Navegación por categorías
La Barcelona modernista
Blog entreolas

La Barcelona modernista


 

La ciudad condal es conocida mundialmente gracias a su singular patrimonio arquitectónico, que tiene en el modernismo catalán y el arquitecto Antoni Gaudí su principal reclamo turístico.

 

El modernismo catalán es un estilo arquitectónico que se desarrolló entre finales del siglo XIX y principios del XX en Cataluña, principalmente en Barcelona.

 

Este estilo se caracteriza por el predominio de la curva sobre la recta, la asimetría de las formas, el detallismo de la decoración y el uso frecuente de motivos vegetales y naturales. La arquitectura modernista integró en la construcción oficios tradicionales como la cerámica, el hierro forjado, los vitrales y la escultura.

 

En Barcelona hay un centenar de edificios modernistas de gran valor arquitectónico, aunque el Ayuntamiento cifra en 2.200 el total de edificaciones que se inscriben en este estilo. Los principales artífices de la Barcelona modernista fueron los arquitectos Antoni Gaudí, Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch. Un buen comienzo para la visita al modernismo barcelonés es la denominada Manzana de la Discordia, en el barrio del Eixample, donde en cien metros de calle se pueden admirar obras importantes de los tres principales arquitectos modernistas: la Casa Batlló, de Gaudí; la Casa Amatller, de Puig i Cadafalch, y la Casa Lleó Morera, de Domènech i Montaner.

 

En el número 43 del Passeig de Gràcia brilla imponente la Casa Batlló, obra de Gaudí, con su sorprendente fachada acuática que combina la piedra, el hierro forjado y la cerámica policromada. Es especialmente recomendable la visita al interior, que incluye la planta noble, la escalera de vecinos, la buhardilla y la azotea con las coloridas chimeneas donde se encuentra el dragón acostado que corona el edificio.

 

Tampoco puedes perderte su fascinante tour inmersivo. La Inteligencia Artificial o la Realidad Aumentada son algunos de los ingredientes de esta creativa propuesta cultural. Proyecciones volumétricas imposibles, sonido binaural, sensores de movimiento, espacios inmersivos únicos en el mundo y delicadas propuestas que apelan a sentidos como el olfato dotan a esta experiencia de sensaciones nunca antes vividas.

 

La casa contigua, la Casa Ametller, obra del arquitecto Puig i Cadafalch, está decorada con esculturas que hacen referencia tanto a la familia chocolatera propietaria de la casa como a iconos de la tradición catalana. Si seguimos subiendo por el Passeig de Gràcia, a mano derecha, en la esquina con la calle Provença, descubrimos otra obra capital de Gaudí: la Casa Milà, conocida popularmente como La Pedrera. Las ondulaciones y los hierros forjados que decoran los balcones dan forma a su dura y espectacular fachada con aspecto de acantilado marino. En el interior se puede visitar un piso que recrea la ambientación de una vivienda burguesa de la época.

 

Girando a la derecha por la avenida Diagonal, en la esquina con Roger de Llúria, encontramos la peculiar Casa Terrades o Casa de les Punxes, de Puig i Cadafalch. Se trata de un edificio con aire de castillo medieval, con fachada de ladrillo, una torre principal con cimborio y cuatro torres coronadas por sendas agujas de forma cónica. Para adentrarnos un poco más en la obra de Antoni Gaudí resulta imprescindible una visita a la Sagrada Família y el Park Güell. Sin duda, la obra más reconocida de Gaudí es su inacabado templo expiatorio de la Sagrada Família, ubicado en el Eixample e icono de la ciudad de Barcelona en todo el mundo. El arquitecto dedicó 43 años de su vida a esta obra, que es una excelente muestra de las soluciones estructurales que aplicó en su arquitectura y de su concepción orgánica de los edificios, basada en la observación e imitación de las formas de la naturaleza.

