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Universo Bowles en Tánger

Por Ignacio Sánchez | Periodista


El escritor y compositor Paul Bowles fue uno de los principales protagonistas de la época dorada de Tánger, en la que también vivieron numerosos artistas. La ciudad mantiene hoy el misticismo y la tradición, pero es también un lugar abierto al turista al otro lado del estrecho de Gibraltar. Cuando el escritor y compositor norteamericano Paul Bowles pisó por primera vez Tánger se encontró una ciudad que parecía pertenecer a la Edad Media, un mundo paralelo a su Nueva York natal. Era el comienzo de los años 30 del siglo pasado y años después se instalaría definitivamente con su mujer hasta su muerte, en 1999. Siempre le criticaron por vivir en el fin del mundo, pero el autor aseguraba que Tánger era la capital del planeta. shutterstock_214315636_SOLOEDITORIAL_EUGENE SERGEEV Quizás lo fuese también para otros muchos: el matrimonio hizo de cicerone a Tennessee Williams, Truman Capote, Allen Ginsberg, Jack Kerouac o William Burroughs. La posibilidad de pasar desapercibido, la libertad que encontraban los extranjeros allí, los restaurantes de lujo y el auge cultural, hicieron de Tánger una pequeña Babel en la que, ahora, puedes pasar 48 horas de ensueño. Día 1 10:00h   Museo de la Legación Americana. Único monumento estadounidense fuera de suelo propio, cuenta desde hace unos años con una pequeña sala dedicada a Paul y Jane Bowles, con fotos, recuerdos o manuscritos. Un buen sitio para adentrarse en el personaje. shutterstock_204485938-soloeditorial_eduardolopez 11.00h  Zoco chico, en plena medina de Tánger. Un lugar que sirve para intentar comprender la fascinación que el autor norteamericano encontró en la ciudad cuando llegó. Pequeñas callejuelas atestadas de gente, comercios de todo tipo, venta ambulante y laberintos en los que perderse. 12.00h  Mercado central Tánger. Situado muy cerca, al otro extremo de la calle Siaghine. Un lugar de obligada visita para cualquier amante de la gastronomía. Sabores, olores y todo tipo de productos a precios bajísimos en un desordenado pero apasionante lugar. shutterstock_206933857_TNAGER_SOLOEDITORIAL_EDUARDOLOPEZ 14.00h  Plaza 9 de abril de 1947. Junto al mercado, esta plaza es una de las más abiertas de esta parte de la ciudad. Allí se halla la llamativa mezquita Sidi bou Arrakia y sus coloridos azulejos, así como el clásico Cinema Rif. Y, muy cerca, en la Escalier Wallier, el sabroso restaurante Saveur de Poisson, entre una maraña de puestos ambulantes. 17.00h  La Kasbah. Hora de perderse por la parte alta de la ciudad, por esa zona donde aún descansa la tradición tangerina. 18.30h  Mezquita principal de la ciudad. Es un buen espacio para conocer algo más las tradiciones locales. Cerca puedes conocer uno de los locales favoritos de Bowles: el Café Central. 19.30h  Libraire Des Colonnes. Situada en la Avenida Pasteur, esta legendaria librería es un estupendo sitio para hacerse con cualquiera de los trabajos de Bowles o de los muchos escritores que se han inspirado en Tánger. 21.00h  Paseo Marítimo. Allí está la modernidad del Tánger actual, con restaurantes y locales donde la noche nunca acaba. Día 2 10.00h  La Gelateria. En la Avenida Mohamed VI, es un magnífico lugar para desayunar y probar el clásico rghaif: una especie de crep que debes probar relleno de queso de leche cruda de cabra. shutterstock_405605923_TANGER_GRUTASHERCULES 11.30h  Gruta de Hércules. Un mágico lugar junto al Atlántico en el que dejarse llevar por la imaginación. Se llega en un interesante y barato paseo en taxi o en coche propio (con paciencia).   14.00h  Asilah. En apenas 45 minutos se puede llegar a este fantástico pueblecito blanco. Otra opción es quedarse en las playas junto a la Gruta de Hércules, enormes y alejadas de todo y de todos. 19.00h  Café Hafa. Ya de vuelta en Tánger, este café fue uno de los preferidos por Bowles. Un riquísimo té moruno acompaña perfectamente la novela El Cielo Protector, en la que sumergirse del todo en el mundo de los Bowles. Ignacio Sánchez | Periodista
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Cinco lugares indispensables que visitar en Palma
Guías de viajes

