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Especies emblemáticas del Mediterráneo (parte 2)

Por Rafa Martos


Las especies más emblemáticas del Mediterráneo ahora más cerca, que llega el verano y podemos practicar snorkel.

 

Zeus, rey de los peces

El pez de San Pedro o Zeus faber se encuentra entre las rarezas animales de nuestras inmersiones, dada la poca frecuencia con las que solemos observarlo aunque se trate de una especie presente en todo nuestro Mediterráneo.

 

Este pez de inconfundible figura, aplanado lateralmente y con una alargada aleta dorsal provista de vistosas espinas  vive cerca del fondo aunque es precisamente en esta época, en los primaverales meses de mayo y junio, cuando asciende desde los -200mts a aguas más superficiales para desovar, por lo que es el momento de que la suerte nos agracie con el preciado encuentro. 

 

Zeus faber es todo un lujo también gastronómico, su preciada carne está reservada para restaurantes de nivel donde se sirve como exquisito manjar. Aunque a nosotros nos interesa más fotografiarlo, empresa nada fácil porque en cuanto nos acerquemos a él se alejará situándose de tal modo que no nos ofrecerá el plano lateral, que es el más ancho  y donde con más claridad destacan las inequívocas marcas de sus costados, que según dice la leyenda eran las de los dedos de San Pedro cuando fue a cogerlo por orden de Jesús.

 

Un nadador rápido que sigue los bancos de sardinas y arenques de los que se alimenta. Por eso los alemanes se refieren a él como Heringskönig, que significa rey de los arenques y que procede de la creencia de que este pez guiaba los bancos de arenques. En cualquier caso Zeus faber es un pez de leyenda.

 

 

El pez que más mola

Cuando se acerca la primavera suele comenzar a verse con más frecuencia uno de los peces más enigmáticos de nuestras aguas: el pez luna.  

 

Pez luna (foto: Rafa Martos)

 

Este pez a veces presenta un  impresionante tamaño, de más de un metro de diámetro.  Pero lo que más nos llama la atención es su forma redondeada, como un disco aplanado. Su evolución parece torpe, como si estuviera desconcertado, aunque nada más lejos de la realidad: cuando nuestro pez decide que ya está bien de curiosearlo hace un par de movimientos vigorosos y se aleja rápidamente de nosotros.

 

 Este curioso animal tiene una  inconfundible silueta esférica, cualquiera diría que como una luna llena, de ahí su nombre de pez luna  o Mola mola, que es su denominación científica, y es que lo que es molar, sin duda mola.

 

Un mejillón gigante

La nacra (Pinna nobilis)  forma parte del catálogo de especies con las que los buceadores estamos más familiarizados. Aunque nunca ha sido una especie abundante, tampoco era para nada extraño encontrarla en nuestros recorridos submarinos.

 

Nacra con estrella (foto: Rafa Martos)

 

Este bivalvo filtrador de gran porte que parece un gigantesco mejillón, se yergue vertical en fondos blandos y en zonas de pradera de posidonia. Siempre nos ha atraído y nos acercábamos cautelosos para observarlo detenidamente, maravillados porque un molusco tan grande y tan bonito permaneciera sólido e impasible al tiempo.

 

La nacra ha estado constantemente amenazada por su atractivo y por  el brillante y magnético tono de su interior, y ya desde los días del Imperio Romano se hacían con ellas hilos de cotizada seda de mar

 

Pero  desde hace poco, la frágil nacra está en serio peligro de muerte y casi ha desaparecido del litoral español. Y parece bastante claro que el culpable es un parásito unicelular, un protozoo  que libera sus esporas en el sistema digestivo de las nacras hasta que estas no pueden alimentarse y mueren, sembrando los fondos marinos de los  gigantescos cadáveres de Pinna nobilis.

 

Por eso es importante monitorizar y documentar las nacras que podamos encontrar en  nuestros buceos y colaborar en su pronta recuperación.

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