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La Barcelona modernista

Por Eulàlia Palau | Periodista


La ciudad condal es conocida mundialmente gracias a su singular patrimonio arquitectónico, que tiene en el modernismo catalán y el arquitecto Antoni Gaudí su principal reclamo turístico. El modernismo catalán es un estilo arquitectónico que se desarrolló entre finales del siglo XIX y principios del XX en Cataluña,  principalmente en Barcelona. Este estilo se caracteriza por el predominio de la curva sobre la recta, la asimetría de las formas, el detallismo de la decoración y el uso frecuente de motivos vegetales y naturales. La arquitectura modernista integró en la construcción oficios tradicionales como la cerámica, el hierro forjado, los vitrales y la escultura. [caption id="attachment_138" align="aligncenter" width="1000"] Azotea de La Pedrera Azotea de La Pedrera[/caption] En Barcelona hay un centenar de edificios modernistas de gran valor arquitectónico, aunque el Ayuntamiento cifra en 2.200 el total de edificaciones que se inscriben en este estilo. Los principales artífices de la Barcelona modernista fueron los arquitectos Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch. Un buen comienzo para la visita al modernismo barcelonés es la denominada Manzana de la Discordia, en el barrio del Eixample, donde en cien metros de calle se pueden admirar obras importantes de los tres principales arquitectos modernistas: la Casa Batlló, de Gaudí; la Casa Amatller, de Puig i Cadafalch, y la Casa Lleó Morera, de Domènech i Montaner. [caption id="attachment_140" align="aligncenter" width="1000"] 140 Planta noble de la Casa Batlló[/caption] En el número 43 del Passeig de Gràcia brilla imponente la Casa Batlló, obra de Gaudí, con su sorprendente fachada acuática que combina la piedra, el hierro forjado y la cerámica policromada. Es especialmente recomendable la visita al interior, que incluye la planta noble, la escalera de vecinos, la buhardilla y la azotea con las coloridas chimeneas donde se encuentra el dragón acostado que corona el edificio. La casa contigua, la Casa Ametller, obra del arquitecto Puig i Cadafalch, está decorada con esculturas que hacen referencia tanto a la familia chocolatera propietaria de la casa como a iconos de la tradición catalana. Si seguimos subiendo por el Passeig de Gràcia, a mano derecha, en la esquina con la calle Provença, descubrimos otra obra capital de Gaudí: la Casa Milà, conocida popularmente como La Pedrera. Las ondulaciones y los hierros forjados que decoran los balcones dan forma a su dura y espectacular fachada con aspecto de acantilado marino. En el interior se puede visitar un piso que recrea la ambientación de una vivienda burguesa de la época. [gallery columns="2" size="large" link="none" ids="142,145"] Girando a la derecha por la avenida Diagonal, en la esquina con Roger de Llúria, encontramos la peculiar Casa Terrades o Casa de les Punxes, de Puig i Cadafalch. Se trata de un edificio con aire de castillo medieval, con fachada de ladrillo, una torre principal con cimborio y cuatro torres coronadas por sendas agujas de forma cónica. Para adentrarnos un poco más en la obra de Antoni Gaudí resulta imprescindible una visita a la Sagrada Família y el Park Güell. Sin duda, la obra más reconocida de Gaudí es su inacabado templo expiatorio de la Sagrada Família, ubicado en el Eixample e icono de la ciudad de Barcelona en todo el mundo. El arquitecto dedicó 43 años de su vida a esta obra, que es una excelente muestra de las soluciones estructurales que aplicó en su arquitectura y de su concepción orgánica de los edificios, basada en la observación e imitación de las formas de la naturaleza. [caption id="attachment_148" align="alignnone" width="1000"] Park Güell Park Güell[/caption] En el Park Güell, Gaudí logró la simbiosis perfecta entre la arquitectura y la naturaleza y desplegó su técnica decorativa del trencadís, consistente en el recubrimiento de superficies con piezas de cerámica y vidrio. Situado en la ladera del monte Carmel que mira al mar, en la parte superior de la ciudad, fue concebido como una pequeña ciudad-jardín para 60 casas unifamiliares de la burguesía barcelonesa, pero el proyecto quedó inacabado y se inauguró como parque público en 1926. El arquitecto Lluís Domènech i Montaner construyó en la ciudad dos emblemáticas edificaciones modernistas con un uso público: el Palau de la Música Catalana y el Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau. [caption id="attachment_150" align="aligncenter" width="1000"] PMC10 Foto Palau de la Música[/caption] Ambas construcciones fusionan tradición y modernidad y son claros ejemplos del característico estilo del arquitecto, en el que la exuberancia decorativa y la luminosidad son elementos fundamentales. Eulàlia Palau | Periodista    
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Talento femenino que marca el rumbo
Historias del mar

