
Menorca, la joya del Mediterráneo, es mucho más que un destino de verano. Esta isla cautivadora sorprende y enamora durante todo el año. Descubre su magia a través de nuestros diez imprescindibles.
Como dijo el famoso escritor y viajero Lawrence Durrellen su obra Reflexiones sobre una Venus marina, «Menorca es una isla que despierta el corazón de aquellos que la visitan». Su patrimonio histórico, playas vírgenes, encantadores pueblos de pescadores y una rica tradición gastronómica, convierten a esta singular ínsula en un lugar lleno de rincones por descubrir. Desde recorrer el histórico Camí de Cavalls y visitar los antiguos talayots, hasta disfrutar de la industria artesanal del calzado y relajarse en los spas, esta isla del Mediterráneo ofrece actividades para todos los gustos y en cualquier época del año.
1. Camí de Cavalls: un viaje alrededor de la isla
Ofrece la posibilidad de descubrir a pie, en bicicleta o a caballo una ruta ancestral que abraza toda la costa de Menorca, un sendero histórico repleto de paisajes cautivadores. El Camí de Cavalls ofrece 185 kilómetros de pura aventura, divididos en 20 etapas que el senderista puede adaptar a su ritmo y preferencias. A lo largo del recorrido, el visitante descubrirá playas paradisíacas, acantilados impresionantes, frondosos bosques y campos agrícolas. Una excelente manera de sumergirse en la biodiversidad de la isla.
Camí de Cavalls. Autor: Roger Salanova
2. Un festín para los sentidos: queso, sobrasada y caldereta de langosta menorquina
La gastronomía menorquina proporciona un recorrido culinario con productos locales que destacan por su calidad y sabor. El queso Mahón-Menorca, con su Denominación de Origen Protegida, su característico sabor intenso e inconfundible (fruto de su cuidada maduración en cavas, del viento, la humedad y la luz), es uno de los productos más emblemáticos de la isla.
En las queserías locales, los amantes de este manjar pueden conocer su proceso de elaboración y degustar las diferentes variedades. La sobrasada, un embutido a base de carne de cerdo, pimentón y sal, es otra delicia que los amantes de la buena gastronomía no deberían perderse. Se puede disfrutar en una simple tostada con pan payés y miel o incluso en platos elaborados. Y entre las recetas más populares de la tierra: la caldereta de langosta, un plato típico de la tradición marinera.
Queso Mahón-Menorca, con su Denominación de Origen Protegida
3. De postre, disfruta de la repostería y dulces típicos de la isla
La influencia de otras culturas se percibe también en la repostería, uno de los puntos fuertes de Menorca. Dulcesy pastas saladas llenan los escaparates de numerosos hornos tradicionales, que se han mantenido fieles a los sabores y procesos artesanales de siempre. Carquinyols, amargos, pastissets, flaons, rubiols, formatjades... La lista es larga y deliciosa.
Repostería menorquina. Autor: Isolda Delgado
4. Descubre la historia de los talayots
Menorca es un museo al aire libre gracias a su rico patrimonio arqueológico. Los talayots, monumentos ciclópeos construidos entre 1.200 y 123 a.C., existen únicamente en Menorca y Mallorca. Recientemente declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la cultura talayótica ofrece una ventana al pasado. Sitios emblemáticos como Torre d’en Galmés, Trepucó y Talatí de Dalt son de visita obligada. Recorre sus murallas ciclópeas, admira las importantes torres de piedra, contempla las enigmáticas taulas (estructuras ceremoniales en forma de T) y explora las navetas, como la de Tudons, unas construcciones funerarias con forma de nave.
Naveta des Tudons (Menorca Talayótica)
5. La belleza de los faros menorquines
Los faros de Menorca ofrecen algunas de las vistas más espectaculares de la isla. El faro de Favàritx, situado en un paisaje casi lunar en el Parque Natural de S'Albufera des Grau, es uno de los más icónicos. Con su torre blanca y negra, se alza en una zona árida ofreciendo un panorama impresionante del Mediterráneo.
Otra atalaya de luz imprescindible es la de Punta Nati, cerca de Ciutadella, famosa por sus atardeceres. Sin olvidar el faro de Cavalleria, en el extremo norte de la isla, que ofrece vistas panorámicas de la costa y es perfecto para los amantes del trekking y el senderismo. También son de obligada visita el faro de Artrutx, con su restaurante con vistas panorámicas, y el de Sa Farola, el más antiguo de la isla.
Vista de la costa de Cavalleria
6. Disfruta del encanto de los paseos marítimos
Como Fornells, famoso por su puerto y donde el paseo marítimo invita a caminar y a disfrutar después en algunos de sus restaurantes de cocina tradicional marinera. También, sin duda, merecen una visita el puerto de Maó (uno de los puertos naturales más grandes del mundo), el de Ciutadella, y el encantador puerto de Cales Fonts, ideal para salir a cenar.
7. Explora las playas vírgenes durante todo el año
Menorca es famosa por sus playas de aguas cristalinas, muchas de las cuales se encuentran en su estado natural, lejos del bullicio turístico. Además de las populares calas de arena blanca de la costa sur, son impresionantes las más agrestes del norte. Aunque las playas son especialmente atractivas en verano, en invierno ofrecen una belleza serena y solitaria, perfecta para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad.
Vista de la bahía de Cala Macarelleta
8. Relájate en sus spas, agroturimos y hoteles boutique
Los spas y tratamientos son una excelente manera de desconectar y deleitarse con un día de bienestar en cualquier época del año, rodeado de la tranquilidad y la belleza natural de Menorca, cuya experiencia puedes ampliar alojándote en hoteles rurales, agroturismos o encantadores hoteles boutique en pleno centro histórico y hoteles de costa al lado de la playa.
9. Observa las estrellas en el Parque Natural de S'Albufera des Grau
Este parque, corazón de la Reserva de la Biosfera de Menorca, es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y la observación de estrellas. El Parque Natural de S'Albufera des Grau ofrece un cielo nocturno espectacular, libre de contaminación lumínica.
Durante el día, se pueden observar los senderos del parque, aves y disfrutar de la biodiversidad del área. Por la noche, este enclave invita al visitante a disfrutar de un cielo nocturno perfecto para perderse entre constelaciones, planetas y la Vía Láctea. La tranquilidad y la oscuridad del parque hacen de este lugar un escenario perfecto para una noche de observación estelar. Una experiencia inolvidable que se puede disfrutar aún más de la mano de guías especializados.
10. Descubre la industria del zapato menorquín (más allá de las menorquinas)
Menorca es famosa por su calzado artesanal de alta calidad. La isla alberga una próspera industria zapatera, con marcas reconocidas como Jaime Mascaró y PonsQuintana. Visitar las fábricas y talleres locales permite observar el meticuloso proceso de fabricación. En todas las poblaciones de la isla hay tiendas que ofrecen una amplia variedad de estilos, y algunas hasta incluso permiten personalizar los zapatos. Además, muchas empresas menorquinas se comprometen con la sostenibilidad, utilizando materiales ecológicos.
Calzado artesanal. Autor: David Arquimbau