Ser periodista brinda la oportunidad de conocer lugares, servicios y personas a los que normalmente no se tiene acceso. Por ejemplo, los entresijos de uno de los buques que une la línea marítima entre Ceuta y Algeciras, el Avemar Dos. Ser uno de los más de 8 millones de pasajeros que ha viajado con Baleària en los últimos diez años tiene poco de especial. Pero surcar el Estrecho de Gibraltar junto al capitán en el puente de mando y acompañar durante la travesía a la tripulación en sus tareas, sí que lo es. [caption id="attachment_1015" align="aligncenter" width="1000"] En el puente de mando con el capitán Carlos Alarcón[/caption] Son apenas 55 minutos de viaje en la línea regular, quizá, más corta de España, aunque no por ello menos complicada. Los ferries que unen Algeciras y Ceuta cruzan el segundo canal de navegación más transitado del mundo, después del Canal de La Mancha. Por ello, la operativa no deja nada a la improvisación. En el puerto, la primera oficial espera desde la bodega a que le comuniquen que ha terminado el embarque de pasajeros para retirar la pasarela de acceso y, solo entonces, levantar la rampa. El Avemar Dos tiene capacidad para 835 pasajeros, 18 tripulantes, más de un centenar de coches y varios camiones. Una vez solventado el amarre de proa y popa, serán los prácticos los que autoricen la salida para iniciar una de las seis rotaciones completas con las que este barco une la ciudad autónoma con Algeciras. [caption id="attachment_1014" align="aligncenter" width="1000"]
Vistas al Peñón de Gibraltar[/caption] El capitán inicia entonces la navegación. Una vez fuera de la dársena comercial, es el personal de Salvamento Marítimo en la torre de Algeciras Tráfico la que controla el tránsito del barco en la bahía más bulliciosa de España, donde acceden 30.000 buques cada año. Pasada Punta Europa puede que ya hayan asomado alguno de los cetáceos residentes en la bahía, pero es el momento de comunicar de nuevo a Salvamento Marítimo, esta vez a Tarifa Tráfico, que el Avemar Dos procede a cruzar el dispositivo de separación del tráfico del Estrecho. Será uno de los 300 barcos que cada día pasan por la zona. [gallery columns="2" link="none" size="full" ids="1009,1013"] A bordo la actividad es incesante. El marinero de guardia revisa cada punto de verificación de las tres cubiertas del buque que indican los códigos internacionales, mientras dentro el personal de cabina atiende a un pasaje muy habituado al mar. Pronto se acerca el Monte Hacho, el buque reduce y el marinero y el contramaestre se preparan para arriar los cabos con los que los amarradores harán su trabajo en Ceuta. Y vuelta a empezar. Araceli Muñoz | Periodista
Rumbo a Ceuta
Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry
Navegar por el Estrecho es un espectáculo para los sentidos. Sonoro, por las olas del mar que hacen bailar al buque a su son; olfativo, por el olor a brisa marina; pero, sobre todo, visual. El paisaje que presenta la travesía ve incrementada su belleza por las especies marítimas que se pueden descubrir con tan solo pasar un rato mirando el horizonte desde cubierta. Delfines comunes y listados, rocuales comunes, cachalotes… son compañeros habituales de las rutas que realizan los buques de Baleària por el estrecho de Gibraltar. Un entorno que investigadores aprovechan como plataforma científica para realizar censos de especies marítimas a bordo. Observadora avistando Los ferries, medio para estudiar los cetáceos Gracias al acuerdo alcanzado en 2018 entre la Fundación Baleària, investigadores de la Universidad de Cádiz y la Asociación Ecolocaliza-TE, se han realizado ya 142 avistamientos de más de 3.000 cetáceos entre delfines y ballenas. Estos estudios se enmarcan dentro del proyecto común denominado 'Los ferries, medio para estudiar los cetáceos' y está coordinado por la bióloga marina Alessia Scuderi. «Es importante realizar este tipo de investigaciones ya que aumenta nuestros conocimientos sobre estas especies protegidas permitiendo un monitoreo a largo plazo que cubre todas las temporadas, llevándolo a cabo de forma sostenible a través de los ferries de Baleària», afirma. Cría de un mes de delfín mular Una vez finalizada la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Asociación Ecolocaliza-TE ha reanudado los censos de monitoreo en el que participan voluntarios y voluntarias a bordo del Passió per Formentera o el Poeta López Anglada. «Queremos agradecer la implicación de los tripulantes de los buques involucrados, por la increíble acogida y el interés que demuestran cada vez que nos embarcamos», comenta Scuderi. Delfín común
