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La Menorca prehistórica: taulas, talaiots y navetas

Por Josep Pons Fraga | Periodista


Menorca, museo al aire libre por su riqueza arqueológica, aspira a la declaración como Patrimonio de la Humanidad con sus monumentos talayóticos. Los visitantes que llegan hoy a la balear menor quedan sorprendidos por el gran número y buen estado de conservación de los yacimientos arqueológicos de Menorca, entre los que sobresalen los monumentos de la cultura talaiótica.  La importancia y diversidad de estos monumentos ha motivado la presentación de la candidatura de la isla ante la UNESCO para ser declarada Patrimonio de la Humanidad. [caption id="attachment_155" align="aligncenter" width="1000"]  TAULA Poblado talayótico de Sant Agustí[/caption] Hoy constituyen un extraordinario atractivo para los turistas que acuden a la isla. La red Menorca Talaiòtica, gestionada por el Consell Insular a través de la Fundació Destí Menorca coordina las visitas a los enclaves más emblemáticos: Trepucó, Torre d’en Galmés, Torralba d’en Salord, Sa Naveta des Tudons, Son Catlar, Talatí de Dalt, Torretrencada, Torrellafuda y Cala Morell. La secuencia histórica durante la que se levantan estas construcciones singulares se inicia a partir del 1.400 antes de Cristo y perdura hasta bien entrada la época romana. Su técnica constructiva, con grandes piedras encajadas en seco, sin argamasa, se denomina hoy ‘ciclópea’, en alusión de las construcciones micénicas de la antigua Grecia. [caption id="attachment_156" align="alignleft" width="300"] Talaiot de Binicalssitx Talaiot de Binicalssitx[/caption] A la etapa anterior, que corresponde a la cultura pretalaiótica, del 2.000 al 1.400 a.C., pertenecen las navetas de enterramiento, monumentos funerarios de planta absidal con una estrecha entrada, por la que se introducían los cadáveres. Su origen se sitúa en la Edad de Bronce (del 2.000 al 1.000 a.C.)”. La más conocida y divulgada es Sa Naveta des Tudons, situada a seis kilómetros del núcleo urbano de Ciutadella. Además de Es Tudons, se pueden admirar con facilidad las navetas de enterramiento de Rafal Rubí, ubicadas entre Maó y Alaior. [caption id="attachment_157" align="alignright" width="300"] Naveta des Tudons Naveta des Tudons[/caption] Construcciones de estructura troncocónica, con bases circulares o cuadradas, los talaiots son abundantes en Menorca y Mallorca. Situados en sitios elevados, y al tener la configuración de torres líticas, son atalayas con las funciones de torres de vigilancia, observación y defensa del territorio. En Menorca alcanzan grandes dimensiones, hasta 30 metros de diámetro. Algunos son macizos, y en otros se puede acceder al interior. Integrados en el paisaje rural de la Reserva de la Biosfera de Menorca, se pueden visitar varios ejemplares soberbios, en excelente estado de conservación. Destaca el enorme talaiot de Trepucó (Maó), junto a la taula del mismo nombre; los que forman parte del poblado de Torre d’en Galmés  y Torralba d’en Salort, en Alaior; Talatí de Dalt, Cúrnia y Torelló, en Maó; Torrellafuda, Torretrencada y el poblado de Son Catlar, en Ciutadella. [caption id="attachment_158" align="alignleft" width="300"] Torre d'en Gaumés Torre d'en Gaumés[/caption] El monumento arqueológico por excelencia de Menorca es la taula, por su semejanza con mesas gigantes. Sorprende su monumentalidad y sencillez, que da idea de la dificultad para mover y colocar, firmes y asentadas, las dos enormes piedras que lo conforman: una ‘T’ descomunal. [caption id="attachment_159" align="alignright" width="300"] Talaiot de Trepucó Talaiot de Trepucó[/caption] Los recintos de taula eran santuarios donde se realizaban sacrificios de animales, se depositaban figuras de ídolos y figuras mágicas.  La Menorca monumental permite aproximarse a estos lugares de culto. Por su buen estado de conservación y belleza deben visitarse las taulas de Trepucó (Maó), Torralba d’en Salord (Alaior); y en Ciutadella, Torretrencada y Torrellafuda. Josep Pons Fraga | Periodista
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Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry
Planeta sostenible

Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry

Navegar por el Estrecho es un espectáculo para los sentidos. Sonoro, por las olas del mar que hacen bailar al buque a su son; olfativo, por el olor a brisa marina; pero, sobre todo, visual.   El paisaje que presenta la travesía ve incrementada su belleza por las especies marítimas que se pueden descubrir con tan solo pasar un rato mirando el horizonte desde cubierta. Delfines comunes y listados, rocuales comunes, cachalotes… son compañeros habituales de las rutas que realizan los buques de Baleària por el estrecho de Gibraltar. Un entorno que investigadores aprovechan como plataforma científica para realizar censos de especies marítimas a bordo.     Observadora avistando     Los ferries, medio para estudiar los cetáceos Gracias al acuerdo alcanzado en 2018 entre la Fundación Baleària, investigadores de la Universidad de Cádiz y la Asociación Ecolocaliza-TE, se han realizado ya 142 avistamientos de más de 3.000 cetáceos entre delfines y ballenas. Estos estudios se enmarcan dentro del proyecto común denominado 'Los ferries, medio para estudiar los cetáceos' y está coordinado por la bióloga marina Alessia Scuderi. «Es importante realizar este tipo de investigaciones ya que aumenta nuestros conocimientos sobre estas especies protegidas permitiendo un monitoreo a largo plazo que cubre todas las temporadas, llevándolo a cabo de forma sostenible a través de los ferries de Baleària», afirma.     Cría de un mes de delfín mular     Una vez finalizada la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Asociación Ecolocaliza-TE ha reanudado los censos de monitoreo en el que participan voluntarios y voluntarias a bordo del Passió per Formentera o el Poeta López Anglada. «Queremos agradecer la implicación de los tripulantes de los buques involucrados, por la increíble acogida y el interés que demuestran cada vez que nos embarcamos», comenta Scuderi.     Delfín común


