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Siete rincones para comerse el carnaval de Cádiz
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Siete rincones para comerse el carnaval de Cádiz


 

El casco histórico de Cádiz es un maravilloso lugar por el que pasear, perderse por las callejuelas  del barrio de La Viña, llegar hasta La Caleta o subir a la Torre Tavira para ver todo desde otro punto de vista.

 

En carnaval también, aunque en estos días la tranquilidad se vuelve bullicio en cada esquina.  Sobre todo, mientras más cerca se esté del Teatro Falla, gran epicentro de la más famosa fiesta de  la tacita de plata Lejos de temer a estos días festivos, hay que atreverse a deambular entre disfraces, coplas, murgas y los mil detalles que envuelven a la gran fiesta gaditana. De paso, también  es buen momento para  conocer la gastronomía local, que te dejará con el mejor sabor de boca. Abre los ojos, afina las orejas, échale paciencia y nunca pierdas el sentido del humor.  ¡Buen provecho!   

 

 

El Faro

 

El Faro  · Calle San Félix, 15

Como los faros que iluminan a los navíos que surcan los mares, este restaurante es el guía de los amantes de la gastronomía que pasean por Cádiz. Es cita obligada por su tradición, por la sabiduría y anécdotas que encierran sus paredes. También  por saber reinventarse  con propuestas innovadoras: su carta es la perfecta mezcla  entre el  pasado y el futuro. Sus sabores son Cádiz en estado puro. Hay dos opciones: sentarse en sus comedores repletos de imágenes de personajes famosos que han almorzado o cenado allí o dejarse caer por la barra para un tapeo más informal. Sea cual sea, la decisión de ir a El Faro siempre será la buena.

 

Mercado de Abastos  · Plaza de la Libertad

El mercado central de Cádiz, ubicado en la céntrica Plaza de la Libertad, es una delicia para los sentidos. Pasear por sus puestos es entender lo que el Atlántico regala día a día. Por suerte, además, muchos de ellos  surten de  materia prima  a algunos  de los negocios que se han instalado en el rincón gastronómico de este bonito mercado. Un lugar en el que, además, se puede disfrutar de productos frescos de la Sierra de Cádiz o sushi con toques gaditanos. También hay empanadas, cocina cordobesa, propuestas llegadas desde Argentina o los mejores vinos e ibéricos.  En la variedad está el gusto. 

 

 

Productos de primera calidad del Atlántico

 

El Laurel  ·  Obispo Urquinaona, 3

Salpicón de marisco, pavía de merluza, cazón en adobo, medallón de solomillo al Pedro Ximénez, brochetas de atún con langostinos, marrajo al ajo perejil, albóndigas de choco, sardinas en vinagre… la lista de tapeo es casi infinita en las pizarras que cuelgan en las paredes del bar El Laurel. Es uno de esos sitios alejados de modernidades y con pinta de vieja tasca. Es  el espacio perfecto para respirar la mejor tradición del tapeo andaluz.

 

Freiduría Las Flores · Plaza Topete, 4

Pocas cosas más típicas de Cádiz que una freiduría. Un lugar donde huele a aceite, a pescado frito y al arte que tienen los cocineros locales en freír a la perfección desde unas gambas a unos choquitos. Su cazón en adobo es una delicia y sus diferentes aliños, también. Si no apetece sentarse en alguna de sus mesas -donde a veces las palomas son difíciles rivales para coger sitio, como casi en cualquier terraza de Cádiz- también se puede pedir para llevar en los clásicos cartuchos de papel de estraza. Son perfectos para seguir paseando entre coplas carnavaleras.    

 

 

Ultramar & nos

 

Ultramar & nos  ·  Calle Enrique de las Marinas, 2

Alitas picantes, saam de pescado, taco de atún, curry de pollo o pulpo braseado son solo algunos de los deliciosos bocados que se pueden encontrar en este precioso rincón, que nació en 2015 gracias a la iniciativa de los hermanos Francisco y Tomás Ruibal y el chef Pancho Jiménez. Ocupa el espacio vacío que dejaron los ultramarinos Barreda, junto a la Plaza de la Mina. Es ese tipo de lugares tan formales como informales donde comer es toda una diversión y se mezclan, tanto en la mesa como en la conversación, dejes gaditanos con los internacionales.

 

Casa Manteca · Corralón de los Carros, 66

Estar en Cádiz y no pasar por Casa Manteca es casi una traición al hecho de viajar. Es uno de los sitios más clásicos de la ciudad y, aunque cada vez llegan más turistas, aún no ha perdido su esencia. Dicen que aquí aprendió Sarkozy el compás tres por cuatro, y entre sus paredes se pueden conocer historias que jamás creerías si las contaran en otro lugar. No dispone de cocina, pero sí de multitud de tapas y vinos para acompañarlas que te harán pedir una, otra, otra y otra hasta el infinito. Sobre todo, al probar delicatessen tan locales como los chicharrones o el queso  payoyo  con mermelada de espárragos trigueros.

