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Menorca: Escapada de Ciutadella a Maó
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Menorca: Escapada de Ciutadella a Maó

Por Pepa Ferri. Fotos: Bep Al·lès / Marina Vargas / David Arquimbau


Born3baja

 

Hacer una breve escapada a Menorca puede ser el comienzo de una bonita historia y el primero de muchos viajes.

 

Porque ¿quién puede resistirse a conocer las maravillas naturales de esta reserva de la biosfera única en el Mediterráneo, descubrir uno de los paisajes arqueológicos más ricos del planeta o apreciar la singularidad de sus pueblos y tradiciones? De momento, os damos cuatro ideas para un fin de semana…

 

Día 1:

09:00

Un coc en el Born. Empezamos el viaje en el Bar Imperi, en Ciutadella. Sus cocs –bocadillos en menorquín– son archiconocidos. Desde la terraza tenemos una vista privilegiada de la Plaça des Born y del Ayuntamiento de Ciutadella. Merece la pena acercarse y descubrir los restos del Real Alcázar y de la antigua muralla medieval.

 

09:45

Un paseo intramuros. Por la calle Major des Born llegamos a la Catedral. El templo original, de estilo gótico catalán, fue construido a finales del siglo XIV sobre la antigua mezquita. A la salida, recomendamos callejear por el centro histórico y apreciar la belleza de Ses Voltes y la calma del tradicional barrio de Santa Clara.

 

11:00
Espacios de cultura. La ruta nos llevará a descubrir una de las joyas del barroco civil menorquín: Can Saura Miret (siglos XVII-XVIII). El edificio albergará en breve el Museo Municipal de Ciutadella.
Cerca de aquí encontramos otro conjunto arquitectónico de interés histórico y artístico: els Socors.

 

 

Catedral de Ciutadella

 


12:00
Producto y cocina «made in Menorca». Si continuamos callejeando llegamos a uno de los  espacios públicos con más vida de la ciudad, la Plaça del Mercat, donde confluye la actividad de la pescadería, carnicerías y mercado agrario con el bullicio de las terrazas. Os proponemos tomar un vermú en Ulisses y reservar mesa en Rels, uno de los referentes de la nueva cocina menorquina.

 

16:00

Una visita a la prehistoria. Saliendo de Ciutadella por la Me-1 paramos en la Naveta des Tudons, monumento prehistórico único en el mundo. Es, quizá, el más icónico de los yacimientos de la Menorca Talayótica, candidata a Patrimonio Mundial de la Unesco.


17:45
Vistas panorámicas.
De camino a Maó vale la pena hacer un alto en Es Mercadal y subir a Monte Toro que, con sus humildes 358 metros, es la cima más alta de Menorca. Desde aquí podremos
disfrutar de las mejores vistas de la isla.


19:00
La magia está en el norte. Con el coche en marcha ponemos rumbo al norte para llegar a Cavalleria. El faro, las playas, el puerto de Sanitja… Sin duda, uno de los lugares más salvajes y bellos de Menorca. Si todavía nos quedan fuerzas, podemos acabar el día con un homenaje en el restaurante Sa Llagosta, en Fornells.

 

 

Es Mercadal, entre Ciutadella y Maó
 

 

Día 2:

09:00

Aproximación a la Menorca británica. Toca reponer fuerzas. Lo hacemos en el casi centenario American Bar, en Maó. A pocos metros se encuentra Ca n’Oliver, una de las casas más  sobresalientes de las construidas por la burguesía mahonesa entre los siglos XVIII y XIX. Hoy día, es un espacio museístico centrado en la interpretación de la Menorca británica.


10:30
Curiosidad matemática. La ruta por Maó nos llevará a la Plaça de la Conquesta, la parte más antigua de la ciudad, y de aquí a Santa María, iglesia que guarda en su interior dos joyas: un excepcional órgano de 15 metros de altura, cuatro teclados y 3.006 tubos, y el pavimento inspirado en las teselaciones del matemático Roger Penrose.