Leer más
Avistamientos de fauna marina en familia
Aprender a observar el mar Mediterráneo, conocer a través de la experiencia personal las diferentes especies de fauna marina que en él habitan. Un grupo de empleados de Baleària, junto con familiares y amigos, recientemente pudieron comprobar de primera mano en qué consisten las tareas de observación y conservación del medio marino a bordo del ferry Nápoles. Para muchos jóvenes grumetes también era su primer viaje en barco, por lo que «la experiencia fue doblemente emocionante», comenta Laia Bort, responsable de Consignaciones de Barcelona. Esta experiencia es fruto del convenio de colaboración entre la Fundació Baleària y la Generalitat de Catalunya, de tal forma que la naviera pone a disposición de dicha entidad su flota que opera desde Barcelona a Baleares para el estudio de la biodiversidad marina. Cada mes realizan un viaje de avistamiento de media. A continuación te contamos la experiencia que compartieron con empleados de la naviera. Viaje de ida: rumbo a Ibiza La expedición partía un viernes por la noche, desde el Port de Barcelona hacia Ibiza. Los participantes fueron recibidos por el personal de a bordo y se les acomodó en diferentes camarotes. Pasaron la noche navegando y por la mañana tuvieron tiempo de almorzar en Ibiza y descubrir los encantos de Dalt Vila, el casco antiguo de la ciudad, antes de embarcar de nuevo, y aprovechar el viaje de vuelta del mismo buque para realizar la observación durante el día. Ricard Gutiérrez, durante la charla divulgativa previa al avistamiento Viaje de vuelta: Aprender a observar el mar Repartidos en dos turnos, los 20 participantes de este avistamiento recibieron primeramente una charla instructiva sobre la labor que realiza la Generalitat en el estudio y control del número de especies que habitan en el Mediterráneo. Además, se les explicó las diferentes características de las que comprenden el ecosistema marino autóctono. Una vez adquiridas las nociones básicas, visitaron el puente de mando del Nápoles para realizar la observación. Gracias al buen estado del mar, las medusas, peces luna, delfines rayados y aves marinas se dejaron ver fácilmente provocando el asombro de los asistentes. Pero, además, tuvieron la suerte de poder ver ejemplares que por sus características causan más admiración. Sin duda, las estrellas de la jornada fueron una tintorera (tiburón azul), que avistó muy cerca del ferry una joven visitante, y dos ejemplares de rorcuales comunes, la segunda ballena más grande del mundo, que se dejaron ver a 30 millas náuticas de la llegada al puerto barcelonés. Fumareles comunes migratorios fotografiados durante el avistamiento (foto: Ricard Gutiérrez) Durante la jornada, y contando con las sesiones de los dos grupos, se observaron 4 especies de tiburones y túnidos (tintorera, marrajo, pez espada y atunes), 4 de cetáceos (2 rorcuales, 9 calderones grises, un delfín mular y 117 delfines listados), 7 especies de aves marinas (gaviota patiamarilla, pardela balear, fumarel común, gaviota enana, paíño mediterráneo, frailecillo y pardela mediterránea) y 2 aves terrestres migratorias (bisbita arbóreo y golondrina común). «El record anual. No solo por ‘la mar llana’, como se suele decir en términos marítimos, que hubo ese día, sino también por la precisión de los observadores marinos que demostraron tener conocimientos de los habitantes del Mare Nostrum», afirma Ricard Gutiérrez, técnico de fauna litoral y marina de la Xarxa de Rescat de Fauna Marina de la Generalitat. Delfines avistados durante la jornada (foto: Ricard Gutiérrez) Laura Sánchez, Comercial de la zona de Catalunya, quien repetía por segunda vez la expedición en familia, califica la experiencia de «muy gratificante porque ayuda a observar el mar con detenimiento y a conocer las diferentes especies a través de la experiencia vivida». Además, todos los participantes coincidieron en que es una actividad que permite relacionarse con compañeros de trabajo fuera del ámbito laboral. Durante la jornada se avistaron un total de 115 especies
Leer más