Un gesto tan simple como tirar esa botella de agua que acabas de beber en una de las papeleras de reciclaje a bordo empieza a hacer girar la rueda de la economía circular. Así, el plástico de una botella de agua que consumes en una travesía se puede convertir en ese banco de la terraza en el que vas a disfrutar del mar en tu próximo viaje.
Baleària ha reciclado más de 7.000 kg de plástico procedente de las botellas de agua de Cabreiroá consumidas a bordo para crear mesas, sillas y bancos destinados a las terrazas exteriores de algunos barcos. «Sostenibilidad y medio ambiente son parte de nuestro ADN. La experiencia inicial con el ferry Abel Matutes nos animó a extenderla a otros buques, ya que encaja muy bien con nuestros valores y compromiso con el medio ambiente», explica Hipólito Rodríguez, director de Servicios a Bordo de Baleària. «Estamos muy satisfechos con esta iniciativa, que sigue el rumbo verde de proyectos anteriores, como el uso de plástico biodegradable en el menaje de un solo uso que implantamos hace años», enfatiza. La concienciación medioambiental también es un valor fundamental para Hijos de Rivera, propietaria de la marca Cabreiroá. «Hemos demostrado con hechos la posibilidad de realizar un sueño: un mundo circular y un planeta más sostenible», resalta Emiliano Martus Barelli, director de Sostenibilidad Medioambiental.
Materia prima 100% reciclada
Este proyecto ha permitido alargar la vida útil de las botellas de plástico PET trasladando los residuos del final de la cadena de producción otra vez al principio, convirtiéndolos en materia prima. La segunda vida de las botellas empieza en CM Plastik Recycling, donde «se trituran y prensan para convertirlas en planchas y perfiles de material 100% reciclado», explica Tamara Guitérrez, cofundadora de la empresa. Posteriormente, la empresa Las Aventuras del Señor Maco diseña y monta los muebles. «Con un material rudimentario hecho a partir de plástico de vertedero post consumo 100% reciclado hemos conseguido un mobiliario moderno, con aspecto de madera y muy resistente», señala David de Arriba, responsable de Proyectos y Producción. La construcción de este mobiliario ha supuesto dejar de emitir más de 13.700 kg de C02 a la atmosfera, según ha certificado la entidad Ecoembes.
Baleària y Cabreiroá comparten valores comunes en su compromiso con la sostenibilidad, y ambas firmas la han convertido en un eje fundamental de su estrategia colocándose a la vanguardia de sus respectivos sectores por sus esfuerzos para ser más ecoeficientes y generar un impacto positivo en su entorno. Este proyecto es un ejemplo de colaboración entre dos marcas comprometidas que han unido esfuerzos para dar un importante paso al frente en términos de circularidad y concienciación medioambiental.
