratuita en todo el buque.
P. De cara al pasajero, ¿qué valor añadido aportará?
R. Accesibilidad, experiencia y digitalización informativa. Quizás con ejemplos concretos se entienda mejor; por ejemplo, la tarjeta de embarque digital con tecnología QR enviada por SMS al smart phone del cliente, que le permite abrir su camarote sin pasar por recepción.
Un camarote que dispone de smart tv, con información sobre Baleària y el buque, contenido audiovisual a la carta o la posibilidad de compartir pantalla desde su dispositivo móvil. Además, los pasajeros que viajan sin camarote, podrán acceder a estos contenidos digitales (tanto de cine, como series, lecturas, juegos...) desde sus smart phones o tablets. O los pasajeros que hayan reservado servicios de restauración u ocio, los tendrán incorporados a ese código QR de la tarjeta, evitando cualquier papel, mientras que los que viajen con mascota podrán ver a través de la pantalla de su teléfono cómo está en todo momento, gracias a la video vigilancia.
P. ¿El concepto de smart ship se extenderá a toda la flota?
R. El primer smart ship ha sido el novedoso Hypatia de Alejandría, pero en verano de 2019 ya habrá otros cinco buques inteligentes, y en 2020, otros tres. Igual que somos pioneros a nivel mundial en el uso de gas natural en el transporte marítimo, queremos ser una empresa de referencia en navegación inteligente.
P. En el transporte de mercancías, también se apuesta por la digitalización?
R. La mitad del negocio de Baleària es el transporte de mercancía rodada, de modo que trabajamos también en la mejora y optimización de la operativa de carga. Hemos implantado un nuevo sistema que ha dotado al personal de operativa de los puertos de tablets, donde pueden consultar información en tiempo real y agilizar los trámites. Los conductores de camiones reciben un SMS con su tarjeta digital en código QR y su número de camarote. La máxima es evitar colas, papeles y congestiones en los embarques. Implantado este cambio de modelo se consigue mejorar mucho los tiempos de operativa, los puertos no están tan congestionados y los clientes recurrentes tienen una experiencia mucho más satisfactoria.