11:00
4.000 años de historia. Salimos de Santa María y pasamos por el Pont de Sant Roc, único vestigio que queda de las antiguas murallas medievales, hasta llegar al Museu de Menorca, donde se
conserva una colección excepcional de piezas que nos permitirá recorrer más de 4.000 años de historia.


13:00
Comida con vistas. Es hora de distensión. Antes de ir a comer a Ses Culleres, restaurante con unas vistas espectaculares del puerto de Maó, proponemos hacer un aperitivo en Sa Peixateria, mercado de 1927 donde conviven las paradas de venta de pescado con las de tapas, vinos y cervezas.

 

 

Cala Pregondó, en la costa norte de Menorca
 


17:00
Atardecer con arte. La apertura de Hauser & Wirth en la Isla del Rey ha supuesto un revulsivo para Menorca. El centro de arte contemporáneo, escogido «Mejor Destino de Arte 2022», encara
su segunda temporada con obra de Rashid Johnson. Sin duda, uno de los mejores planes culturales para la primavera y el verano.


20:00
Una noche en Calesfonts. Sin abandonar el puerto de Maó, una maravilla natural de 5 km, nos trasladamos a Es Castell para experimentar otro de los pequeños placeres menorquines: pasear al anochecer por Calesfonts y cenar en el Trébol, un clásico de la cocina marinera.

 

Patrimonio de la Unesco

MENORCA TALAYÓTICA

2022 puede ser un gran año para Menorca. Todas las miradas están puestas en la celebración del Comité de Patrimonio Mundial, que decidirá en junio sobre la inscripción de Menorca Talayótica en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. La isla balear cuenta con muy buenos argumentos, como el que la confirma como el lugar habitado con mayor densidad de yacimientos prehistóricos del mundo. Si sale adelante, Menorca contará con dos  reconocimientos de la Unesco: Reserva de las Biosfera y Patrimonio Mundial.

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Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry
Planeta sostenible

Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry

Navegar por el Estrecho es un espectáculo para los sentidos. Sonoro, por las olas del mar que hacen bailar al buque a su son; olfativo, por el olor a brisa marina; pero, sobre todo, visual.   El paisaje que presenta la travesía ve incrementada su belleza por las especies marítimas que se pueden descubrir con tan solo pasar un rato mirando el horizonte desde cubierta. Delfines comunes y listados, rocuales comunes, cachalotes… son compañeros habituales de las rutas que realizan los buques de Baleària por el estrecho de Gibraltar. Un entorno que investigadores aprovechan como plataforma científica para realizar censos de especies marítimas a bordo.     Observadora avistando     Los ferries, medio para estudiar los cetáceos Gracias al acuerdo alcanzado en 2018 entre la Fundación Baleària, investigadores de la Universidad de Cádiz y la Asociación Ecolocaliza-TE, se han realizado ya 142 avistamientos de más de 3.000 cetáceos entre delfines y ballenas. Estos estudios se enmarcan dentro del proyecto común denominado 'Los ferries, medio para estudiar los cetáceos' y está coordinado por la bióloga marina Alessia Scuderi. «Es importante realizar este tipo de investigaciones ya que aumenta nuestros conocimientos sobre estas especies protegidas permitiendo un monitoreo a largo plazo que cubre todas las temporadas, llevándolo a cabo de forma sostenible a través de los ferries de Baleària», afirma.     Cría de un mes de delfín mular     Una vez finalizada la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Asociación Ecolocaliza-TE ha reanudado los censos de monitoreo en el que participan voluntarios y voluntarias a bordo del Passió per Formentera o el Poeta López Anglada. «Queremos agradecer la implicación de los tripulantes de los buques involucrados, por la increíble acogida y el interés que demuestran cada vez que nos embarcamos», comenta Scuderi.     Delfín común


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Avistamientos de fauna marina en familia
Planeta sostenible

