Una travesía enogastronómica hacia Mallorca

Por Ramon Roset


Conexiones diarias entre Barcelona, el Puerto de Palma y Alcúdia hacen muy fácil hacer una escapada y disfrutar de un maridaje mallorquín a base, por ejemplo, de ‘arròs brut’ y una copa de Callet de Can Majoral

Mallorca es una isla llena de sorpresas. Más allá del sol y playa, ofrece una amplia oferta enogastronómica: en la isla se complementan la cocina marinera, típica de las zonas de costa, con una cocina de interior marcada por los cultivos de hortalizas y cereales y por la cría de cerdos. Aun así, la cocina de interior es una cocina donde el aprovechamiento es uno de sus
rasgos esenciales y uno de los platos del recetario mallorquín que mejor recoge esta tradición es el ‘arròs brut’. Este plato, un arroz de campo hecho con carnes de caza y hortalizas toma su nombre del color oscuro que coge el caldo al añadirle hígado picado, una de las claves de esta receta, hecho con los hígados de los animales de caza, normalmente conejo, pichón o bien los dos.


Por lo pronto, el ‘arròs brut’ se preparaba con las hortalizas que se habían cosechado en el campo y con las piezas que habían podido cazar, por el que no tiene una lista de ingredientes fijo. De recetas del ‘arròs brut’, hay tantas como cocineros los preparan, pero no se puede decir que un arroz es ‘arròs brut’, si no contiene los hígados picados. De este plato hay una versión más festiva donde se usan robellones, una seta deliciosa, y zorzales. También hay quién añade caracoles.

Callet, uno de los vinos emblemáticos de Can Majoral.

 
Es un arroz muy sabroso y con mucha personalidad, normalmente servido un punto caldoso. Los hígados picados y especies condicionan mucho su maridaje. El ‘Callet de Can Majoral’ es una excelente opción para acompañar un arroz sucio. La ‘callet’ es un variedad autóctona mallorquina que plantada y cultivada en ecológico en lugares como es el caso de la finca

de Son Roig de suelos calcáreos y arcillosos, y vinificada como lo hacen en Can Majoral produce un vino que liga especialmente con el ‘arròs brut’.


El carácter afrutado y un poco floral del vino, empoderado por su paso por toneles de medida grande, le da por un lado la fuerza y la textura necesarias para limpiar la boca y por el otro los matices que lo ayudan a equilibrar el gusto penetrante de los hígados picados, mientras las especies del plato se suman a los balsámicos del vino, formando todo ello una combinación muy satisfactoria.

Infografía: Jordi Català

 
La mejor manera de disfrutar de un ‘arròs brut’ acompañado de una copa de Callet de Can Majoral es hacerlo en uno de los muchos restaurantes de cocina tradicional de la isla de Mallorca. Llegar es sencillo si se viaja con Baleària. Y ahora más que nunca, porque la compañía ofrece conexiones diarias entre Barcelona y Palma o Alcúdia con el ferry, y desde este fin de semana, suma un servicio de alta velocidad entre la capital catalana y Alcúdia. Consulta estas y otras rutas que conectan con Mallorca aquí.

Ramón Roset | Va de Vi Balears

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