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Avistamientos de fauna marina en familia
Planeta sostenible

Avistamientos de fauna marina en familia

Aprender a observar el mar Mediterráneo, conocer a través de la experiencia personal las diferentes especies de fauna marina que en él habitan. Un grupo de empleados de Baleària, junto con familiares y amigos, recientemente pudieron comprobar de primera mano en qué consisten las tareas de observación y conservación del medio marino a bordo del ferry Nápoles. Para muchos jóvenes grumetes también era su primer viaje en barco, por lo que “la experiencia fue doblemente emocionante”, comenta Laia Bort, responsable de Consignaciones de Barcelona.   Esta experiencia es fruto del convenio de colaboración entre la Fundació Baleària y la Generalitat de Catalunya, de tal forma que la naviera pone a disposición de dicha entidad su flota que opera desde Barcelona a Baleares para el estudio de la biodiversidad marina. Cada mes realizan un viaje de avistamiento de media. A continuación te contamos la experiencia que compartieron con empleados de la naviera. Viaje de ida: rumbo a Ibiza La expedición partía un viernes por la noche, desde el Port de Barcelona hacia Ibiza. Los participantes fueron recibidos por el personal de a bordo y se les acomodó en diferentes camarotes. Pasaron la noche navegando y por la mañana tuvieron tiempo de almorzar en Ibiza y descubrir los encantos de Dalt Vila, el casco antiguo de la ciudad, antes de embarcar de nuevo, y aprovechar el viaje de vuelta del mismo buque para realizar la observación durante el día. [caption id="attachment_2145" align="aligncenter" width="1000"] Ricard Gutiérrez, durante la charla divulgativa previa al avistamiento.[/caption] Viaje de vuelta: Aprender a observar el mar. Repartidos en dos turnos, los 20 participantes de este avistamiento recibieron primeramente una charla instructiva sobre la labor que realiza la Generalitat en el estudio y control del número de especies que habitan en el Mediterráneo.  Además, se les explicó las diferentes características de las que comprenden el ecosistema marino autóctono. Una vez adquiridas las nociones básicas, visitaron el puente de mando del Nápoles para realizar la observación. Gracias al buen estado del mar, las medusas, peces luna, delfines rayados y aves marinas se dejaron ver fácilmente provocando el asombro de los asistentes. Pero, además, tuvieron la suerte de poder ver ejemplares que por sus características causan más admiración. Sin duda, las estrellas de la jornada fueron una tintorera (tiburón azul),  que avistó muy cerca del ferry una joven visitante, y dos ejemplares de rorcuales comunes, la segunda ballena más grande del mundo, que se dejaron ver a 30 millas náuticas de la llegada al puerto barcelonés. [caption id="attachment_2154" align="aligncenter" width="1000"] Fumareles comunes migratorios fotografiados durante el avistamiento (foto: Ricard Gutiérrez).[/caption] Durante la jornada, y contando con las sesiones de los dos grupos, se observaron 4 especies de tiburones y túnidos (tintorera, marrajo, pez espada y atunes), 4 de cetáceos (2 rorcuales, 9 calderones grises, un delfín mular y 117 delfines listados), 7 especies de aves marinas (gaviota patiamarilla, pardela balear, fumarel común, gaviota enana, paíño mediterráneo, frailecillo y pardela mediterránea) y 2 aves terrestres migratorias (bisbita arbóreo y golondrina común). “El record anual. No sólo por ‘la mar llana’, como se suele decir en términos marítimos, que hubo ese día, sino también por la precisión de los observadores marinos que demostraron tener conocimientos de los habitantes del Mare Nostrum”, afirma Ricard Gutiérrez, técnico de fauna litoral y marina de la Xarxa de Rescat de Fauna Marina de la Generalitat. [caption id="attachment_2152" align="aligncenter" width="1000"] Delfines avistados durante la jornada (foto: Ricard Gutiérrez).[/caption] Laura Sánchez, Comercial de la zona de Catalunya, quien repetía por segunda vez la expedición en familia, califica la experiencia de “muy gratificante porque ayuda a observar el mar con detenimiento y a conocer las diferentes especies a través de la experiencia vivida”. Además, todos los participantes coincidieron en que es una actividad que permite relacionarse con compañeros de trabajo fuera del ámbito laboral. [caption id="attachment_2150" align="aligncenter" width="1000"] Durante la jornada se avistaron un total de 115 especies.[/caption]


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