Pollença es un municipio en Mallorca repleto de historias en cada uno de sus rincones. El mes de septiembre es un buen momento para visitar este pequeño rincón de la isla y enamorarte de su mar y sus hermosas montañas. Historia, cultura y ocio, aquí te traemos algunos planazos para descubrir lo mejor de Pollença.
Subir al Calvari
Subir los 365 escalones, uno por cada día del año, del Calvari de Pollença es una experiencia que no puedes perderte si vas a viajar a Mallorca en vacaciones. Las vistas desde arriba de esta emblemática escalinata son realmente espectaculares. Durante las fiestas de Semana Santa, en concreto el Viernes Santo, en el Calvari se representa la bajada del Cristo de la Cruz, popularmente conocido como el Davallament. Uno de los espectáculos visuales más populares de Pollença.
Tomar un refresco en la Plaça Major de Pollença
Construida en el siglo XIX para ofrecer espacios más grandes de paseo y concentración a la población, la Plaça Major de Pollença es uno de los puntos de encuentro preferidos por los pollencins para sentarse a tomar el fresco y un refresco. En ella se encuentra la bella Iglesia Parroquial de la Mare de Déu dels Àngels, que cada 2 de agosto presencia la tradicional recreación de la batalla entre los Moros y Cristianos, una de las fiestas más emblemáticas de Mallorca.
Recorrer el Paseo Marítimo del Puerto de Pollença
Bordear andando o en bicicleta el largo paseo marítimo que bordea la playa del Port de Pollença es una de las actividades favoritas de los residentes y turistas que visitan la zona de Pollença. Flanqueado por bellas casitas bajas a un lado y la arena y el mar al otro, el paseo que bordea la costa es idílico. ¡A nadie le extraña que inspirara una de las novelas más conocidas de Agatha Christie!
Subir al Faro de Formentor y bañarse en la playa con más glamour de Mallorca
Las vistas panorámicas que ofrece la subida al Faro de Formentor dejan a muchos sin habla. El contraste del verde de los pinos con todas las tonalidades del azul del mar y el gris de los acantilados es sencillamente espectacular. El Faro de Formentor es uno de los más bellos del mundo. Construido a 188 metros sobre el nivel del mar, la torre blanca del faro, de 22 metros de altura, preside el Cabo de Formentor. Uno de los lugares con más magia de Mallorca. Si te animas a subir, te recomendamos parar a darte un baño en la playa de Formentor, la más cinematográfica y glamurosa de Mallorca.
Bañarse en las aguas cristalinas de la Cala Sant Vicenç
Ubicada en el corazón de la costa norte mallorquina, la Cala Sant Vicenç de Pollença es un conjunto de pequeñas calitas (Cala Barques, Cala Clara, Cala Molins y Cala Carbó) que se abren al mar desde un enclave único. Sus aguas cristalinas y vistas al Cavall Bernat, una sierra dentada con acantilados de más de 300 metros de altura, las convierten en un lugar maravilloso para hacer excursiones, nadar, relajarse y meditar.
