
Viajar en moto a Marruecos es mucho más que una simple travesía: es una experiencia única, de esas que nos adentran en el territorio de la aventura.
Muchas guías de moteros tienen ese viaje como uno de los mejores a nivel mundial. Nosotros embarcamos en Almería destino Melilla, y ya cuando en el barco sientes el viento acariciar tu rostro, sabes que estás a punto de vivir una experiencia que marcará tu vida para siempre.
Rumbo a la aventura
En Melilla nos esperan los trámites de rigor para entrar a Marruecos y a partir de aquí, te sumerges en un mundo de contrastes y fascinantes horizontes que nos dejarán sin aliento. Nosotros vamos a hacer un recorrido hacia el sur, a Merzouga y visitaremos lugares como el valle del río Muluya, Erg Chebbi, la cárcel portuguesa, el bosque de cedros gigantes de Ifrani o los mercados de Erfoud y Rissani. Y el otoño es sin duda el mejor momento para el viaje; no hace mucho calor, aunque en el desierto lo notaremos por el día, ni mucho frío.
Los paisajes que se despliegan ante nuestros ojos son tan diversos como impresionantes. Desde las escarpadas montañas del Atlas, donde serpenteantes carreteras nos llevan a través de valles verdes y gargantas rocosas, hasta los vastos desiertos del Sahara, donde el silencio y la inmensidad te hacen sentir pequeño frente a la grandeza de la naturaleza. Cada curva del camino nos sorprende con nuevas vistas y emociones.
También es un viaje cultural. Marruecos es un país de historia milenaria y cultura vibrante. Las antiguas ciudades imperiales te transportan a otra época con sus laberínticas medinas, mezquitas centenarias y bulliciosos zocos donde se mezclan los aromas de las especias y los colores de los tejidos.
Música bajo las estrellas
Y luego está la comida. La gastronomía marroquí es un festín para los sentidos, con platos exquisitos que combinan sabores intensos y aromas embriagadores. Desde el cuscús con verduras hasta el tagine de cordero con ciruelas y almendras, cada bocado es una explosión de sabor. Y como no, el ritual del té moruno.
Pero viajar en moto por Marruecos también tiene sus desafíos, como las condiciones variables de las carreteras y el clima extremo del desierto. Es fundamental estar preparado y equipado adecuadamente para cualquier eventualidad, desde cambios repentinos de temperatura hasta posibles percances mecánicos. Por eso lo más recomendable es hacerlo en grupo, con una organización que pueda responder a cualquier eventualidad, siendo imprescindible si nos adentramos en el desierto, el contar con un vehículo de apoyo y medios para sacarnos de una más que probable estacada en la arena.
En resumen, viajar en moto a Marruecos es una aventura inolvidable que te llevará a descubrir la belleza y la autenticidad de este fascinante país. Es un viaje más allá de lo conocido, hacia territorios inexplorados de belleza y autenticidad, donde cada curva del camino es una oportunidad para descubrir algo nuevo y maravilloso y vivir experiencias que quedarán grabadas en tu memoria para siempre.
Amanecer en Merzouga