La Toscana valenciana

Por Jose A. Fuentes | Periodista 


Una postal de cada una de las estaciones del año podría resumir la esencia de los paisajes de la Toscana valenciana, un triángulo al sur de la provincia de Valencia que une los pueblos de Moixent, Fontanars dels Alforins y la Font de la Figuera. Verano: El amarillo chillón de los girasoles destaca sobre el manto verde de las viñas. Otoño: Los colores de la tierra contagian a las caducas hojas de las colinas tapizadas de viñedos. Invierno: Las retorcidas siluetas de las cepas pueden tener que llegar a soportar alguna nevada que otra. Primavera: La explosión de colores vuelve a los valles.

Entre estas cuatro imágenes hay una infinidad de evocadoras panorámicas y muchos más atractivos históricos, culturales y enológicos que serpentean como sus carreteras por estos tranquilos valles. Un buen lugar para divisarlo es desde lo alto de la Bastida de les Alcusses, en el término municipal de Moixent; un promontorio desde el que abarcar todo este territorio con rasgos de Toscana, o incluso Provenza, valenciana. La Bastida fue una de las ciudades más importantes de la cultura ibérica, en el siglo IV a.c., por su situación estratégica en el corredor que unía el Mediterráneo con la Meseta y la Alta Andalucía. Se convirtió en un centro logístico tanto de mercancías como de conocimientos. De todo aquello queda un tesoro arqueológico que resistió a la invasión romana.

Hoy en día se pueden visitar diariamente la distribución de las viviendas, los silos donde se almacenaba el grano, los hornos visibles, además de toda una serie de descubrimientos, como el famoso guerrero de Moixent o una lámina de plomo con escritura ibérica, que actualmente descansan expuestos en el Museo de Prehistoria de Valencia.

 

Tierra de vinos

Estas Terres dels Alforins son paisajes de vinos, de 4.000 hectáreas de viñedos, de 11 bodegas, de singularidades enológicas, y es así como hacemos parada y fonda en una de ellas: el Celler del Roure. Esa misma escritura ibérica que se halló en la Bastida sobre una lámina de plomo está plasmada en la etiqueta de uno de sus vinos más reconocidos: Les Alcusses.

 

Cuna del pintor renacentista Juan de Juanes

El arte también está presente en este triángulo que hace de frontera entre la provincia de Valencia y la de Alicante. La Font de la Figuera es cuna de uno de los artistas del Renacimiento, Juan de Juanes (1507-1579), el autor de más relevancia en la Valencia de su época. Y aunque muchas de sus obras están en diferentes ciudades del mundo, aún es posible contemplar un gran retablo suyo que preside la Iglesia Parroquial de la Natividad de Nuestra Señora. Si Juan de Juanes hubiera nacido en otra época y le hubiera dado por los paisajes, muy cerca de su casa hubiera encontrado buena inspiración.

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