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Ocho países, tres continentes: los orígenes de los buques de Baleària (parte 2)
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Ocho países, tres continentes: los orígenes de los buques de Baleària (parte 2)

Por Javier Ortega Figueiral


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Los barcos también tienen un lugar de origen que a veces es muy lejano respecto a donde están navegando: el astillero donde han sido construidos y desde donde han empezado su vida. Este no es un dato que suela ser tan conocido. ¿Te has preguntado de dónde son los barcos que actualmente forman la flota de Baleària?


Hoy os contamos aquí mismo los diferentes lugares donde los ferries y fast ferries de esta naviera pasaron de ser piezas metálicas para convertirse en barcos reales. A continuación, Ocho países, tres continentes: los orígenes de los buques de Baleària, parte 2.

 

Ocho italianos
Diferentes generaciones y diferentes conceptos de buques made in Italy navegan actualmente en la flota de la naviera. Entre todos suman ocho buques de diferentes astilleros. Empezaremos por un trio de ferrys que son prácticamente gemelos: el Sicilia y el Nápoles, a los que desde hace muy poco se ha unido el Kerry. Los tres han sido construidos por la firma Visentini, llamada oficialmente y en italiano Cantiere Navale Visentini, Società a Responsabilità Limitata.


El astillero está en Porto Viro, una localidad de poco más de 14.000 habitantes en el delta del rio Po, al sur de Chioggia y la laguna de Venecia. Allí también se ha construido el ferry Hedy Lamarr y dos buques muy recientes y apreciados: el Marie Curie y el Hypatia de Alejandría. Como el Sicilia y el Nápoles, estos tres también tienen 186 metros.

 

Ferry Hypatia de Alejandría


Hay dos buques más de la flota construidos en Italia que suelen cruzarse por los Freus o llegando a La Savina, Formentera: el fast ferry monoscasco Ramon Llull (83 metros) y el ferry Posidonia (69m). El primero se construyó en las antiguas instalaciones de los astilleros Rodriquez de Pietra Ligure, una localidad de poco más de 8.000 habitantes en la provincia de Savona, en la Liguria, mientras que el segundo es toscano, pues se completó en Livorno, concretamente en los históricos astilleros de Luigi Orlando, firma creada en 1866 en unas ya entonces antiguas instalaciones militares que se reconvirtieron en lugar de construcción de buques civiles.


Un francés, un holandés… y uno de Singapur
El Poeta López Anglada, un ferry clásico de las líneas del estrecho y 133 metros, nació en Nantes. Lo hizo concretamente en los Chantiers (astilleros) Dubigeon, una antiquísima empresa fundada en 1760 y que durante cinco generaciones estuvo en las manos de la misma familia. El buque holandés de Baleària tiene 150 metros y es el Dénia Ciutat Creativa, una construcción del astillero Van Der Giessen de Noord, ubicado en Krimpen aan den IJssel, una población al este de Róterdam, el puerto comercial con más actividad de Europa.

 

Ferry Dénia Ciutat Creativa
 

El único barco asiático de la actual flota de la compañía es el Nixe, que fue construido en Marinteknik, firma de Singapur creada en 1984 y especializada en la construcción de embarcaciones de alta velocidad. De hecho, fue pionero en el uso de extrusiones de aluminio perfilado especiales para la construcción que hacen que los recipientes sean livianos y fuertes, ofreciendo así un mejor rendimiento, de ahí que Baleària encargase este buque y uno gemelo en su momento.


…y cinco asturianos
Terminamos este viaje por tres continentes en Asturias, donde han nacido cinco buques que actualmente operan con la compañía. De un lado, la serie Eco cuatro fast ferries gemelos de 28 metros de eslora, bautizados como Eco Aqua, el Eco Lux, el Eco Terra y el Eco Aire, pensados desde el origen para operar entre Ibiza y Formentera en 30 minutos y que fueron encargados a los astilleros Gondán, empresa casi centenaria de Castropol.

 

Fast ferry Eco Aqua


El quinto buque asturiano es, con 124 metros de eslora, el fast ferry más grande del mundo: el Eleanor Roosevelt, construido en los históricos astilleros Armón de Gijón, la principal ciudad de Asturias. 

España, Singapur, Francia, Italia, Australia, Holanda, Finlandia y Noruega: ocho países y tres continentes como lugar de nacimiento y construcción de la actual flota de Baleària.

