Especies emblemáticas del Mediterráneo (parte 1)

Por Rafa Martos


Ya queda menos para volver a disfrutar de nuestras aguas también es buena ocasión para revisitar esas especies emblemáticas que, por una razón u otra, tanto nos llaman la atención.

La morena: pez o serpiente?

Las morenas son uno de los animales que sin duda habremos visto al bucear. Estos curiosos animales  pertenecen junto a congrios y anguilas, al orden de los anguiliformes, por su forma alargada y serpentina.

Morena con gambas limpiadoras (foto: Rafa Martos)

Siempre nos llama la atención –y cuando comenzamos en esto del buceo puede llegar a aterrarnos- la imagen de la morena en su refugio rocoso, asomando sólo la cabeza y abriendo y cerrando rítmicamente la boca mostrándonos su bien surtida colección de finísimos dientes  que nos pueden hacer pensar en una actitud amenazante de la morena. Pues la cosa no va por ahí, no nos está intimidando sino que las pequeñas branquias de este pez, que se reducen a dos pequeños orificios, no son suficientes para oxigenarlo por lo que, dada su habitual inmovilidad, tiene que recurrir a bombear continuamente agua con las contracciones de la boca.

La podemos encontrar por todo el litoral peninsular y en las islas Baleares y Canarias, donde  además tiene una gran tradición gastronómica.

El raor, morir de éxito

Raor (foto: Rafa Martos)

Aunque si hay un pez valorado en la cocina, este es sin duda el raor o galán, que aunque también se puede encontrar por muchos mares, es en Baleares donde goza de un prestigio incuestionable.

Este pez es habitual de entornos arenosos y no es fácil encontrárnoslo en nuestros buceos, primero porque no solemos prodigarnos en recorrer este tipo de fondos que a veces prejuzgamos como yermos, sino también porque en caso de verlo, a poco que nos acerquemos suele salir zumbado para enterrarse raudo en la arena y desaparecer de nuestra vista.

Syngnathus, el pez planta

Para ver vida muchas veces no hace falta recorrer grandes distancias, todo lo contrario, hay que fijarse en el camino,  leer el fondo y las notas que delatan la presencia de fauna. Así, unas pequeñas piedras y alguna concha amontonadas cerca de un hueco nos hablan del refugio de un pulpo; un relieve en la fina arena se puede reinterpretar como un animal que se ha enterrado en ella o sencillamente se ha posado, como la casi invisible pelaya; y una nube de pequeños alevines o la puesta de algún crustáceo nos descubre una hoja de posidonia.

Eso nos puede parecer  a simple vista, tal es la maestría del pez aguja para pasar desapercibido. El Syngnathus typhle es un tímido pez de la familia de los caballitos de mar que tiene toda la forma y el aspecto de una hoja de posidonia. Su estrategia consiste en dejarse caer junto a los pequeños alevines como si de una hoja muerta se tratara y evolucionar en el fondo balanceado por el mar o las pequeñas corrientes. Así consigue acercarse sin llamar la atención y en un instante abre la boca y engulle sus pequeñas presas. Este pez es sin duda una muestra de las maravillas de mar y las ingeniosas soluciones que la evolución ofrece a las especies.

Rafa Martos | buceoysnorkel.es

 

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