Avistamientos de fauna marina en familia

Aprender a observar el mar Mediterráneo, conocer a través de la experiencia personal las diferentes especies de fauna marina que en él habitan. Un grupo de empleados de Baleària, junto con familiares y amigos, recientemente pudieron comprobar de primera mano en qué consisten las tareas de observación y conservación del medio marino a bordo del ferry Nápoles. Para muchos jóvenes grumetes también era su primer viaje en barco, por lo que “la experiencia fue doblemente emocionante”, comenta Laia Bort, responsable de Consignaciones de Barcelona.   Esta experiencia es fruto del convenio de colaboración entre la Fundació Baleària y la Generalitat de Catalunya, de tal forma que la naviera pone a disposición de dicha entidad su flota que opera desde Barcelona a Baleares para el estudio de la biodiversidad marina. Cada mes realizan un viaje de avistamiento de media. A continuación te contamos la experiencia que compartieron con empleados de la naviera. Viaje de ida: rumbo a Ibiza La expedición partía un viernes por la noche, desde el Port de Barcelona hacia Ibiza. Los participantes fueron recibidos por el personal de a bordo y se les acomodó en diferentes camarotes. Pasaron la noche navegando y por la mañana tuvieron tiempo de almorzar en Ibiza y descubrir los encantos de Dalt Vila, el casco antiguo de la ciudad, antes de embarcar de nuevo, y aprovechar el viaje de vuelta del mismo buque para realizar la observación durante el día. [caption id="attachment_2145" align="aligncenter" width="1000"] Ricard Gutiérrez, durante la charla divulgativa previa al avistamiento.[/caption] Viaje de vuelta: Aprender a observar el mar. Repartidos en dos turnos, los 20 participantes de este avistamiento recibieron primeramente una charla instructiva sobre la labor que realiza la Generalitat en el estudio y control del número de especies que habitan en el Mediterráneo.  Además, se les explicó las diferentes características de las que comprenden el ecosistema marino autóctono. Una vez adquiridas las nociones básicas, visitaron el puente de mando del Nápoles para realizar la observación. Gracias al buen estado del mar, las medusas, peces luna, delfines rayados y aves marinas se dejaron ver fácilmente provocando el asombro de los asistentes. Pero, además, tuvieron la suerte de poder ver ejemplares que por sus características causan más admiración. Sin duda, las estrellas de la jornada fueron una tintorera (tiburón azul),  que avistó muy cerca del ferry una joven visitante, y dos ejemplares de rorcuales comunes, la segunda ballena más grande del mundo, que se dejaron ver a 30 millas náuticas de la llegada al puerto barcelonés. [caption id="attachment_2154" align="aligncenter" width="1000"] Fumareles comunes migratorios fotografiados durante el avistamiento (foto: Ricard Gutiérrez).[/caption] Durante la jornada, y contando con las sesiones de los dos grupos, se observaron 4 especies de tiburones y túnidos (tintorera, marrajo, pez espada y atunes), 4 de cetáceos (2 rorcuales, 9 calderones grises, un delfín mular y 117 delfines listados), 7 especies de aves marinas (gaviota patiamarilla, pardela balear, fumarel común, gaviota enana, paíño mediterráneo, frailecillo y pardela mediterránea) y 2 aves terrestres migratorias (bisbita arbóreo y golondrina común). “El record anual. No sólo por ‘la mar llana’, como se suele decir en términos marítimos, que hubo ese día, sino también por la precisión de los observadores marinos que demostraron tener conocimientos de los habitantes del Mare Nostrum”, afirma Ricard Gutiérrez, técnico de fauna litoral y marina de la Xarxa de Rescat de Fauna Marina de la Generalitat. [caption id="attachment_2152" align="aligncenter" width="1000"] Delfines avistados durante la jornada (foto: Ricard Gutiérrez).[/caption] Laura Sánchez, Comercial de la zona de Catalunya, quien repetía por segunda vez la expedición en familia, califica la experiencia de “muy gratificante porque ayuda a observar el mar con detenimiento y a conocer las diferentes especies a través de la experiencia vivida”. Además, todos los participantes coincidieron en que es una actividad que permite relacionarse con compañeros de trabajo fuera del ámbito laboral. [caption id="attachment_2150" align="aligncenter" width="1000"] Durante la jornada se avistaron un total de 115 especies.[/caption]


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