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Las mejores playas gaditanas
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Las mejores playas gaditanas

  La costa de Cádiz se enorgullece de contar con algunas de las playas más impresionantes de Europa, paisajes naturales de arena fina y virgen que invitan tanto al relax como a la emoción de deslizarse sobre las olas en una tabla de surf.     Las calas de Roche   Las calas de Roche son como el último sorbo de una buena copa de vino. La costa de Cádiz posee muchos tesoros escondidos capaces de sorprender al visitante, aunque no todos son de fácil acceso. Las calas de Roche son una sucesión de hermosas y pequeñas calas rodeadas de naturaleza y acantilados al norte de Conil. Contemplar el atardecer desde cualquiera de ellas representa una de las experiencias más maravillosas que se puede disfrutar en todo el litoral andaluz.     Una serie de senderos, que parten desde el mismo Conil, bordeando la costa, conducen hasta estas playas en forma de medialuna, difíciles de divisar a simple vista desde la carretera que discurre elevada y paralela al mar. Lo complicado de su orografía es parte de su encanto que, además, se ve fortalecido por su naturaleza efímera, ya que el hecho de poder llegar hasta ellas o gozar de su arena depende por completo del ritmo cadencioso de las mareas. Otro de sus encantos radica en que se han conservado completamente vírgenes, por lo que no disponen de chiringuitos, duchas, aseos o cualquier otro servicio; únicamente naturaleza en estado puro.     Cala Frailecillo, cala Encendida, cala Tío Juan Medina, cala Pato, cala Medina y cala Áspero son la media docena de calas que forman esta espectacular zona del litoral gaditano de apenas 600 metros de extensión. A todas ellas se accede por unas escalinatas excavadas en la roca que descienden desde los acantilados rojizos. Sus vistas son idílicas, el agua siempre cristalina y prácticamente sin oleaje, su olor inconfundible a salitre y, por supuesto, el sonido constante del vaivén de las olas como telón de fondo hacen que uno se sienta como en un cuento de hadas. Ideales para evadirse del mundo y del frenesí diario.        Dunas de Valdevaqueros   La playa de Valdevaqueros, la más bonita de Tarifa, es uno de los pocos lugares vírgenes que quedan en la Costa de la Luz, donde los valles de los ríos desembocan silenciosos en la playa y en la sierra litoral, ajenos al ajetreo de las olas mar adentro donde los amantes del windsurf y del esquí con cometa luchan por subirse a la gran ola. En primera línea de costa, en este edén natural de arena fina, 4 kilómetros de dunas móviles se desplazan al capricho de los vientos engullendo árboles, carreteras y amenazando con sepultar todo aquello que encuentren a su paso.     El médano de Valdevaqueros se formó como consecuencia de las acciones militares llevadas a cabo en la década de los cuarenta, en plena dictadura franquista, para acondicionar los terrenos que daban acceso a los cuarteles de la zona, y para cavar algunas trincheras que impidieran un posible desembarco aliado en la costa. La construcción de un foso de arena alargado paralelo a la costa entre la zona dunar y la orilla del mar, junto con los fuertes vientos de levante desplazaron la arena y provocaron un aumento de la franja dunar que aumenta, imparable, año tras año.    Actualmente, en los días de fuerte viento de levante, la arena invade totalmente la carretera A-2325, en la que habitualmente los turistas curiosos se hacen selfies con las señales de tráfico medio enterradas. Esos días, la vía se vuelve totalmente intransitable y los vecinos quedan incomunicados hasta que las máquinas excavadoras retiran las ingentes cantidades de arena que, a veces, llegan a alcanzar los 30 metros de altura.         Caños de Meca: Faro de Trafalgar   Caños de Meca todavía se asocia a esa imagen de la década de los sesenta en la que ostentaba el título de ser el rincón más hippie de la costa gaditana, frecuentado por bohemios, artistas y, en ocasiones, incluso por algunos de los miembros de la llamada movida madrileña, en busca de esa anhelada libertad. La misma que todavía persiguen hoy en día los que se acercan a este municipio en busca del contacto directo con la naturaleza, el mar, una dieta saludable, atardeceres de película y, sobre todo, la posibilidad de bajar las revoluciones de la vida estresada de las grandes ciudades.      El viento persistente, las dunas doradas y un pasado bucanero envuelven el faro de Trafalgar en una atmósfera misteriosa. Contemplar el atardecer frente a este baluarte histórico de 34 metros de altura representa una auténtica delicia. Solitario ante la inmensidad del océano, el faro se sitúa en una zona repleta de dunas doradas, extensas playas y una vegetación que a veces llega incluso hasta la arena. Una pasarela de madera serpentea por la costa, atravesando acantilados, desde donde se pueden observar infinitos tonos azulados que el océano dibuja según las corrientes. A lo lejos, los surfistas, windsurfistas y kitesurfistas buscan el viento de levante que les haga volar, ajenos al hecho de que hace algo más de 200 años, en este mismo escenario, se libraba la batalla de Trafalgar, un enfrentamiento naval entre la Armada Real Británica y las flotas combinadas de las Armadas francesa y española que tuvo lugar durante la guerra de la tercera coalición. 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Un paseo por el Bosque de la Niebla en Cádiz
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Un paseo por el Bosque de la Niebla en Cádiz