Talento femenino que marca el rumbo

  Durante años el mar ha sido territorio de hombres, y ahora cada vez son más las mujeres que desarrollan su carrera profesional en puestos de marinería y de puente en los barcos.   Ya es una realidad, las mujeres están tomando el mando de los buques. Y eso se nota al embarcar en cualquiera de los barcos de Baleària, en los que cada vez es más común ver a mujeres con uniforme dirigiendo la operativa de embarque o con mono de trabajo, herramienta en mano, listas para desempeñar su trabajo a bordo. Las carambolas del destino y de la distribución de las tripulaciones han hecho que el ferry Abel Matutes hay contado con un puente de mando y una sala de máquinas representados mayoritariamente por mujeres.   Pero los inicios de las mujeres en los puestos de Puente y Máquinas (también llamado 'Deck and Engine') no fueron fáciles. «No era usual ver mujeres en el barco. Durante mucho tiempo fui la única», nos cuenta Marga Rodríguez, jefa de máquinas y una de las pioneras en su profesión en nuestro país allá por los inicios de los 90.     Marga Rodríguez, jefa de máquinas: «Me encanta que todas las máquinas vayan al conjunto, que vayan bien y ser parte de ello» Gracias a mujeres como Marga, que han ido marcando el rumbo, las nuevas generaciones lo han tenido más fácil y muchas de ellas encuentran referentes dentro de su círculo familiar. «Mi tío es jefe de máquinas de Baleària y fue él el que me llevó a un barco. Desde que pisé el puente por primera vez supe que quería ser capitana», afirma Laura Román, capitana del ferry Abel  Matutes. Son mujeres decididas, valientes y con ganas de ir cumpliendo metas pero que, además, disfrutan con los desafíos que les presenta su día a día a bordo. «Lo que más me gusta de mi trabajo son las operativas rápidas porque suponen un gran reto en el que hay que estar muy atenta para que todo salga bien», explica Maria José Martínez, la 2ª oficial.     María José Martínez, 2ª oficial «Mi reto es seguir navegando y llegar a ser 1º oficial» Y todas estas mujeres si tienen algo en común, a parte de su pasión por el mar, es la de amar su profesión. «La mayor parte de la vida la pasa uno en el trabajo y aquí me pasa el tiempo volando porque disfruto con lo que hago», asegura Laura Abad, marinera de máquinas. Además todas coinciden en destacar la gran familia que se forma a bordo con toda la tripulación, lo que hace más llevadero sus días embarcadas. Estas cuatro mujeres representan el cambio que está viviendo el sector marítimo y en el que Baleària quiere contribuir. Con determinación, pasión y compromiso, han roto barreras y navegan con firmeza hacia un futuro donde el talento no entiende de género.     Laura Abad, marinera de máquinas: «Incluso cuando estoy desembarcada, aprovecho para salir a navegar porque el mar es mi pasión»


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Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry
Planeta sostenible

Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry

Navegar por el Estrecho es un espectáculo para los sentidos. Sonoro, por las olas del mar que hacen bailar al buque a su son; olfativo, por el olor a brisa marina; pero, sobre todo, visual.   El paisaje que presenta la travesía ve incrementada su belleza por las especies marítimas que se pueden descubrir con tan solo pasar un rato mirando el horizonte desde cubierta. Delfines comunes y listados, rocuales comunes, cachalotes… son compañeros habituales de las rutas que realizan los buques de Baleària por el estrecho de Gibraltar. Un entorno que investigadores aprovechan como plataforma científica para realizar censos de especies marítimas a bordo.     Observadora avistando     Los ferries, medio para estudiar los cetáceos Gracias al acuerdo alcanzado en 2018 entre la Fundación Baleària, investigadores de la Universidad de Cádiz y la Asociación Ecolocaliza-TE, se han realizado ya 142 avistamientos de más de 3.000 cetáceos entre delfines y ballenas. Estos estudios se enmarcan dentro del proyecto común denominado 'Los ferries, medio para estudiar los cetáceos' y está coordinado por la bióloga marina Alessia Scuderi. «Es importante realizar este tipo de investigaciones ya que aumenta nuestros conocimientos sobre estas especies protegidas permitiendo un monitoreo a largo plazo que cubre todas las temporadas, llevándolo a cabo de forma sostenible a través de los ferries de Baleària», afirma.     Cría de un mes de delfín mular     Una vez finalizada la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Asociación Ecolocaliza-TE ha reanudado los censos de monitoreo en el que participan voluntarios y voluntarias a bordo del Passió per Formentera o el Poeta López Anglada. «Queremos agradecer la implicación de los tripulantes de los buques involucrados, por la increíble acogida y el interés que demuestran cada vez que nos embarcamos», comenta Scuderi.     Delfín común


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