 

En el Park Güell, Gaudí logró la simbiosis perfecta entre la arquitectura y la naturaleza y desplegó su técnica decorativa del trencadís, consistente en el recubrimiento de superficies con piezas de cerámica y vidrio. Situado en la ladera del monte Carmel que mira al mar, en la parte superior de la ciudad, fue concebido como una pequeña ciudad-jardín para 60 casas unifamiliares de la burguesía barcelonesa, pero el proyecto quedó inacabado y se inauguró como parque público en 1926. El arquitecto Lluís Domènech i Montaner construyó en la ciudad dos emblemáticas edificaciones modernistas con un uso público: el Palau de la Música Catalana y el Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau.

 

Ambas construcciones fusionan tradición y modernidad y son claros ejemplos del característico estilo del arquitecto, en el que la exuberancia decorativa y la luminosidad son elementos fundamentales.

Publicador de contenidos
Tarifa a tu aire
Guías de viajes

Tarifa a tu aire

  Lo tiene todo. Cultura milenaria. Gastronomía con sabor a mar. Duende andaluz. Espacios naturales protegidos. Playas vírgenes. Y vientos que hacen las delicias de los amantes del surf y kitesurf. ¡Pura vida!   Por sus tierras pasaron fenicios, griegos, cartagineses, romanos y musulmanes. A todos ellos les cautivó este enclave finisterre, considerado en su tiempo el último rincón del mundo conocido. Hoy, la ciudad más meridional de Europa embruja a surfistas y visitantes. En este reportaje descubrirás por qué.     Castillo de Guzmán el Bueno     Día 1: 09:00 Un viaje en el tiempo. Para conocer la esencia de Tarifa, lo primero es perderse, sin prisas, en su casco antiguo. La Puerta de Jerez (siglo XIII), en la avenida de Andalucía, es el acceso principal y la única puerta que queda en pie de las cuatro que tuvo el antiguo recinto amurallado. Tras cruzarla, te espera un trazado de calles estrechas y adoquinadas, fachadas encaladas y balcones adornados con geranios y petunias que llenan de color este pequeño enjambre urbano de origen musulmán. Intramuros encontrarás tres monumentos, cercanos entre sí, que reflejan el mestizaje  arquitectónico y cultural de la ciudad. Se trata de la iglesia de San Mateo, de imponente fachada barroca, construida sobre una antigua mezquita; la iglesia de San Francisco de Asís, con su mezcla de estilos barroco y neoclásico; y la de Santa María, también edificada sobre los restos de una antigua mezquita. 12:00 Visita el castillo de Guzmán el Bueno. Desde el casco antiguo, dirígete a la calle Guzmán el Bueno, junto a la entrada del puerto. Allí se alza esta alcazaba califal erigida en el siglo X por orden de Abderramán III de Córdoba. Durante la visita al castillo, podrás recorrer su torre octogonal (con vistas al estrecho de Gibraltar y la costa marroquí), explorar el recinto amurallado y profundizar en su historia visitando el museo. Testigo de grandes episodios históricos, esta fortaleza se convirtió en el último bastión cristiano ante el avance musulmán. Uno de los capítulos más célebres tuvo lugar en 1294, cuando el alcaide Alonso Guzmán el Bueno, de quien toma su nombre actual, resistió en su interior el asedio a la ciudad.     El chiringuito Tarifa Lounge Beach, con el castillo de Santa Catalina al fondo   14:00 Almuerzo con sabor local. Es momentode recargar energías con lo mejor de la gastronomía local. Sin dejar el casco histórico, algunas recomendaciones que satisfacen a todos los paladares: en Raizes (calle Mariano Vinuesa, 9, próximo al puerto), el atún con tortillitas de camarones es un acierto seguro. Y en El Lola (a dos pasos de la muralla), además de sus especialidades de atún rojo de almadraba (certificado) y carne de retinta, la estrella es la hamburguesita Échale guindas, una mezcla exquisita de carrillera y presa ibérica, que fue ganadora del Premio Sabor en la XI Ruta del Ibérico de Tarifa 2024.   