De ruta por la gastronomía y vino de Menorca


El verano ya está aquí. Días de sol, de aire libre y de desconexión que se unen a las ganas de recuperar esa anhelada libertad de hacer maletas y disfrutar de una escapada sin límites. Baleària ofrece para estos días la posibilidad de descubrir todas esas sensaciones a partir de salidas diarias que conectan en tan solo cuatro horas los puertos de Barcelona y Ciutadella con su fast ferry. Subimos y empezamos también un viaje enogastronómico con una caldereta de langosta y un vino blanco de la bodega Sa Forana de Menorca.

Si existe un plato que hoy en día identifica la isla de Menorca, este es el de la caldereta de langosta. Un plato de origen humilde, nacido en las barcas de pescadores que con el paso del tiempo y a medida que la langosta local, en especial la roja o de roca, se fue valorando más -mediados del siglo XX con la llegada de los turistas- se ha ido convirtiendo en un plato de lujo. La captura masiva que se realizó del crustáceo lo llevó casi a desaparecer y es por este motivo que ahora mismo es una de las especias más protegidas, y su pesca está controlada, solo permitiendo la captura de ejemplares adultos -deben superar los 19cm- durante el período de marzo a agosto. Este hecho motivó que la caldereta cocinada con langostas frescas, sea ahora un plato estacional.

 


Aunque es una receta que se cocina en toda la isla, los restaurantes que le dieron más fama son los que encontramos en el municipio de Fornells, justo al norte de Menorca, sobre todo ante el hecho que era uno de los platos consumidos habitualmente por la Familia Real Española en sus períodos vacacionales en Baleares. La caldereta de langosta toma su nombre del utensilio que se utiliza para cocinarla, la caldera, que en los barcos era de hierro fundido. Cuando el plato empezó a servirse en restaurantes, algunos de ellos la cocinaban con cazuela de barro, el recipiente más común hoy en día.

La caldereta es un plato intenso pero delicado a la vez, sus notas salinas y yodadas que le aporta la cabeza, junto con el dulzor de su carne cruda, y el acompañamiento del sofrito de verduras forman un conjunto equilibrado y delicioso que pide un vino con fuerza que pueda acompañarlo con toda la sensibilidad y sin quitarle protagonismo.

 


Sa Forana blanco 2020 de la bodega Sa Forana de Sant Climent, un vino de la Tierra de Menorca, es muy adecuado para acompañar la caldereta con éxito. Elaborado con Chardonnay nacida de viñedos viejos al que le añaden un pequeño porcentaje de premsal blanco. Su buena acidez, viva y presente, aporta frescor y una textura untuosa que le aporta al vino su paso por barricas de roble francés. En conjunto, un maridaje perfecto.

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