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Francisco Jiménez: «Entre todos hemos sido capaces de hacer de una quimera una realidad»
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Francisco Jiménez: «Entre todos hemos sido capaces de hacer de una quimera una realidad»


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Francisco Jiménez Vara embarcó a los 17 años como mozo de cubierta y a los 27 ya tomó el mando de un buque como capitán en la naviera Marítima de Formentera.

 

El embarque de adolescente, explica, fue una estratagema de su padre para que se decidiera a retomar sus estudios de Medicina, que había iniciado antes que Náutica; el progenitor fracasó en el intento. Casi medio siglo después, el capitán recuerda aquel primer embarque: «Fue duro, pero la experiencia me abrió los ojos ante un mundo muy diferente del que yo vivía día a día en Madrid».


El entonces joven capitán comenzó en Isnasa en 1990, desde donde pasó a Flebasa, y con ello a Dénia, en 1995. Vivió en primera persona las incertidumbres de la descomposición de la naviera de Victoriano Sayalero y la eclosión de Baleària; siempre como capitán y sin abandonar el barco que comenzó a comandar Adolfo Utor donde, asegura, se siente cómodo: «Tenemos un sistema de trabajo tipo mosqueteros, todos a una; y pese a la dimensión que ha tomado la empresa yo sigo sintiendo que pertenezco a una gran familia». Y, con una buena dosis de orgullo, sentencia: «Hemos sido entre todos capaces de hacer de una quimera una realidad».


Su trayectoria profesional le ha llevado a navegar por prácticamente todos los mares del mundo («Menos los árticos, que me pasmo de frío solo de pensarlo», apostilla). Pero especialmente, de Jiménez Vara puede decirse que es el capitán de los grandes hitos de Baleària. Fue el primer capitán del Federico García Lorca («Era como pasar de un seiscientos a un Mercedes; ¿a quién no le gusta?», ironiza) y del Ramon Llull, incluidas las muy comprometidas maniobras en el puerto viejo de Ciutadella. Jiménez Vara protagonizó, siempre como capitán, uno de los momentos más tensos en el devenir de Baleària cuando se cortó cualquier comunicación con el Nixe I durante más de dos días en la travesía de posicionamiento desde Singapur, en una zona donde abundaban los piratas y en medio de un ciclón. Además, el capitán recuerda la entrega del buque Martín i Soler, la apertura de la línea en Miami («Éramos como Hernán Cortés y Pizarro») y el posicionamiento del traslado del Daniya, ahora Poeta López Anglada, desde Belfast a Santander.


De su labor en Baleària, Jiménez Vara también destaca su función como inspector de la construcción de los cuatro ferries construidos en los astilleros Barreras de Vigo, en los que «como capitán baleàrico» lo puso todo sobre la mesa para garantizar la calidad de los buques y todos y cada uno de sus elementos.


La perspectiva de los años vividos profesionalmente permite al capitán proclamarse «orgulloso» de haber acertado quedándose en Baleària «cuando hubo otras posibilidades mejor remuneradas, pero no todo es dinero en esta vida» y confía en que la naviera «siga durante muchos años siendo el orgullo de la Marina Alta y de la Marina Mercante española».

 


Aprendizaje continuo

 

Rehúye Jiménez Vara enunciar lo que él cree haber aportado a sus compañeros («que lo digan ellos», se refugia) pero, en lo referido a su aportación a Baleària no lo duda: «Trabajo, experiencia, profesionalidad y pundonor», en un escenario que le ha permitido «aprender día a día y conocer a gente amiga, trabajadora y honesta, pero también a mucho mariachi del mar, que de todo hay».

 

De lo que no tiene duda este bregado capitán es sobre el crecimiento y consolidación de Baleària: «Nadie apostaba por nosotros, sin embargo, somos la primera naviera de España; ahí queda eso». Y pese a que no cuestiona la reputación de la naviera y su valor intangible, parece no preocuparle en demasía la percepción que se tenga de la naviera: «Los habrá que nos envidien, otros nos respetarán, pero Baleària debe pensar en sus metas, que son nuestros clientes, y mantener la estela que iniciamos ahora hace un cuarto de siglo».

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Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry
Planeta sostenible

Avistamiento de cetáceos a bordo de un ferry

Navegar por el Estrecho es un espectáculo para los sentidos. Sonoro, por las olas del mar que hacen bailar al buque a su son; olfativo, por el olor a brisa marina; pero, sobre todo, visual.   El paisaje que presenta la travesía ve incrementada su belleza por las especies marítimas que se pueden descubrir con tan solo pasar un rato mirando el horizonte desde cubierta. Delfines comunes y listados, rocuales comunes, cachalotes… son compañeros habituales de las rutas que realizan los buques de Baleària por el estrecho de Gibraltar. Un entorno que investigadores aprovechan como plataforma científica para realizar censos de especies marítimas a bordo.     Observadora avistando     Los ferries, medio para estudiar los cetáceos Gracias al acuerdo alcanzado en 2018 entre la Fundación Baleària, investigadores de la Universidad de Cádiz y la Asociación Ecolocaliza-TE, se han realizado ya 142 avistamientos de más de 3.000 cetáceos entre delfines y ballenas. Estos estudios se enmarcan dentro del proyecto común denominado 'Los ferries, medio para estudiar los cetáceos' y está coordinado por la bióloga marina Alessia Scuderi. «Es importante realizar este tipo de investigaciones ya que aumenta nuestros conocimientos sobre estas especies protegidas permitiendo un monitoreo a largo plazo que cubre todas las temporadas, llevándolo a cabo de forma sostenible a través de los ferries de Baleària», afirma.     Cría de un mes de delfín mular     Una vez finalizada la Operación Paso del Estrecho (OPE), la Asociación Ecolocaliza-TE ha reanudado los censos de monitoreo en el que participan voluntarios y voluntarias a bordo del Passió per Formentera o el Poeta López Anglada. «Queremos agradecer la implicación de los tripulantes de los buques involucrados, por la increíble acogida y el interés que demuestran cada vez que nos embarcamos», comenta Scuderi.     Delfín común


