
Conexiones diarias entre Barcelona, el Puerto de Palma y Alcúdia hacen muy fácil hacer una escapada y disfrutar de un maridaje mallorquín a base, por ejemplo, de ‘arròs brut’ y una copa de Callet de Can Majoral
Mallorca es una isla llena de sorpresas. Más allá del sol y playa, ofrece una amplia oferta enogastronómica: en la isla se complementan la cocina marinera, típica de las zonas de costa, con una cocina de interior marcada por los cultivos de hortalizas y cereales y por la cría de cerdos. Aun así, la cocina de interior es una cocina donde el aprovechamiento es uno de sus
rasgos esenciales y uno de los platos del recetario mallorquín que mejor recoge esta tradición es el ‘arròs brut’. Este plato, un arroz de campo hecho con carnes de caza y hortalizas toma su nombre del color oscuro que coge el caldo al añadirle hígado picado, una de las claves de esta receta, hecho con los hígados de los animales de caza, normalmente conejo, pichón o bien los dos.
Por lo pronto, el ‘arròs brut’ se preparaba con las hortalizas que se habían cosechado en el campo y con las piezas que habían podido cazar, por el que no tiene una lista de ingredientes fijo. De recetas del ‘arròs brut’, hay tantas como cocineros los preparan, pero no se puede decir que un arroz es ‘arròs brut’, si no contiene los hígados picados. De este plato hay una versión más festiva donde se usan robellones, una seta deliciosa, y zorzales. También hay quién añade caracoles.
Callet, uno de los vinos emblemáticos de Can Majoral.
de Son Roig de suelos calcáreos y arcillosos, y vinificada como lo hacen en Can Majoral produce un vino que liga especialmente con el ‘arròs brut’.
El carácter afrutado y un poco floral del vino, empoderado por su paso por toneles de medida grande, le da por un lado la fuerza y la textura necesarias para limpiar la boca y por el otro los matices que lo ayudan a equilibrar el gusto penetrante de los hígados picados, mientras las especies del plato se suman a los balsámicos del vino, formando todo ello una combinación muy satisfactoria.
Infografía: Jordi Català
Ramón Roset | Va de Vi Balears