Viajar a Mallorca en camarote pet friendly


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Despertarme de una siesta junto a mi perra, mientras surcaba en barco el Mediterráneo, ha sido uno de los momentos que nunca olvidaré de este verano. Esa imagen se ha convertido en un recuerdo eterno en mi memoria gracias a Balèaria, la naviera pet friendly

La primera vez que me planteé viajar con mi perra en barco a Mallorca estaba un poco acojonada. Tras vivir la experiencia solo puede decir, chapeau Balèaria.  

La acomodación elegida para este viaje fue el camarote pet friendly. Recomiendo esta opción al tropecientos por mil ya que yo viajé como una reina y mi perra como una marajá junto a mí. Me dio mucha tranquilidad dejarle en un sitio seguro mientras yo disfrutaba de una cena y una cañita viendo el atardecer.

 


 

En el camarote encontré todo lo que necesitaba para tener un viaje de 10 (cama, baño, ducha y botellas de agua) y todo lo que a mi perra le hace feliz para dormir a hocico suelto: bebedero, comedero, empapador y tranquilidad. 

¿Cómo fue embarcar mi coche en el ferry? 

Viajar con mi propio coche hasta Mallorca y recorrerme la isla con él, ha sido una de las mejores ideas de este viaje. La sensación me ha recordado mucho a mis vacaciones familiares de la infancia: coche hasta los topes + sombrilla + maletas + todos los por si acaso posibles + mítica nevera azul + cosas que no sabes ni para qué son y que jamás vas a utilizar.  

Dicho esto. El embarque del coche en el ferry de Balèaria fue muy sencillo. Nos plantamos en la zona de embarque 90 minutos antes de la salida del barco con toda la documentación (seguro y documentación del coche + DNI del conductor + tarjeta de embarque del coche).  

En caso de viajar con más personas (a parte del perro) como era mi caso, debíamos dividirnos para embarcar, uno se encargó del coche y yo del perro.  Solo el conductor del vehículo puede embarcar junto a él, el resto de acompañantes deben embarcar por la zona de embarque de pasajeros. Tras una hora, nos volvimos a reunir a bordo para iniciar el viaje los tres juntos. 

 


 

¿Cómo fue embarcar y desembarcar del ferry con mi perra? 

Todos los viajeros que vamos con mascotas, debemos esperar al último grupo para embarcar y desembarcar. Con esta medida se evita que se vuelvan locos con la gente, niños, coches… (seguramente estemos más nerviosos los dueños que ellos). En ambos momentos del viaje, como es lógico, es obligatorio que vayan atados.

Si tuviese que definir con una palabra el embarque y desembarque sería tranquilidad. Shiba fue más feliz que una perdiz. 

Con nuestro vehículo roncando en la bodega del barco y nuestra perra roncando en el camarote, subimos a cubierta y disfrutamos de la navegación y la puesta de sol. 

¡Gracias Balèaria, volveremos a vernos a bordo!

 


 

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