16:00 Tarde de surf y playa. Los vientos de levante y poniente convierten las playas de Tarifa en el sueño de cualquier amante de las olas: surf, kitesurf, windsurf, wingfoil... Con una media de 165 días de levante al año, las condiciones son ideales. Los mejores arenales: la playa de Los Lances, con acceso directo desde la ciudad, y Valdevaqueros, una prolongación de la anterior y con un ambiente 100% surfero. 20:00 Atardeceres 'chill'. Para acabar el día, nada como disfrutar de un chiringuito junto al mar. En la playa de Los Lances, el Waikiki Beach Club Bar te transporta a Hawái con su música en vivo y sus deliciosos cócteles. Si quieres un ambiente más exclusivo, Carbones 13, 'el chiringuito de los famosos', ofrece un entorno más sofisticado. Y si lo que buscas es un atardecer a la sombra del castillo de Santa Catalina, tu opción es el Tarifa Lounge Beach. No lejos de ahí, en Valdevaqueros te esperan los icónicos Volare, Tangana y Tumbao. Este último, aseguran, es uno de los más fotografiados en Instagram. Y para un extra de autenticidad, anota en tu navegador Sunset y Sirocco, en la playa de Bolonia. En cualquiera de estos chiringuitos podrás contemplar los atardeceres infinitos que ofrece esta parte de la Costa de la Luz.     Día 2: 12:00 Avistamiento de cetáceos. No puedes irte de Tarifa sin vivir la experiencia de observar, en su hábitat natural, a delfines, calderones, rorcuales y ballenas en el Estrecho. Estas excursiones duran unas dos horas y se pueden contratar en las agencias próximas al puerto.     Calderones, en aguas del Estrecho   14:00 Descubriendo Bolonia. En apenas 20 minutos en coche desde Tarifa (N-340) se llega a Bolonia. Tu siguiente destino. Allí podrás disfrutar de su arenal y espectacular duna de 30 metros de altura y 200 de ancho, visitar el Complejo arqueológico romano de Baelo Claudia y recorrer la ruta del faro de Camarinal. 14:30 Visita Baelo Claudia. Está a pie de playa y fue uno de los centros comerciales romanos más  destacados en el siglo II a. C. Allí producían salazones y garum, la salsa de pescado sustituta de la sal que no faltaba en los platos de la Roma patricia. Hoy puedes visitar el complejo arqueológico –entrada gratuita– del que se conserva el teatro, el foro o plaza central, los templos, el palacio de justicia, las termas y las factorías de garum. ¡Merece la pena!     Vista panorámica de Baelo Claudio     16:00 Camarinal, un faro con vistas. En tu visita a Bolonia, reserva tiempo para descubrir el faro de Camarinal, un rincón único del Parque Natural del Estrecho. El recorrido hasta este mirador te permitirá conocer la riqueza paisajística de la costa gaditana y coronar la caminata con unas vistas espectaculares del Atlántico, el estrecho de Gibraltar y la costa de Marruecos. Te proponemos dos vías para llegar al faro: la ruta oficial, más accesible y corta, y una alternativa 'fuera de ruta', si te va la marcha. Para la primera, coge la carretera comarcal CA-8202 que sale del pueblo. A unos tres kilómetros encontrarás el sendero señalizado. Ahí comienza la ruta: 1,5 kms de pinos y matorrales con final en el faro. La segunda opción, nuestro 'fuera de ruta', cubre ocho  kilómetros (ida y vuelta) y empieza en el aparcamiento de El Lentiscal, en la playa de Bolonia. Desde allí, camina 1,5 kms por la playa hasta la duna y asciende hasta su mitad. Encontrarás dos aberturas naturales que conducen a un bosque de lentiscos, sabinas y pinos. Sigue el sendero señalizado con marcas amarillas, que atraviesa el bosque, hasta conectar con la CA-8202, donde comienza la ruta oficial hacia el faro ya comentada, tu segunda etapa y final de viaje.     Faro de Camarinal     Destino Baleària: conexión Tarifa - Tánger Tras ganar el concurso de adjudicación el pasado diciembre, Baleària opera ya la ruta Tarifa-Tánger Ville (Marruecos), conectando ambos destinos separados por apenas 14 kilómetros de mar. Una oportunidad para conocer la vibrante Tánger que late en su medina, zoco, cafés, además de descubrir su rica gastronomía de sabores exóticos y el legado literario e histórico de la ciudad.     Fast ferry Avemar Dos  


