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Cinco consejos para viajar en coche con bebés
Los niños y niñas pueden empezar a realizar viajes cortos en vehículo a partir de los tres o cuatro meses de edad, según señala la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI), aunque se recomienda tomar algunas precauciones para que el viaje sea lo más seguro o cómodo para toda la familia. Utilizar el coche de los padres: el mejor medio de transporte para un niño es el automóvil de los padres. De esta manera la familia consigue mayor autonomía y se asegura de trasladar todo el equipaje necesario. Una buena opción es embarcar el propio coche en ferri para viajar hasta el destino con todos los enseres y el máximo confort. Durante la travesía en los buques de Baleària las familias disponen de muchos servicios como tronas, cambiadores, cuna y protectores de camas en los camarotes y menús infantiles en los restaurantes a bordo. Viajes cortos: es aconsejable que la duración de los desplazamientos no sea excesiva en los primeros viajes. Conforme pasan los meses los trayectos pueden alargarse progresivamente. En viajes largos, es oportuno hacer paradas cada 200 kilómetros como máximo para estirar las piernas, tomar algo de líquido y jugar con el niño. Garantizar la seguridad en el vehículo: garantizar un buen viaje, sin consecuencias negativas, es lo más importante. Para conseguirlo el conductor debe afrontar el trayecto con tranquilidad y hacer una revisión del automóvil antes de emprender el viaje. Los coches de cinco puertas son preferibles para las criaturas y, en verano, es necesario comprobar las zonas metálicas interiores del coche a las que el niño pueda acceder para evitar que se queme al tocarlas. [gallery columns="2" link="none" size="full" ids="1431,1432"] Sujetar bien a los niños con sillitas de seguridad: un niño jamás debe viajar en un vehículo que no disponga de los mecanismos de sujeción homologados adecuados a su edad y peso. Por otro lado, desde el primer día el niño debe viajar en el asiento de atrás. Para evitar lesiones cervicales, el sillín debe estar orientado contramarcha hasta los cuatro años aproximadamente. Prevenir los mareos: los bebés menores de un año no suelen marearse porque aún no han madurado suficientemente el sentido del equilibrio. Sin embargo, a partir de esa edad a los niños les encanta mirar por las ventanillas y pueden sufrir mareos. Para evitar estas situaciones desagradables conviene poner la sillita en posición recta en la parte central del asiento trasero, en dirección a la marcha y tratando que centre la mirada en la parte delantera del coche.
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