  Hay escenarios de la provincia de Cádiz, concretamente del Campo de Gibraltar, que no necesitarían una decoración especial para Halloween. Uno de ellos es el sendero más tenebroso del sur de Europa. O el más bonito, según se mire.   Y que es un magnífico recurso para disfrutar del tiempo libre de la zona. Se trata del Bosque de la Niebla, un singular espacio de máxima protección por sus valores ambientales excepcionales, dentro de los límites del Parque Natural de Los Alcornocales. Situado entre los términos municipales de Algeciras, Los Barrios y Tarifa, es una de las rutas favoritas de los amantes del senderismo y la fotografía de la zona. Porque las estampas que surgen de este espacio, donde la naturaleza regala nada menos que 245 días de niebla al año, son únicas.     El Bosque de la Niebla, un singular espacio de máxima protección por sus valores ambientales excepcionales   ¿Qué hace especial este sendero? Lo que convierte en especial el Bosque de la Niebla es que cuenta con ecosistemas que no se corresponden ni con la zona donde se ubica ni con la edad geológica. La humedad que emana de su situación geográfica, entre el Atlántico y el Mediterráneo, junto al estrecho de Gibraltar,lo convierte en una verdadera cápsula del tiempo con niebla constante, casi a diario. Esto hace que mantenga preciosas y sombrías imágenes, casi fantasmagóricas, de una vegetación que no es ni de este tiempo y ni de este lugar. Nada más adentrarse, el musgo, laojaranza, los helechos y la humedad obnubilan. Como si fuera magia, el bosque de laurisilva del sur de Europa se presenta al senderista como un regalo de la naturaleza. Y de ahí que esteparaje cuente con la máxima protección ambiental.     El sendero está ubicado en los Llanos del Juncal, en el Tajo de las Escobas   ¿Cómo llegar hasta el bosque de la niebla? Llegar hasta este sendero tenebroso no es nada fácil. Primero, por su ubicación, en los Llanos del Juncal, en las inmediaciones del Tajo de las Escobas. Y segundo, por el esfuerzo físico que debes realizar para llegar hasta allí si dejas el vehículo, por ejemplo, en la zona recreativa delBujeo, en Algeciras.   Aunque no desesperes, porque la ruta también merece la pena. Según asciendas por los caminos forestales tendrás tanto vistas al mar como al continente africano. Y encontrarás ganado pastando, e incluso zonas tan singulares como un parque eólico plantado en La Ahumada, una zona donde los árboles dan buena cuenta del viento de Levante, con Tarifa a un lado y el monte Jebel Musa, al otro.    El bosque de alcornoques irá cerrándose hasta que la humedad te nuble la vista y ahí, al cruzar una verja, te estarás adentrando en el sendero más enigmático del sur de Europa.     La ubicación está catalogada como zona de Reserva A del Parque Natural de Los Alcornocales   Pide permiso para hacer la ruta La zona está catalogada con la máxima protección, como zona de Reserva A del Parque Natural de Los Alcornocales.  Por ello, debes pedir permiso al propio parque natural para ir de excursión. Basta con enviar un correo electrónico a [email protected] con la solicitud, la fecha, el número de personas que desea ir allí y, por supuesto, seguir las normas que te faciliten con la autorización para seguir manteniendo viva la magia de estesendero  que encierra los mayores misterios de la zona sur del continente europeo.


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