Navegación por categorías
Las matanzas en Mallorca, un ritual ancestral
Blog entreolas

Las matanzas en Mallorca, un ritual ancestral

Por Tolo Balaguer | Fotógrafo


 

La matanza del cerdo en Mallorca sigue siendo un rito que forma parte de la forma de ser, la cultura y la identidad mallorquina, con un elevado componente social y festivo.

 

Durante el período talayótico (1.300 a.C.), Mallorca ya disponía de una importante cabaña porcina de cerdo negro mallorquín, raza autóctona de las islas. En la actualidad, la cabaña ganadera de porc negre aumenta cada año en los amplios paisajes del Pla de Mallorca o las marinas del Migjorn. Criado en semilibertad, con él se obtiene la Sobrassada de Porc Negre, reconocida con la indicación geográfica protegida (IGP).

 

Ya sea con este animal, o bien con el cerdo común, el actual ritual familiar de las matanzas es quizá la tradición de la isla que menos ha evolucionado de todas las que todavía se conservan. Así, salvando las distancias, la matanza que se hace hoy es de hecho bastante similar a la que se hacía 200 años atrás. Son todavía muchas las familias, sobre todo en los pueblos, que anualmente matan un cerdo o dos. Antiguamente las matanzas eran algo esencial que se hacía de manera muy frecuente y constante, porque proveían a las familias de alimentos básicos para todo el año y se podían almacenar por si venían malos tiempos.

 

Pero también tenían un carácter más social, ir a matances supone un encuentro familiar, con amigos y conocidos, que permite pasar un rato agradable, charlando, cantando… Tradicionalmente, el cerdo se engordaba más o menos durante un año, y se sacrificaba con la llegada de los días fríos, que aseguran una mayor higiene y conservación de la carne. Actualmente, suele contratarse un matarife, aunque el proceso es básicamente el mismo. Las mujeres limpiarán los intestinos con vinagre y limón; en ellos se embutirán las mezclas, curadas con especias. Con la masa picada y condimentada con pimiento rojo y sal, se llenan los embutidos. Tradicionalmente es tarea reservada a los hombres; las mujeres se encargan de atarlos, a medida que van saliendo de la máquina.

 

La sobrasada esperará en las perchas de la despensa el momento idóneo para ser degustada. Color, textura y, por supuesto, sabor, son las variantes que van a juzgar vecinos y amigos y que determinaran en buena parte el éxito de las matances. Se habrá cerrado de esta forma un ciclo anual que cohesiona una forma de ser, una cultura, una identidad.

Publicador de contenidos
Talento femenino que marca el rumbo
Historias del mar

Talento femenino que marca el rumbo

  Durante años el mar ha sido territorio de hombres, y ahora cada vez son más las mujeres que desarrollan su carrera profesional en puestos de marinería y de puente en los barcos.   Ya es una realidad, las mujeres están tomando el mando de los buques. Y eso se nota al embarcar en cualquiera de los barcos de Baleària, en los que cada vez es más común ver a mujeres con uniforme dirigiendo la operativa de embarque o con mono de trabajo, herramienta en mano, listas para desempeñar su trabajo a bordo. Las carambolas del destino y de la distribución de las tripulaciones han hecho que el ferry Abel Matutes hay contado con un puente de mando y una sala de máquinas representados mayoritariamente por mujeres.   Pero los inicios de las mujeres en los puestos de Puente y Máquinas (también llamado 'Deck and Engine') no fueron fáciles. «No era usual ver mujeres en el barco. Durante mucho tiempo fui la única», nos cuenta Marga Rodríguez, jefa de máquinas y una de las pioneras en su profesión en nuestro país allá por los inicios de los 90.     Marga Rodríguez, jefa de máquinas: «Me encanta que todas las máquinas vayan al conjunto, que vayan bien y ser parte de ello» Gracias a mujeres como Marga, que han ido marcando el rumbo, las nuevas generaciones lo han tenido más fácil y muchas de ellas encuentran referentes dentro de su círculo familiar. «Mi tío es jefe de máquinas de Baleària y fue él el que me llevó a un barco. Desde que pisé el puente por primera vez supe que quería ser capitana», afirma Laura Román, capitana del ferry Abel  Matutes. Son mujeres decididas, valientes y con ganas de ir cumpliendo metas pero que, además, disfrutan con los desafíos que les presenta su día a día a bordo. «Lo que más me gusta de mi trabajo son las operativas rápidas porque suponen un gran reto en el que hay que estar muy atenta para que todo salga bien», explica Maria José Martínez, la 2ª oficial.     María José Martínez, 2ª oficial «Mi reto es seguir navegando y llegar a ser 1º oficial» Y todas estas mujeres si tienen algo en común, a parte de su pasión por el mar, es la de amar su profesión. «La mayor parte de la vida la pasa uno en el trabajo y aquí me pasa el tiempo volando porque disfruto con lo que hago», asegura Laura Abad, marinera de máquinas. Además todas coinciden en destacar la gran familia que se forma a bordo con toda la tripulación, lo que hace más llevadero sus días embarcadas. Estas cuatro mujeres representan el cambio que está viviendo el sector marítimo y en el que Baleària quiere contribuir. Con determinación, pasión y compromiso, han roto barreras y navegan con firmeza hacia un futuro donde el talento no entiende de género.     Laura Abad, marinera de máquinas: «Incluso cuando estoy desembarcada, aprovecho para salir a navegar porque el mar es mi pasión»


Leer más
Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry
Planeta sostenible

Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry

Navegar por el Estrecho es un espectáculo para los sentidos. Sonoro, por las olas del mar que hacen bailar al buque a su son; olfativo, por el olor a brisa marina; pero, sobre todo, visual.   El paisaje que presenta la travesía ve incrementada su belleza por las especies marítimas que se pueden descubrir con tan solo pasar un rato mirando el horizonte desde cubierta. Delfines comunes y listados, rocuales comunes, cachalotes… son compañeros habituales de las rutas que realizan los buques de Baleària por el estrecho de Gibraltar. Un entorno que investigadores aprovechan como plataforma científica para realizar censos de especies marítimas a bordo.     Observadora avistando     Los ferries, medio para estudiar los cetáceos Gracias al acuerdo alcanzado en 2018 entre la Fundación Baleària, investigadores de la Universidad de Cádiz y la Asociación Ecolocaliza-TE, se han realizado ya 142 avistamientos de más de 3.000 cetáceos entre delfines y ballenas. Estos estudios se enmarcan dentro del proyecto común denominado 'Los ferries, medio para estudiar los cetáceos' y está coordinado por la bióloga marina Alessia Scuderi. «Es importante realizar este tipo de investigaciones ya que aumenta nuestros conocimientos sobre estas especies protegidas permitiendo un monitoreo a largo plazo que cubre todas las temporadas, llevándolo a cabo de forma sostenible a través de los ferries de Baleària», afirma.     Cría de un mes de delfín mular     Una vez finalizada la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Asociación Ecolocaliza-TE ha reanudado los censos de monitoreo en el que participan voluntarios y voluntarias a bordo del Passió per Formentera o el Poeta López Anglada. «Queremos agradecer la implicación de los tripulantes de los buques involucrados, por la increíble acogida y el interés que demuestran cada vez que nos embarcamos», comenta Scuderi.     Delfín común


Leer más