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Avistamientos de fauna marina en familia
Planeta sostenible

Avistamientos de fauna marina en familia

Aprender a observar el mar Mediterráneo, conocer a través de la experiencia personal las diferentes especies de fauna marina que en él habitan. Un grupo de empleados de Baleària, junto con familiares y amigos, recientemente pudieron comprobar de primera mano en qué consisten las tareas de observación y conservación del medio marino a bordo del ferry Nápoles. Para muchos jóvenes grumetes también era su primer viaje en barco, por lo que “la experiencia fue doblemente emocionante”, comenta Laia Bort, responsable de Consignaciones de Barcelona.   Esta experiencia es fruto del convenio de colaboración entre la Fundació Baleària y la Generalitat de Catalunya, de tal forma que la naviera pone a disposición de dicha entidad su flota que opera desde Barcelona a Baleares para el estudio de la biodiversidad marina. Cada mes realizan un viaje de avistamiento de media. A continuación te contamos la experiencia que compartieron con empleados de la naviera. Viaje de ida: rumbo a Ibiza La expedición partía un viernes por la noche, desde el Port de Barcelona hacia Ibiza. Los participantes fueron recibidos por el personal de a bordo y se les acomodó en diferentes camarotes. Pasaron la noche navegando y por la mañana tuvieron tiempo de almorzar en Ibiza y descubrir los encantos de Dalt Vila, el casco antiguo de la ciudad, antes de embarcar de nuevo, y aprovechar el viaje de vuelta del mismo buque para realizar la observación durante el día. [caption id="attachment_2145" align="aligncenter" width="1000"] Ricard Gutiérrez, durante la charla divulgativa previa al avistamiento.[/caption] Viaje de vuelta: Aprender a observar el mar. Repartidos en dos turnos, los 20 participantes de este avistamiento recibieron primeramente una charla instructiva sobre la labor que realiza la Generalitat en el estudio y control del número de especies que habitan en el Mediterráneo.  Además, se les explicó las diferentes características de las que comprenden el ecosistema marino autóctono. Una vez adquiridas las nociones básicas, visitaron el puente de mando del Nápoles para realizar la observación. Gracias al buen estado del mar, las medusas, peces luna, delfines rayados y aves marinas se dejaron ver fácilmente provocando el asombro de los asistentes. Pero, además, tuvieron la suerte de poder ver ejemplares que por sus características causan más admiración. Sin duda, las estrellas de la jornada fueron una tintorera (tiburón azul),  que avistó muy cerca del ferry una joven visitante, y dos ejemplares de rorcuales comunes, la segunda ballena más grande del mundo, que se dejaron ver a 30 millas náuticas de la llegada al puerto barcelonés. [caption id="attachment_2154" align="aligncenter" width="1000"] Fumareles comunes migratorios fotografiados durante el avistamiento (foto: Ricard Gutiérrez).[/caption] Durante la jornada, y contando con las sesiones de los dos grupos, se observaron 4 especies de tiburones y túnidos (tintorera, marrajo, pez espada y atunes), 4 de cetáceos (2 rorcuales, 9 calderones grises, un delfín mular y 117 delfines listados), 7 especies de aves marinas (gaviota patiamarilla, pardela balear, fumarel común, gaviota enana, paíño mediterráneo, frailecillo y pardela mediterránea) y 2 aves terrestres migratorias (bisbita arbóreo y golondrina común). “El record anual. No sólo por ‘la mar llana’, como se suele decir en términos marítimos, que hubo ese día, sino también por la precisión de los observadores marinos que demostraron tener conocimientos de los habitantes del Mare Nostrum”, afirma Ricard Gutiérrez, técnico de fauna litoral y marina de la Xarxa de Rescat de Fauna Marina de la Generalitat. [caption id="attachment_2152" align="aligncenter" width="1000"] Delfines avistados durante la jornada (foto: Ricard Gutiérrez).[/caption] Laura Sánchez, Comercial de la zona de Catalunya, quien repetía por segunda vez la expedición en familia, califica la experiencia de “muy gratificante porque ayuda a observar el mar con detenimiento y a conocer las diferentes especies a través de la experiencia vivida”. Además, todos los participantes coincidieron en que es una actividad que permite relacionarse con compañeros de trabajo fuera del ámbito laboral. [caption id="attachment_2150" align="aligncenter" width="1000"] Durante la jornada se avistaron un total de 115 especies.[/caption]


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