 

 

Casa Manteca

 

La  Poeme  · Alcalá Galiano, 3

Es probable que el carnaval enganche. Y que la tarde se convierta en noche, la noche en madrugada y la madrugada, en amanecer. A esas horas, nada como sentarse a disfrutar de un rico desayuno. Un clásico es acercarse hasta alguno de los muchos lugares donde sirven un exquisito chocolate con churros, como la cafetería La Marina Uno (en el número 1 de la Plaza Topete) o los puestos que hay en el mercado de abastos. Pero, para quien quiera dar un paso más allá, uno  de los lugares  más interesantes es, sin duda, La  poeme. Su maestro pastelero es el belga David  Luguet, que ha sabido traer todo el buen trato y conocimiento de Bélgica y Francia a un precioso rinconcito en Cádiz. La bollería francesa, con sus maravillosos  cruasanes caseros como gran ejemplo, es su especialidad. Perfecto para arrancar el día con energía… y repetir la ruta gastronómica. 

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Las mejores playas gaditanas
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Las mejores playas gaditanas

  La costa de Cádiz se enorgullece de contar con algunas de las playas más impresionantes de Europa, paisajes naturales de arena fina y virgen que invitan tanto al relax como a la emoción de deslizarse sobre las olas en una tabla de surf.     Las calas de Roche   Las calas de Roche son como el último sorbo de una buena copa de vino. La costa de Cádiz posee muchos tesoros escondidos capaces de sorprender al visitante, aunque no todos son de fácil acceso. Las calas de Roche son una sucesión de hermosas y pequeñas calas rodeadas de naturaleza y acantilados al norte de Conil. Contemplar el atardecer desde cualquiera de ellas representa una de las experiencias más maravillosas que se puede disfrutar en todo el litoral andaluz.     Una serie de senderos, que parten desde el mismo Conil, bordeando la costa, conducen hasta estas playas en forma de medialuna, difíciles de divisar a simple vista desde la carretera que discurre elevada y paralela al mar. Lo complicado de su orografía es parte de su encanto que, además, se ve fortalecido por su naturaleza efímera, ya que el hecho de poder llegar hasta ellas o gozar de su arena depende por completo del ritmo cadencioso de las mareas. Otro de sus encantos radica en que se han conservado completamente vírgenes, por lo que no disponen de chiringuitos, duchas, aseos o cualquier otro servicio; únicamente naturaleza en estado puro.     Cala Frailecillo, cala Encendida, cala Tío Juan Medina, cala Pato, cala Medina y cala Áspero son la media docena de calas que forman esta espectacular zona del litoral gaditano de apenas 600 metros de extensión. A todas ellas se accede por unas escalinatas excavadas en la roca que descienden desde los acantilados rojizos. Sus vistas son idílicas, el agua siempre cristalina y prácticamente sin oleaje, su olor inconfundible a salitre y, por supuesto, el sonido constante del vaivén de las olas como telón de fondo hacen que uno se sienta como en un cuento de hadas. Ideales para evadirse del mundo y del frenesí diario.        Dunas de Valdevaqueros   La playa de Valdevaqueros, la más bonita de Tarifa, es uno de los pocos lugares vírgenes que quedan en la Costa de la Luz, donde los valles de los ríos desembocan silenciosos en la playa y en la sierra litoral, ajenos al ajetreo de las olas mar adentro donde los amantes del windsurf y del esquí con cometa luchan por subirse a la gran ola. En primera línea de costa, en este edén natural de arena fina, 4 kilómetros de dunas móviles se desplazan al capricho de los vientos engullendo árboles, carreteras y amenazando con sepultar todo aquello que encuentren a su paso.     El médano de Valdevaqueros se formó como consecuencia de las acciones militares llevadas a cabo en la década de los cuarenta, en plena dictadura franquista, para acondicionar los terrenos que daban acceso a los cuarteles de la zona, y para cavar algunas trincheras que impidieran un posible desembarco aliado en la costa. La construcción de un foso de arena alargado paralelo a la costa entre la zona dunar y la orilla del mar, junto con los fuertes vientos de levante desplazaron la arena y provocaron un aumento de la franja dunar que aumenta, imparable, año tras año.    Actualmente, en los días de fuerte viento de levante, la arena invade totalmente la carretera A-2325, en la que habitualmente los turistas curiosos se hacen selfies con las señales de tráfico medio enterradas. Esos días, la vía se vuelve totalmente intransitable y los vecinos quedan incomunicados hasta que las máquinas excavadoras retiran las ingentes cantidades de arena que, a veces, llegan a alcanzar los 30 metros de altura.         Caños de Meca: Faro de Trafalgar   Caños de Meca todavía se asocia a esa imagen de la década de los sesenta en la que ostentaba el título de ser el rincón más hippie de la costa gaditana, frecuentado por bohemios, artistas y, en ocasiones, incluso por algunos de los miembros de la llamada movida madrileña, en busca de esa anhelada libertad. La misma que todavía persiguen hoy en día los que se acercan a este municipio en busca del contacto directo con la naturaleza, el mar, una dieta saludable, atardeceres de película y, sobre todo, la posibilidad de bajar las revoluciones de la vida estresada de las grandes ciudades.      El viento persistente, las dunas doradas y un pasado bucanero envuelven el faro de Trafalgar en una atmósfera misteriosa. Contemplar el atardecer frente a este baluarte histórico de 34 metros de altura representa una auténtica delicia. Solitario ante la inmensidad del océano, el faro se sitúa en una zona repleta de dunas doradas, extensas playas y una vegetación que a veces llega incluso hasta la arena. Una pasarela de madera serpentea por la costa, atravesando acantilados, desde donde se pueden observar infinitos tonos azulados que el océano dibuja según las corrientes. A lo lejos, los surfistas, windsurfistas y kitesurfistas buscan el viento de levante que les haga volar, ajenos al hecho de que hace algo más de 200 años, en este mismo escenario, se libraba la batalla de Trafalgar, un enfrentamiento naval entre la Armada Real Británica y las flotas combinadas de las Armadas francesa y española que tuvo lugar durante la guerra de la tercera coalición. La victoria, por cierto, cayó del lado inglés.     Desde el promontorio del faro, se puede bajar hasta la playa de Trafalgar, una enorme cala virgen de arena fina y dorada que se extiende a lo largo de 2 km desde el cabo hasta la playa de Zahora, al norte.       