Leer más
Talento femenino que marca el rumbo
Historias del mar

Talento femenino que marca el rumbo

  Durante años el mar ha sido territorio de hombres, y ahora cada vez son más las mujeres que desarrollan su carrera profesional en puestos de marinería y de puente en los barcos.   Ya es una realidad, las mujeres están tomando el mando de los buques. Y eso se nota al embarcar en cualquiera de los barcos de Baleària, en los que cada vez es más común ver a mujeres con uniforme dirigiendo la operativa de embarque o con mono de trabajo, herramienta en mano, listas para desempeñar su trabajo a bordo. Las carambolas del destino y de la distribución de las tripulaciones han hecho que el ferry Abel Matutes hay contado con un puente de mando y una sala de máquinas representados mayoritariamente por mujeres.   Pero los inicios de las mujeres en los puestos de Puente y Máquinas (también llamado 'Deck and Engine') no fueron fáciles. «No era usual ver mujeres en el barco. Durante mucho tiempo fui la única», nos cuenta Marga Rodríguez, jefa de máquinas y una de las pioneras en su profesión en nuestro país allá por los inicios de los 90.     Marga Rodríguez, jefa de máquinas: «Me encanta que todas las máquinas vayan al conjunto, que vayan bien y ser parte de ello» Gracias a mujeres como Marga, que han ido marcando el rumbo, las nuevas generaciones lo han tenido más fácil y muchas de ellas encuentran referentes dentro de su círculo familiar. «Mi tío es jefe de máquinas de Baleària y fue él el que me llevó a un barco. Desde que pisé el puente por primera vez supe que quería ser capitana», afirma Laura Román, capitana del ferry Abel  Matutes. Son mujeres decididas, valientes y con ganas de ir cumpliendo metas pero que, además, disfrutan con los desafíos que les presenta su día a día a bordo. «Lo que más me gusta de mi trabajo son las operativas rápidas porque suponen un gran reto en el que hay que estar muy atenta para que todo salga bien», explica Maria José Martínez, la 2ª oficial.     María José Martínez, 2ª oficial «Mi reto es seguir navegando y llegar a ser 1º oficial» Y todas estas mujeres si tienen algo en común, a parte de su pasión por el mar, es la de amar su profesión. «La mayor parte de la vida la pasa uno en el trabajo y aquí me pasa el tiempo volando porque disfruto con lo que hago», asegura Laura Abad, marinera de máquinas. Además todas coinciden en destacar la gran familia que se forma a bordo con toda la tripulación, lo que hace más llevadero sus días embarcadas. Estas cuatro mujeres representan el cambio que está viviendo el sector marítimo y en el que Baleària quiere contribuir. Con determinación, pasión y compromiso, han roto barreras y navegan con firmeza hacia un futuro donde el talento no entiende de género.     Laura Abad, marinera de máquinas: «Incluso cuando estoy desembarcada, aprovecho para salir a navegar porque el mar es mi pasión»     Programa de talento femenino en Flota   Baleària ha trazado un plan para impulsar el talento femenino en flota, un sector que en general está muy masculinizado. Actualmente las mujeres representan el 16% del total de su tripulación. Sin embargo, se puede apreciar que el porcentaje crece hasta el 30% en el caso de los puestos en Servicios a Bordo, mientras que en Puente y Máquinas (un sector con escasez de profesionales y con la posibilidad de trabajar en tierra), las mujeres representan solo el 5%.   Baleària se ha marcado como objetivo alcanzar el 15 % de mujeres en Puente y Máquinas en 2030. Para ello, ha desarrollado un programa enfocado a alumnas de Puente y Máquinas, un plan de comunicación y difusión y la coordinación con entidades como Wista Internacional o la Organización Marítima Internacional.  


Leer más