El Lazareto, una isla dentro de otra isla
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El Lazareto, una isla dentro de otra isla


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El maravilloso puerto de Mahón acoge una espectacular fortaleza sanitaria en uno de sus islotes, abierta al público y que se posiciona como destino MICE.

 

¿A quién no le apetece visitar una isla? ¿Y descubrir una Isla dentro de otra isla? El imponente puerto natural de Mahón, en Menorca, guarda celoso tres islotes: La Illa del Rei, reconvertida en galería de arte; la Illa Plana, que es un pedacito de roca de 10.000 metros cuadrados con antiguos usos militares; y El Lazareto, una antigua fortaleza sanitaria que protagonizará este artículo y que guarda una historia que no se debe obviar para entender parte de la cultura de Menorca. Una instalación abierta a visitas guiadas y ahora también a eventos que forman parte del Turismo de negocios MICE, que corresponde a reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones. Un motivo ideal para complementar una escapada a la menor de las Baleares de la mano de tu naviera, Baleària.

 

 


 

En España, con motivo de las diferentes epidemias históricas, se crearon los lazaretos, hospitales donde se llevaba a los viajeros recién llegados por mar para que pasaran el periodo de cuarentena obligatorio y evitar cualquier tipo de propagación de las enfermedades más habituales de la época.

 

 


 

Con ese objetivo, el Conde de Floridablanca, ministro del rey ilustrado Carlos III, mandó la construcción en 1793 de El Lazareto de Mahón, unas obras que se prolongaron hasta 1817. Su uso hospitalario se prolongó durante un siglo, para luego, tras diferentes periodos, convertirse en un centro de convenciones y reuniones, entre otros usos. Actualmente, y tras un gran trabajo de recuperación, la instalación está abierta al público a través de las visitas guiadas para conocer mejor su historia, en un lugar por el que se calcula que pasaron más de 400.000 personas dada la importancia estratégica de Menorca en las rutas comerciales del Mediterráneo.

 

A pesar de la harmonía y la paz que transmite El Lazareto, es un lugar que se mantiene tranquilo pero que guarda entre sus muros auténticos dramas y, uno de los puntos inevitables en la visita es la zona del osario común, donde acabaron aquellos que sucumbieron a las terribles enfermedades. En el lado opuesto, el más amable, están los diferentes y elegantes jardines que rodean unas instalaciones con una arquitectura propia de la época y que invita al visitante a viajar en el tiempo para tratar de entender la importancia que tuvieron estos edificios en el pasado. Su belleza y su importancia son claves para entender que en 1993 fuera declarado Bien de Interés Cultural.

 

 


 

A la experiencia de recorrer a pie los diferentes puntos del islote se suma el viaje necesario en barco, que sale desde el delicioso muelle de Cales Fonts, un trayecto de apenas 10 minutos para cruzar hacia el curioso aislamiento.

 

Con el ánimo de recuperar y fomentar el uso, desde la Fundación Fomento del Turismo de Menorca y el Consell Insular de Menorca se ha apostado por transformar El Lazareto en destino de turismo MICE, especializado en mercado de reuniones (meetings), viajes empresariales (incentives), conferencias (conferences) y eventos corporativos (exhibitions). Una oportunidad para empresas que quieran ofrecer una experiencia diferente ligada a su marca.

 

Si quieres conocer más sobre El Lazareto o visitarlo, aquí tienes más información al respecto.

 

 

 

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