Cinco lugares indispensables que visitar en Palma

Mallorca es una isla fascinante, con playas espectaculares, pueblos con encanto y mucha historia. Y, para conocer la historia de Mallorca, qué mejor que empezar por descubrir Palma, su capital, para luego seguir recorriendo el resto de la isla. Para viajar a Palma, el ferry nocturno de Baleària que te lleva desde Barcelona es la opción perfecta. Embarcas en Barcelona tu coche con todas las medidas de distancia y seguridad, y llegas a Palma a primera hora, momento perfecto para empezar a disfrutar de la isla sin aún muchos turistas y demasiado calor. Palma es una ciudad que se puede ver perfectamente en dos días, donde recorreremos las calles del antiguo barrio judío, el centro histórico, conoceremos su preciosa catedral y disfrutaremos de su excelente gastronomía.     Cinco lugares indispensables que visitar en Palma Castillo de Bellver El castillo de Bellver es un castillo de estilo gótico construido por orden del rey Jaime II de Mallorca. De él destaca que es un castillo de planta circular, uno de los pocos de Europa y el más antiguo de todos ellos. Debido a su situación, ubicado a 112 metros sobre el nivel del mar, nos permitirá observar la ciudad de Palma a nuestros pies, e incluso la Sierra de Tramuntana. La Catedral Es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Palma y uno de los edificios más icónicos de la ciudad. Su construcción se inició en 1229 después de la reconquista de la isla por Jaime I. Destaca por encima de todo su rosetón, conocido como el Ojo del Gótico, el mayor rosetón original de todas las catedrales góticas europeas. Podéis visitar la Catedral, previo pago de los ocho euros que cuesta la entrada. Aunque por un poco más, podéis subir a sus terrazas y disfrutar de unas vistas privilegiadas. Palacio de la Almudaina El Palacio de la Almudaina fue un alcázar musulmán, restaurado después de la reconquista, que se convirtió en residencia de los reyes hasta que el reinado pasó a la Corona de Aragón. Merece mucho la pena hacer una visita por su interior.     Baños árabes La visita a los baños árabes no os llevará mucho tiempo, ya que el lugar es pequeñito. Sin embargo, es uno de los mejores lugares para ver parte del pasado árabe de la ciudad, cuando era denominada Madina Mayurca, aunque su estado de conservación no es demasiado bueno. Además, los jardines son una auténtica maravilla. El casco antiguo Uno de los mejores planes que hacer en Palma es conocer las antiguas casas señoriales de la ciudad y sus fabulosos patios. Seguramente el mejor conservado es el patio de Can Vivot, aunque también destacan Can Bordils o Can Oleza. Durante el paseo por el Barrio Antiguo de Palma, además de visitar las casas señoriales, aconsejo pasear por el antiguo barrio judío de la ciudad y conocer su dramática historia, visitar el Ayuntamiento de Palma, las antiguas murallas romanas de la ciudad y la Basílica de Sant Francesc, donde descansan los restos de Ramon Llull.    


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Talento femenino que marca el rumbo
Historias del mar

Talento femenino que marca el rumbo

  Durante años el mar ha sido territorio de hombres, y ahora cada vez son más las mujeres que desarrollan su carrera profesional en puestos de marinería y de puente en los barcos.   Ya es una realidad, las mujeres están tomando el mando de los buques. Y eso se nota al embarcar en cualquiera de los barcos de Baleària, en los que cada vez es más común ver a mujeres con uniforme dirigiendo la operativa de embarque o con mono de trabajo, herramienta en mano, listas para desempeñar su trabajo a bordo. Las carambolas del destino y de la distribución de las tripulaciones han hecho que el ferry Abel Matutes hay contado con un puente de mando y una sala de máquinas representados mayoritariamente por mujeres.   Pero los inicios de las mujeres en los puestos de Puente y Máquinas (también llamado 'Deck and Engine') no fueron fáciles. «No era usual ver mujeres en el barco. Durante mucho tiempo fui la única», nos cuenta Marga Rodríguez, jefa de máquinas y una de las pioneras en su profesión en nuestro país allá por los inicios de los 90.     Marga Rodríguez, jefa de máquinas: «Me encanta que todas las máquinas vayan al conjunto, que vayan bien y ser parte de ello» Gracias a mujeres como Marga, que han ido marcando el rumbo, las nuevas generaciones lo han tenido más fácil y muchas de ellas encuentran referentes dentro de su círculo familiar. «Mi tío es jefe de máquinas de Baleària y fue él el que me llevó a un barco. Desde que pisé el puente por primera vez supe que quería ser capitana», afirma Laura Román, capitana del ferry Abel  Matutes. Son mujeres decididas, valientes y con ganas de ir cumpliendo metas pero que, además, disfrutan con los desafíos que les presenta su día a día a bordo. «Lo que más me gusta de mi trabajo son las operativas rápidas porque suponen un gran reto en el que hay que estar muy atenta para que todo salga bien», explica Maria José Martínez, la 2ª oficial.     María José Martínez, 2ª oficial «Mi reto es seguir navegando y llegar a ser 1º oficial» Y todas estas mujeres si tienen algo en común, a parte de su pasión por el mar, es la de amar su profesión. «La mayor parte de la vida la pasa uno en el trabajo y aquí me pasa el tiempo volando porque disfruto con lo que hago», asegura Laura Abad, marinera de máquinas. Además todas coinciden en destacar la gran familia que se forma a bordo con toda la tripulación, lo que hace más llevadero sus días embarcadas. Estas cuatro mujeres representan el cambio que está viviendo el sector marítimo y en el que Baleària quiere contribuir. Con determinación, pasión y compromiso, han roto barreras y navegan con firmeza hacia un futuro donde el talento no entiende de género.     Laura Abad, marinera de máquinas: «Incluso cuando estoy desembarcada, aprovecho para salir a navegar porque el mar es mi pasión»


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