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Un paseo por el Bosque de la Niebla en Cádiz
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Un paseo por el Bosque de la Niebla en Cádiz

  Hay escenarios de la provincia de Cádiz, concretamente del Campo de Gibraltar, que no necesitarían una decoración especial para Halloween. Uno de ellos es el sendero más tenebroso del sur de Europa. O el más bonito, según se mire.   Y que es un magnífico recurso para disfrutar del tiempo libre de la zona. Se trata del Bosque de la Niebla, un singular espacio de máxima protección por sus valores ambientales excepcionales, dentro de los límites del Parque Natural de Los Alcornocales. Situado entre los términos municipales de Algeciras, Los Barrios y Tarifa, es una de las rutas favoritas de los amantes del senderismo y la fotografía de la zona. Porque las estampas que surgen de este espacio, donde la naturaleza regala nada menos que 245 días de niebla al año, son únicas.     El Bosque de la Niebla, un singular espacio de máxima protección por sus valores ambientales excepcionales   ¿Qué hace especial este sendero? Lo que convierte en especial el Bosque de la Niebla es que cuenta con ecosistemas que no se corresponden ni con la zona donde se ubica ni con la edad geológica. La humedad que emana de su situación geográfica, entre el Atlántico y el Mediterráneo, junto al estrecho de Gibraltar,lo convierte en una verdadera cápsula del tiempo con niebla constante, casi a diario. Esto hace que mantenga preciosas y sombrías imágenes, casi fantasmagóricas, de una vegetación que no es ni de este tiempo y ni de este lugar. Nada más adentrarse, el musgo, laojaranza, los helechos y la humedad obnubilan. Como si fuera magia, el bosque de laurisilva del sur de Europa se presenta al senderista como un regalo de la naturaleza. Y de ahí que esteparaje cuente con la máxima protección ambiental.     El sendero está ubicado en los Llanos del Juncal, en el Tajo de las Escobas   ¿Cómo llegar hasta el bosque de la niebla? Llegar hasta este sendero tenebroso no es nada fácil. Primero, por su ubicación, en los Llanos del Juncal, en las inmediaciones del Tajo de las Escobas. Y segundo, por el esfuerzo físico que debes realizar para llegar hasta allí si dejas el vehículo, por ejemplo, en la zona recreativa delBujeo, en Algeciras.   Aunque no desesperes, porque la ruta también merece la pena. Según asciendas por los caminos forestales tendrás tanto vistas al mar como al continente africano. Y encontrarás ganado pastando, e incluso zonas tan singulares como un parque eólico plantado en La Ahumada, una zona donde los árboles dan buena cuenta del viento de Levante, con Tarifa a un lado y el monte Jebel Musa, al otro.    El bosque de alcornoques irá cerrándose hasta que la humedad te nuble la vista y ahí, al cruzar una verja, te estarás adentrando en el sendero más enigmático del sur de Europa.     La ubicación está catalogada como zona de Reserva A del Parque Natural de Los Alcornocales   Pide permiso para hacer la ruta La zona está catalogada con la máxima protección, como zona de Reserva A del Parque Natural de Los Alcornocales.  Por ello, debes pedir permiso al propio parque natural para ir de excursión. Basta con enviar un correo electrónico a [email protected] con la solicitud, la fecha, el número de personas que desea ir allí y, por supuesto, seguir las normas que te faciliten con la autorización para seguir manteniendo viva la magia de estesendero  que encierra los mayores misterios de la zona sur del continente europeo.


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