Dice el escritor italiano Alessandro Baricco que el mar no tiene caminos ni explicaciones. Y, sin embargo, nos encanta surcar sus olas, viajar sobre sus aguas a bordo de embarcaciones, dejar que nos moje los pies en una tarde de verano o que el rumor de sus mareas inunde las noches de moraga estivales. A continuación te mostramos algunos de los mejores largometrajes en los que el mar es protagonista.
Beyond 360
En 2011, Anna Corbella y la británica Dee Caffari tenían un sueño: convertirse en la primera tripulación femenina en dar la vuelta al mundo sin escalas. En 2010 lo consiguieron cuando participaban en la Barcelona World Race después de un viaje de 102 días de navegación alrededor del planeta. Su experiencia quedó plasmada en un documental titulado Beyond 360, dirigido por Luis Goyanes y que, más que una película, es la historia de un sueño cumplido a base de esfuerzo, tesón y mucho riesgo. “Es como tener alrededor un precipicio de miles y miles de metros. Si te vas ahí, no hay salvación” cuenta Corbella en uno de los momentos de la película. De temática similar, Losing sight of shore, disponible en Netflix, cuenta la historia de cuatro mujeres que remaron desde San Francisco a Australia con fines solidarios.
Ponyo en el acantilado
Esta película -protagonizada por una criatura marina llamada Ponyo que desea convertirse en niña cuando conoce a un niño de 5 años, Sosuke- es mucho más que una obra de animación. Es una de las joyas del director japones Hayao Miyazaki y el mítico estudio Ghibli. Dirigida a toda la familia y estrenada en 2009, reescribe el cuento de La Sienita mientras habla de sueños, maternidad, mitología, la magia de la infancia o la sabiduría de las madres. También es un relato ecologista que pone sobre la mesa el daño, casi siempre con voluntad, que el ser humano ejercer sobre la naturaleza y del que el mar, lamentablemente, es un ejemplo. Disponible en Netflix -como otros muchos títulos de Miyazaki- es otra manera de acercarse al océano y dejar correr la imaginación.
Solo
Rodada en Punta Paloma y otras maravillosas localizaciones de Fuerteventura, en las Islas Canarias, Solo es el relato de las 48 horas agónicas que el surfista Álvaro Vizcaíno vivió en 2014 tras caer por un acantilado. En 2018, el director Hugo Stuven convirtió la historia de supervivencia en esta ficción protagonizada por Alain Hernández y Aura Garrido y disponible en Netflix. Los maravillosos paisajes volcánicos del archipiélago canario, su sol y su oleaje tienen también roles principales en una historia que escarba en la relación entre el ser humano y el mar, pero también en si somos conscientes del regalo que es vivir. Una reflexión perfecta en pleno estado de alarma.
Alegato ecologista
Oceans es un documental que nos acerca a las criaturas marinas. A sus maravillosas capacidades, sus curiosos comportamientos, sus relaciones, su fuerza o delicadeza. Pero también a cómo sus vidas están cambiando debido al impacto del ser humano, la sobrepesca, la contaminación y el calentamiento global.
…Y muchos grandes clásicos
La historia del cine tiene muchas líneas escritas con películas donde el mar ejerce de protagonista. Hay decenas de ejemplos. Desde el Moby Dick que adaptó John Huston para la gran pantalla en 1956 a uno de los grandes clásicos, Tiburón, que ha hecho que varias generaciones teman a los escualos, pasando por las 20.000 leguas en viaje submarino que Kirk Douglas protagonizó a finales de los 60. Pero también hay películas singulares como Waterworld, donde los humanos tienen agallas y se han mimetizado con el medio marino o la saga Piratas del Caribe y las aventuras de Jack Sparrow por los siete mares. Y más allá, Master and Commander, La vida de Pi, Un, dos, tres… Splash, la divertida comedia Life Aquatic de Wes Anderson o El Gran Azul, obra maestra de Luc Besson centrada en la pasión (y rivalidad) de dos hombres por la apnea y sus propios límites.
Ignacio Sánchez | Periodista